31 diciembre 2008

*Predicación 14.12.'08 ‘Tu iluminas la Navidad’

Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Isaías 9:6 (Reina-Valera 1960)

Hubo una época en la que no había celebración de navidad, imaginen eso, no había un pino iluminado y decorado, no había santa Claus ni regalos, ni aguinaldos ni vacaciones, no había coches con cuernos y nariz de renos como los vemos hoy por la calle. Peor tantito ni tamales ni champurrado, ni pavo con su relleno, no había bacalao ni pierna al horno...toda la abundancia que hoy tenemos en navidad no existía cuando María se encontraba con Jesús en su vientre…su tierra se encontraba en manos de un imperio que los oprimía, sus libertades estaban restringidas, José había dudado de casarse con María. El mundo de su época, la tierra donde ellos Vivian era las más oscura en todo el mundo.

Los judíos de la época esperaban a ese Admirable, a ese Consejero Dios fuerte, a ese Príncipe de Paz que la profecía anunciaba. Para tener libertad de ser, para tener libertad de creer, de adorar en el templo, para seguir con sus costumbres y no vivir exprimidos en impuestos, humillados como pueblo sin Libertador.

Nosotros en nuestra época no estamos lejos de vivir en esa oscuridad, sin esperanza y con miedo, con una oscuridad que no nos deja ver la luz . Últimamente nos rodea una crisis financiera, desempleo, accidentes, muertes, violencia, chantajes . Oímos de extorsiones y robos. Hoy en día ese es nuestro mundo real, quizá sintamos miedo e incertidumbre como lo sentía mucha gente de la época de José y María.

Pero Dios no está lejos de nosotros, esta Navidad El se ha acercado a ti y a mí, no nos ha abandonado, El está con nosotros ahora, como lo estuvo con ellos, en ese camino a belén donde habían de ser empadronados, ese camino que quizá era oscuro y donde al llegar no encontrarían un lugar acondicionado para dormir. Nuestro niño este niño que nos es dado, para que nuestra vida tenga un significado y propósito, rodeado de una sencillez inigualable.

Dios en su infinita fidelidad y misericordia nos presenta a su hijo en medio de un nacimiento humilde y sencillo, rodeado de unos sabios de oriente que presentan ofrendas , de pastores que llegan con gran júbilo a adorar al niño Rey que ha nacido y a quienes el Ángel al aparecérseles les dice

“ NO TENGAN MIEDO LES TRAIGO BUENTAS NOTICIAS DE GRAN ALEGRIA PARA TODOS…. PARA TODOS….NO TENGAS MIEDO….EMANUEL”, Dios con nosotros ha venido a traer esa Navidad que hoy más que nunca necesitamos…su luz admirable ha venido a nosotros para decirnos…tu eres la luz de esta navidad, más que las luces en los arboles, más que las luces en las casas, más que las luces en de las tiendas.

Ese niño que creció y nos enseño que el amor es más grande que el odio, que la paz no nos la da como el mundo a medias, sino que es una paz que no podemos entender y que expulsa el miedo de nuestros corazones y que la vida eterna que nos regalo es aun mas grande que la muerte porque esta ya fue vencida por El mismo atreves de su sacrificio….Este niño que celebramos en Navidad es la fuente de la verdadera Luz y tu y yo tenemos que ser un reflejo de esa luz en la sencillez de corazón borrando todo vestigio de superficialidad.

El nacimiento humilde de este gran Rey nos invita a reflejar Bondad en lugar de orgullo, a perdonar en lugar de guardar rencor, a ser buen ejemplo en lugar de hacer que otros tropiecen, a enseñar todo lo que este Jesús nos dejo como ejemplo.

Cuando veremos Luz en nuestras vidas y en nuestra sociedad?

Cuando comencemos a reflejar la luz de Jesús, que esta luz pueda brillar en todos los lugares donde estemos, no devolviendo mal por mal sino venciendo el mal con el bien.

