07 diciembre 2007

*Predicación 11/11/'07 “Los cuatro pasos del encuentro con Dios.”

¿Que haces aquí? Es una pregunta que Dios nos hace. Cuando hemos llegado a su presencia, y es para que nos demos cuenta que es lo que queremos al llegar con el Señor. Ver los motivos de nuestro corazón.

Esta predicación no es solo para los no conversos. Es para todos. De hecho es un poco mas para los que decimos que hemos experimentado al Señor en nuestras vidas.

Más tarde, la palabra del Señor vino a él. 1 Reyes 19: 9 —¿Qué haces aquí, Elías? —le preguntó. 10 —Me consume mi amor por ti, Señor Dios *Todopoderoso —respondió él—. Los israelitas han rechazado tu *pacto, han derribado tus altares, y a tus profetas los han matado a filo de espada. Yo soy el único que ha quedado con vida, ¡y ahora quieren matarme a mí también! 11 El Señor le ordenó: —Sal y preséntate ante mí en la montaña, porque estoy a punto de pasar por allí.

¿Conoces al Señor? ¿Como sabes que has experimentado la presencia de Dios en tu vida? Hoy te voy a decir cuatro pasos que tu corazón experimenta al encontrarse con el Señor. Pon atención pues se que te vas a identificar con esto. Pero eso no es lo importante. lo importante es que evalúes esa presencia de Dios en tu vida. que le des valor. Que entiendas que si alguna vez te sientes solo o dudas de la existencia de Dios, o tal vez crees que vives un cristianismo emocional. Existe un momento en tu vida que te puede ayudar a recordar cuan real es Dios y por lo tanto nunca estas solo.

Como heraldo del Señor vino un viento recio, tan violento que partió las montañas e hizo añicos las rocas; pero el Señor no estaba en el viento.

Punto numero uno. Un viento recio Que partió las montañas e hizo añicos las piedras. Esto representa tu primer encuentro con Dios. Cuando el viene por primera vez en tu vida lo primero que quiebra es tu corazón. Dice la Biblia que el destruye corazones de piedra. Nuestra tierra esta tan lejos de Dios que se ha endurecido y Dios necesita poder entrar. Existen montañas que hemos levantado; por auto protección o lo que tu quieras pero que están ahí y que no permiten que llegue nada. Es una protección, es cierto. Pero es una protección que no necesitamos y que esta mal enfundada. Es entonces lo primero que hace. Destruir lo que le impida llegar a ti. y que te impida poder sentirlo.

Al viento lo siguió un terremoto, pero el Señor tampoco estaba en el terremoto.

Cuando el Señor empieza a destruir tus escudos. Lo primero que llega a nuestra mente es desconcierto. No entendemos lo que esta pasando y por lo mismo, nos quita nuestra estabilidad. En muchas ocasiones el estar en Cristo o comenzar a ser un cristiano es algo de lo cual hacíamos burla. Es algo para los débiles. O también es pensar que tengo que confiar en alguien mas, y a estas alturas no puedo confiar en nadie. Y empieza un terremoto emocional, pues todo esto va en contra de muchas de mis, creencias. No solo religiosas sino, en cosas en las que me he ido adiestrando y que representas quien yo soy.

Todo esto es algo que Dios provoca. No es cuestión nuestra.

12 Tras el terremoto vino un fuego, pero el Señor tampoco estaba en el fuego.

Una ves que hemos visto lo que hace Dios y como reaccionamos viene una parte muy interesante del encuentro, la purificación. Les comentaba la semana pasada acerca del fuego y la purificación. El Espíritu Santo es representado en la Biblia como fuego del cielo. Y nos sirve como purificación. Cuando nos encontramos con Cristo por primera vez y llegamos tal como somos, pues no es muy bueno lo que somos, así que tenemos que ser pasados por un fuego purificador. Y es el mismo Espíritu Santo el que nos va preparando para poder entender. Lo que sigue.

Y después del fuego vino un suave murmullo.

La parte que es el milagro mas hermosos que puede suceder el la vida de cualquier persona. Sentir la presencia de Dios. Pero la presencia de Dios no es estridente, ni conflictiva, ni amenazante, incluso no es como cuando recibimos el Espíritu Santo que nos hace sentir tal vez culpa o remordimiento. Es una paz increíble que pasa todo entendimiento. Es una paz que te indica que de alguna manera todo va a estar bien. Que te dice que si existe alguien en quien puedes confiar. Que te da a entender que es Dios. Pues solo alguien con un gran poder y un gran amor pude hacerte sentir algo similar.

Les decía que esta predicación era mas bien para los ya conversos, y la razón es que debemos recordar ese momento en que Dios nos tomo, y recordar estas mismas experiencias que vivimos y también como nos sentimos ese día especial. Dios tiene un encargo para todos nosotros. Tiene una labor. Pero si recordamos bien, sabemos que en este trabajos no estamos solos y tenemos su amor y su protección.

13 Cuando Elías lo oyó, se cubrió el rostro con el manto y, saliendo, se puso a la entrada de la cueva.

En ocasiones les digo: “Dios me dijo”. La cuestión es que yo conozco la voz de Dios, pues Dios ya me ha hablado antes. Y la Biblia dice claramente

Juan 10 Jesús, el buen pastor1 »Ciertamente les aseguro que el que no entra por la puerta al redil de las ovejas, sino que trepa y se mete por otro lado, es un ladrón y un bandido.2 El que entra por la puerta es el pastor de las ovejas.3 El portero le abre la puerta, y las ovejas oyen su voz. Llama por nombre a las ovejas y las saca del redil.4 Cuando ya ha sacado a todas las que son suyas, va delante de ellas, y las ovejas lo siguen porque reconocen su voz.5 Pero a un desconocido jamás lo siguen; más bien, huyen de él porque no reconocen voces extrañas 14 »Yo soy el buen pastor; conozco a mis ovejas, y ellas me conocen a mí,15 así como el Padre me conoce a mí y yo lo conozco a él, y doy mi vida por las ovejas.

Entonces no solo yo sino cada uno de nosotros debemos reconocer la voz de Dios cuando nos habla. Y mira lo que le paso a Elías.

Entonces oyó una voz que le dijo:

—¿Qué haces aquí, Elías?

Que sea palabra de Dios efectiva para ustedes. ¿Que haces aquí?

(Escrito: T.tock © SdeC Comunidad Cristiana Interdenominacional, Imagen cortesía de ©Corbis)