Esta navidad en tu cena, en tu reunión de familia o de iglesia recuerda….hoy podemos celebrar con muchas luces en nuestro pino, en la casa y en las calles, hoy podemos celebrar con una deliciosa cena y muchos regalos, porque El creador del mundo dispuso que tuviéramos un salvador, Emanuel Dios con nosotros. Por El estamos protegidos contra la oscuridad y la muerte del alma.

No seamos como aquel hombre rico que prefirió tomar sus riquezas e irse en lugar de seguir a Jesús. Seguir a Jesús no es tan difícil como le pareció a ese hombre rico…comienza por imitar la sencillez y la humildad del Niño Jesús…muchas cosas buenas sucederán si actuamos reflejando su vida en medio nuestro.

Esta navidad tú la iluminas, tú la reflejas, esta navidad.

Jesús te dice NO TENGAS MIEDO PORQUE TENGO NUEVAS DE GRAN GOZO PARA TODOS…

Feliz navidad.

(Escrito: Jaime © SdeC Comunidad Cristiana Interdenominacional, Imagen cortesía de ©Corbis)

05 noviembre 2008

*Predicación 26.10/&2.11/'08 “La fuerza oscura contra la fuerza luminosa”

(Primera parte)
La oscuridad…

- Cuando era niño, mis padres y los adultos a mi alrededor me enseñaron a ocultar algunos sentimientos, principalmente los que dejaran ver alguna debilidad.
- Al crecer me di cuenta que era fácil ocultarme ante los demás, principalmente en la adolescencia, incluso fui capaz de proyectarme bajo una actitud áspera, siniestra y retante.
- Luego, de más joven y entrando en contacto con personas más comunes a mí, pude relajarme más y pude salir de esa apretada vida. Seguí cubriendo mi personalidad pero en ésta etapa traté de abandonar todas las capas que me estorbaran. Quería que la gente me viera como yo creía ser.
- Pasando ésta etapa y más ligero de equipaje, estaba abierto a aprender. Como no tenía ya muchas capas que cubrieran mi verdadero yo, pude también practicar lo que estaba aprendiendo… me di cuenta que las personas que me rodeaban tenían también cualidades y debilidades. Pensé que saber cuáles eran esas características me colocaría en una posición privilegiada.

No fue así… la verdad de las personas y las mías propias son sólo capas y capas de información de sobra, que no dan más que eso… información.
El saber de mí y de los demás no garantiza mucho.
Me di cuenta que estaba como al principio… y que los adultos que me enseñaron de niño a ocultar mis sentimientos eran niños disfrazados de adultos… lo único que los diferenciaba de un niño era que ganaban el dinero suficiente para liberarse de sus propios padres para seguir sus vidas bajo sus propias reglas.


Al escribir este sermón, Dios asentó lo que había estado analizando este año… Debajo de cada persona existe una luz que es controlada y opacada por años y años de adiestramiento familiar y religioso. ¿Tienen idea de lo que pesan las tradiciones, los dogmas, las
banderas, el pasado y las idiosincrasias? Todas estas características y esa formación o educación nos hacen ser quienes somos… ¿pero, quiénes somos realmente tras esas capas? ¿Son desgraciadamente esos adjetivos los que obscurecen nuestro verdadero ser? Y lo que es peor… ¿Son estas cualidades humanas las que impiden que tengamos una relación con Dios de manera auténtica, eficaz y de buenos frutos?

Algunos están pensado que no, que la educación que recibieron fue la mejor. Lo cual es buenísimo, porque eres un adulto del cual se puede percibir una gran madurez y dominio propio… Pero hasta estas líneas me estaba refiriendo sólo a las cosas del mundo, el reino de Dios es otra cosa.

La Biblia (palabra de Dios) nos pide ser auténticos aún bajo las cosas buenas que hemos aprendido en el pasado y nos exhorta, por ejemplo a ser como niños: Leemos en
Mateo 18: 1-4 En ese momento los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron: —¿Quién es el más importante en el reino de los cielos? Él llamó a un niño y lo puso en medio de ellos. Entonces dijo: —Les aseguro que a menos que ustedes cambien y se vuelvan como niños, no entrarán en el reino de los cielos. Por tanto, el que se humilla como este niño será el más grande en el reino de los cielos.

Fíjate bien como es un niño… bueno o malo, alegre o triste, gritón o callado… es muy difícil que veas en ellos alguna actitud falsa. Y aún cuando traten de mentir o actuar, te darás cuenta fácilmente de sus intenciones, pues ellos no son dominados por ideas o formaciones… están en una etapa natural de inocencia y sinceridad.

¿Qué tiene que ver esto con la densa oscuridad del mundo?

Los adultos educan niños (as), preparándoles para un mundo feroz y competitivo, y al salir del hogar se confirma el porque de esa preparación, los demás niños a nuestro alrededor fueron educados con ideas similares. Nos llevan a la iglesia nos instruyen (bien o mal) en la palabra. Pagan escuelas y universidades y finiquitan un proyecto de vida que nos dará las facilidades de sobrevivir en este mundo obscuro y digno de conquistar. Todo esto está muy bien, es como
funcionan las cosas aquí, pero no es de sorprendernos que después de toda esa educación el mundo quede poblado y manejado por adultos feroces y acomodados en un mundo obscuro, como resultado de esta competividad cotidiana y común. Pero, nos quedamos con esa actitud día y noche, bajo cualquier circunstancia, aún después de haber triunfado, nos colgamos y auto acreditamos la victoria y nos ponemos la corona. Nos enamoramos del “poder” y jamás regresamos a la humildad primera de la infancia.. por temor a perder lo ganado, evitamos ser débiles, honestos y auténticos, nos quedamos bajo la mascara, ocultando cosas malas y cosas buenas indiscriminadamente, ese es un factor que nos mantiene en cierta obscuridad y congraciados con el mundo.

Ésta es mi forma de definir la oscuridad:
Cuando no es nublado y es de día… y vemos arriba hacia al cielo, lo que
miramos no es más que un color brillante color celeste, efecto de la luminosidad que el sol le regala a la atmósfera. Pero cuando el sol se esconde de nuestro lado terráqueo es entonces que deja ver la realidad, lo que vemos es el negro, oscuro y frío espacio, casi ausente de luz. Y si creemos en las teorías científicas sobre el universo, podemos destacar que más del 75% de este espacio es carente de luz. Ésta teoría se aplica a todos los aspectos en la vida… el 75% de todo cuanto existe es en cierta forma una materia obscura, engañosa, intrincada y complicada… es eso que llamamos humanidad.

La densa oscuridad reina éste mundo y en nosotros… (sólo si lo permitimos) Les daré algunos ejemplos… - Cuando vemos los logros de toda una vida de una persona, desgraciadamente para los demás destacan siempre sus desaciertos o errores, sus virtudes (aunque muchas) sucumben ante una pequeña mancha en su historial. - Una sóla gota de negro que se mezcla con un litro de tinta 100% blanca bastara para convertirla en toda una vida permanentemente gris 75. - En un grupo de personas que animosamente se ponen de acuerdo para planear sus estrategias, un sólo comentario negativo tiene el poder de desanimar o desalentar el entumíamos original.


Ahora bien, siguiendo con la teoría de la luz y la oscuridad, y aunque la diversidad nos da pie a pensar en un mundo de colores… pareciera entonces que estamos en un mundo gris, donde el color más brillante se homogénea para marchar todos a la obscura cotidianidad de la pesada “armonía” que reina en este mundo donde el ganador es el más feroz. Podríamos pensar que el mundo está casi lleno de personas envenenadas de egoísmo, luchando y pisando a los demás por su propio interés o éxito... si ésta teoría es real, no se desanimen, veremos que tenemos aún mucho por descubrir o iluminar.

Es entonces según lo que creemos los cristianos que Jesús es la luz que ilumina nuestra existencia dando vida a tan tremendas formas de existir en este mundo. Leemos Juan 1: 1-13… En el principio ya existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. Él estaba con Dios en el principio. Por medio de Él todas las cosas fueron creadas; sin Él, nada de lo creado llegó a existir. En Él estaba la vida, y la vida era la luz de la humanidad. Ésta luz resplandece en las tinieblas, y las tinieblas no han podido extinguirla.

Para lograr ver en la oscuridad es importante valerse de otros medios que no sea la vista, depender tanto de ésta cualidad nos hace esclavos de lo que se nos presente o de quien se nos ponga enfrente, hacemos caso sólo a lo que vemos, y aparentemente la verdad es muy engañosa.

Cualquiera que desee proyectarse así mismo podrá hacerlo de la manera que le plazca y en cualquier momento, usando el disfraz más adecuado para la ocasión.

La mayoría de nosotros mentimos a una velocidad inconsciente, constantemente, somos realmente como un actor que adoptó la personalidad que la vida le obligo a tener y a proyectar.
En mucho es por un instinto natural llamado ‘vergüenza’ el decoro y la prudencia mantienen un lado privado, un mundo oculto que necesitamos mantener así por razones sociales… esa “capacidad” social nos hace expertos en la mentira, y usamos esa herramienta también para actuar. Cuando nos aislamos tanto de la realidad llegamos a convertirnos en ese ser obscuro que irradia una luz ajena… ajena, disfrazada, engañosa por que en realidad esa luz se proyecta más no ilumina, es como la luz de un proyector, iluminando los escenarios que ocupamos como plataforma de un plan de vida diseñado previamente y que no hace más que cumplir con el “vive y deja vivir,” como un pedazo de metal ruidoso.
En este sentir, todos somos pecadores, y usamos la mentira como herramienta.
- Si decimos: "No tenemos pecado", nos engañamos y la verdad no está en nosotros.
- Si decimos: "No hemos pecado", le hacemos mentiroso y su Palabra no está en nosotros.

En ese estilo de vida cotidiano nos reconocemos pero sólo con el maquillaje y el atuendo que seleccionamos. Es tanto el uso de ese rol que de hecho nos sentimos ese personaje, el verdadero ‘yo’ está escondido entre la vergüenza de ser como eres sin temor a la critica y la poderosa mentira que has creado de tí mismo. El verdadero “yo” se esconde y se proyecta en cada comentario que haces, sólo quienes tienen capacidad de ver más allá de tus palabras saben lo que en realidad estás diciéndole al mundo y a Dios.

Cuado te miras al espejo, lo que ves en realidad es una construcción de acuerdos y desacuerdos mentales, basados en lo que ves, y juzgas según tu estado de ánimo. Pesa mucho la opinión ajena, pero tiene mayor importancia la autocrítica, el cuidadoso perfeccionismo y la laboriosa maquinaria llamada ‘mente’ nos hace depender mucho de lo que sentimos, el más poderoso de los sentidos al cual tu mente da más crédito, es la vista. Ésta es la trampa que nos mantiene en la obscuridad a la que me refiero y la cual predomina en este mundo, iluminado en artificio, por bombillas eléctricas, pero oscurecido de mentiras e hipocresías.

La oscuridad de nuestra propia mente nos lleva al siguiente punto:
Si mi teoría es correcta, el 75% de la población se encuentra en obscuridad, rodeados de mentiras, escondiendo intenciones, siendo partidario con el mundo, y regalando unos grises pintados de blanco pero que en realidad son más negros que la noche, ocultando la verdad de Cristo e inconscientemente obstaculizando el ministerio… una teoría así suena a una conspiración maligna… pero créanme, el mundo está lleno de secretos.

¿Qué hacer para sacar de éste mundo y de nosotros mismos lo mejor?
Una herramienta que yo uso, personalmente es la documentación… en donde la mente juega el papel de un archivero histórico, registrando eventos factibles de cada persona, y valorando según sus hechos a cada persona. Separando un poco los sentimientos, la frialdad del análisis te lleva a descubrir la verdad sin partidismos. Se puede conocer a una persona con el tiempo, el tiempo que se lleva lograrlo dependerá de que tanto uses todos tus sentidos para ver.
A menor dependencia de sólo un sentido menor el tiempo de documentación.

Es así, que para destacar por sobre éste mundo oscuro, lleno de personas que ocultan sus sentimientos tras personalidades diversas y actitudes ambiguas, se vale uno de las herramientas necesarias que aporta el conocimiento y la sabiduría… y aún así el tesoro del saber no trae necesariamente la felicidad (como lo dije en un sermón anterior)

Por supuesto hay algo más allá de las personalidades… está el amor, esa gran capacidad que en teoría todos sabemos pero que en la práctica pocos conocemos… La clave estaba ahí… y lo dije antes… de que sirve conocer a una persona si lo que sepas de ella te hará detestarla… no digo odiarla… nadie usa esa palabra, preferimos decir por ejemplo… esa persona simplemente la conozco como es y no la quiero cerca de mí”

Saber las teorías de la personalidad afiladamente como un psicólogo, definitivamente te hará conocer a las personas y tolerarlas, pero la capacidad de ver más allá de esas capas te hará amarlas. La capacidad de amar la tienen todos los seres humanos y sin embargo, se perfecciona en Cristo.

En la segunda parte de éste sermón, veremos las ventajas que tiene destacar por sobre la obscuridad del mundo pero estando en la luz de Dios.

Antes de eso quitemos el velo, mira la realidad y busca a esa persona auténtica que existe en ti y deja que ese conocimiento te lleve fuera de la obscuridad, pues en la luz nos es más conveniente estar.
Porque cuando llegamos o lleguemos al momento cumbre de aceptar el llamado de Jesús hacia la salvación y perdón, se hace un análisis de nuestras faltas o pecados…
¿eres o fuiste auténticamente tu quién platicó con Dios o fue ese ser oculto bajo las capas?
Cuando Cristo llegue por ti… ¿te reconocerá tras tantas capas, te verá bajo un manto obscuro?

Yo creo firmemente que Dios trabaja con las personas que son auténticas, buenas o malas en este momento no lo estoy discutiendo… Dios vino para los que lo necesiten, pese a todo y a todos, Él está para escucharte, sea lo que sea, seas como seas… pero se tú.
Salte un poco de la sombra de tus capas y recibe la luz, la claridad de la verdad en Cristo Jesús… te aseguro que ganaras más terreno y más rápido será tu ascenso que si sigues tus viejas creencias. Sólo sé tú.

(Segunda parte) La Luz

leemos Juan 1: 1-13 En el principio ya existía el *Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. Él estaba con Dios en el principio. Por medio de Él todas las cosas fueron creadas; sin Él, nada de lo creado llegó a existir. En Él estaba la vida, y la vida era la luz de la humanidad. Esta luz resplandece en las tinieblas, y las tinieblas no han podido extinguirla. Vino un hombre llamado Juan. Dios lo envió como testigo para dar testimonio de la luz, a fin de que por medio de él todos creyeran. Juan no era la luz, sino que vino para dar testimonio de la luz. Esa luz verdadera, la que alumbra a todo ser humano, venía a este mundo. El que era la luz ya estaba en el mundo, y el mundo fue creado por medio de él, pero el mundo no lo reconoció. Vino a lo que era suyo, pero los suyos no lo recibieron. Más a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dió el derecho de ser hijos de Dios. Éstos no nacen de la sangre, ni por deseos naturales, ni por voluntad humana, sino que nacen de Dios.

Es importante reconocer que a Jesús como la luz, ya que en el tendremos capacidades incomparables y de total utilidad para nuestro bien y el de nuestro prójimo. Una de las herramientas que más me ha servido sobre las teorías que explican la complejidad y la diversidad de las personalidades es el entendimiento con propósito. Desde que lo comprendí, siempre he dicho: “no analices a alguien más que con la finalidad de empatizar o ayudar.” Pues, ¿De qué sirve conocer a una persona detrás de la máscara, o qué beneficios se encuentra de eso, si sólo se usa para juzgar a las personas, valorarlas o desvalorízalas por lo que hacen en la oscuridad? De poco sirven en el orden espiritual si el saber de más no conlleva a un propósito bueno. La guerra está perdida desde el momento que descubrimos lo terribles o inmaduras que pueden ser las personas ya que el poder del saber también puede llevar a la destrucción. Al final no hay aliados, no hay justo ni aun uno. Toda esa rudeza que aflora en las personas es una capa gruesa de nubes que ocultan algo valioso.

Cuando no está nublado, la luz llega en todo momento a iluminar impresionantemente las cosas… Esa es una valiosa cualidad que podemos usar para ver con buenos ojos a las personas, es un regalo de Dios que podemos aprovechar para mirar mejor a las personas detrás de lo que ocultan. Detrás de cada persona, detrás de sus máscaras, existe un gran potencial que sólo se puede descubrir evitando prestar atención a sus actitudes, generalmente en defensa, celosa de su pretenciosa apariencia.

Es tu deber como creyente en Cristo, amar a tu prójimo, aunque ese prójimo sea la persona que a tu juicio sea la peor de todas, si el amor que está dentro de ti es genuino, entonces tendrás la capacidad innata de ver en cada persona que existe un potencial y un lado positivo.

Ver, descubrir a las personas detrás de las máscaras por motivos honestos y buenos, es toda una deliciosa aventura. Todas las personas llevan encima de sus rostros, ropas, calzado, actitudes y reacciones, un lenguaje que hablas más de lo que odian o están tratando de ocultar. Sin esas cosas la persona no es mas que un ser igual a cualquiera. Conocer a una persona, sin prestar demasiada atención a sus folclóricas y ridículas máscaras, sin tomar atención a lo que desea ocultar (sus razones tendrá y no deseo juzgarla por eso) es una labor generosa. Pues dar crédito de buenas a primeras a una persona por su mera apariencia, por lo que desea proyectar en grupo, por sus palabras escogidas, por sus credenciales plásticas es evitar conocerla a profundidad, logrando sólo aceptarla por quien es en ese momento. Con el tiempo aceptamos a las personas así, de momento a momento solamente.
Nos acostumbramos a las personas por como actúan o se proyectan… si una persona es egoísta, arrogante, grosera… entonces decimos rápidamente “él es así” o “ella es así” Pero mucho ojo… no mires eso… todos dirán eso de esa persona y aún ésta persona se podrá sentir así… pero tú no lo creas, ve (mira) más dentro… mira bien donde la luz no llega… en ese lugar tan oculto está el potencial de esa persona.

Si tú tienes ese momento de luminosidad, y descubres en alguien ese potencial que él mismo oculta en su gruesa piel y corazón duro… experimentaras el milagro de haber descubierto un continente, lleno de vida, luz y posibilidades, incluso desconocidas por el mismo portador de ese cuerpo. Si ya tienes práctica en eso… ya eres como Jesús que sabía mirar en los demás ese potencial en las personas que el mundo considero débiles, sin esperanza, en los perdidos.

Una vez escuché decir a una cantante “Yo no sé que ve Dios en mí” Pues yo si sé que ve en tí… ve el potencial en cada pecador y desea que cada uno tenga la capacidad de ver en sí mismos y en los demás el valor intrínsico de las personas.

En el principio era la oscuridad y con la luz Dios fue abriendo paso a la vida… y antigüamente Dios caminaba y platicaba a viva voz con la humanidad, luego se aparto Dios de la humanidad pues esta decidió ir por un camino propio… pocos profetas y escogidos pudieron sentir a Dios y ver sus propósitos… Luego vino una etapa de total silencio de parte de Dios… en medio de está obscuridad llegó de nuevo Dios en la forma de Hombre con un nuevo pacto… y con Jesucristo se rompió el grueso velo que tapaba a Dios del resto de la humanidad.
Ahora esa luz vive dentro de cada persona y una terrible oscuridad desea opacarla. No permitas que tu propia personalidad cubra lo bueno que hay en ti y el potencial que tienes.

Yo imagino que Dios, al término de su creación estaba contento con lo que había hecho… principalmente porque vio el potencial que la humanidad tenía. La desobediencia los llevó a tapar de nuevo lo que de por si era inocente y lleno de posibilidades. Las personas siguen tapando sus posibilidades con el atuendo de su actitud. El valor más grande que Dios nos regala es la capacidad de amar, esa cualidad nos hace tener luz en el conocimiento por sobre las personas que se ocultan tras sus actitudes, ventaja que sólo podemos aprovechar para comprender, perdonar, soportar y esperar.

Si lees lo evangelios, léelos para ti primero, Dios te da a conocer, abre los ojos de las personas con su palabra, traé luz y vida aún en las tinieblas con el propósito no sólo de que veamos sino también para que seamos su luz en el mundo. Lean en
Mateo 5:13-16 Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve insípida, ¿cómo recobrará su sabor? Ya no sirve para nada, sino para que la gente la deseche y la pisotee. Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad en lo alto de una colina no puede esconderse. Ni se enciende una lámpara para cubrirla con un cajón. Por el contrario, se pone en la repisa para que alumbre a todos los que están en la casa. Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el cielo.

Si tu tienes ese momento de iluminación en tí mismo, sabrás de lo que estoy hablando…Y lo que es aún más bello… si tú has tenido esos momentos de iluminación y los has descubierto porque Dios te llevó a ese momento… entonces el gozo es aún mayor que mil watts de potencia. La iluminación divina cubre abismales lugares de obscuridad de infelicidad, desolación, amargura, ignorancia y pecado. Esa luz es tan grande que crea luz en cada persona que es tocada por el mismo Dios, nadie extraña la fría oscuridad de la ignorancia, la duda. Nadie al descubrir la luz extraña las hipócritas máscaras que alimentaban nuestro ego y nos evitaban ser quienes somos. Quien diga que los milagros no existen, miente o jamás los ha experimentado.

Atrévete a mirar en cada persona (sin excepción alguna) el potencial que esconden, y te costará trabajo despreciarlas por sus múltiples debilidades.
Amar es saber mirar con ojos de compasión y anhelo de buenas intenciones.

Dios mira en nosotros un potencial humano, la capacidad de amar por cuenta propia.
Dios mira en nosotros algo bueno, y nosotros miramos en la humanidad sólo lo malo.
Dios ha tenido misericordia de mí, y ha visto en mis cuentas saldadas por el mismo Cristo.
Si Dios me ha perdonado y continua viendo en mí las capacidades que insisto en esconder, aprendamos a desarrollar ese instinto y miremos pues a los demás como Dios nos mira a nosotros.

1ª de Juan 1: 5-19 Éste es el mensaje que hemos oído de él y que les anunciamos: Dios es luz y en él no hay ninguna oscuridad. Si afirmamos que tenemos comunión con él, pero vivimos en la oscuridad, mentimos y no ponemos en práctica la verdad. Pero si vivimos en la luz, así como él está en la luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesucristo nos limpia de todo pecado. Si afirmamos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y no tenemos la verdad. Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad. Si afirmamos que no hemos pecado, lo hacemos pasar por mentiroso y su palabra no habita en nosotros.

Amén.
DLB


(Escrito: c.zar © SdeC Comunidad Cristiana Interdenominacional, Imagen cortesía de ©Corbis)

07 octubre 2008

*Predicación 28/09/'08 “Dónde está lo aprendido”

Esta predicación es más bien dirigida a la Iglesia. Por varios años hemos estado congregándonos ya sea en ésta iglesia (SdeC) o alguna otra, y durante nuestra estancia en el camino del Señor hemos escuchado cientos de predicaciones. Unas nos han hecho reír, otras nos han hecho llorar, y algunas otras nos han hecho recapacitar en nuestros caminos… y se que algunas nos han hecho acercarnos más a Dios.


Pero pareciera como si este conocimiento fuera temporal, tan pasajero como nuestras emociones, como si estas predicaciones fueran dirigidas solo a nuestras emociones y no a nuestro espíritu. Como si nuestro intelecto tuviera una deficiencia de retención.

Aclaremos algo, cada predicación expuesta es para alimento espiritual y para un buen desarrollo en la vida del cristiano, pero como sabemos, parecería que las predicaciones son lecciones temporales, pasajera y oportunistas.

Estudiar la palabra de Dios, no es solo para obtener conocimiento, eso lo hacen los ateos y no dudo que alguno que otro budista. Yo tenía un amigo que la leía para encontrar (según él) defectos con los cuales atacar a los cristianos.
Lo más importante que debemos entender es: ‘que hacemos con el conocimiento de la palabra’

La Biblia no es para alimentar nuestro intelecto, que de por si lo hace siendo esta un arma tan poderosa. El intelecto es parte vital al leer y estudiar la palabra pues es lo que nos va a ayudar a hacer decisiones. No me mal interpreten... ese conocimiento por si solo no debe quedarse en la mente así nada más. Una vez que entre ese conocimiento debemos encontrar la manera de que entre también en nuestro espíritu y se quede ahí. Siendo que la palabra esta alimentando nuestro espíritu, debemos de nutrirlo regularmente.

Zacarías 7:8-1La palabra del Señor vino de nuevo a Zacarías. Le advirtió: «Así dice el Señor Todopoderoso: »"Juzguen con verdadera justicia; muestren amor y compasión los unos por los otros. No opriman a las viudas ni a los huérfanos, ni a los extranjeros ni a los pobres. No maquinen el mal en su corazón los unos contra los otros." »Pero ellos se negaron a hacer caso. Desafiantes volvieron la espalda, y se taparon los oídos. Para no oír las instrucciones ni las palabras que por medio de los antiguos profetas el Señor Todopoderoso había enviado con su Espíritu, endurecieron su corazón como el diamante. Por lo tanto, el Señor Todopoderoso se llenó de ira.

…Pero tú, permanece firme en lo que has aprendido y de lo cual estás convencido, pues sabes de quiénes lo aprendiste. Desde tu niñez conoces las Sagradas Escrituras, que pueden darte la sabiduría necesaria para la salvación mediante la fe en Cristo Jesús. Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia, a fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para toda buena obra. 2 Timoteo 3:14-17 Es una invitación a no dejar lo aprendido a un lado, para toda buena obra… no sólo para satisfacer una emoción o necesidad temporal sino para este estilo de vida que estamos buscando.

...Así ya no seremos niños, zarandeados por las olas y llevados de aquí para allá por todo viento de enseñanza y por la astucia y los artificios de quienes emplean artimañas engañosas. Efesios 4:14 dice que no seamos como niños fluctuantes. Que nos platican algo, cualquier cosa y lo consideramos o hacemos totalmente verdad de buenas a primeras, o nos convences de cualquier cosa fácilmente. Debemos anclar nuestra fe en la palabra de Dios, confiar en aquel que hace las promesas y no depender de las promesas.

Somos considerados como un tesoro contenido en vasos de barro. Si somos barro, el tesoro en nosotros es Cristo. Y su palabra, palabra de verdad. Así que siguiendo en la verdad como dice el verso 15, crezcamos en todo.

Que desperdicio sería que después de haber aprendido tanto no hayamos crecido, y está palabra no fuera otra cosa más que un conocimiento aislado.
Sólo algo que sé, que mi mente conoce… pero que jamás he vivido.


(Escrito: T.rock (corrección de estilo para el BLOG: c.zar © SdeC Comunidad Cristiana Interdenominacional, Imagen cortesía de ©Corbis)


02 octubre 2008

*Predicación 21/09/'08 “Mis verdaderas intenciones”

¡Cuantas veces hemos oído un disparate seguido de una cita Bíblica!, ¡Como si un error humano pudiera legitimarse con una verdad divina¡

En ocasiones es imprescindible citar ampliamente las escrituras, sobre todo en un estudio bíblico o cuando se quiera respaldar algún tema en discusión con hechos de la Biblia. Pero este no es el punto que me preocupa sino aquel en que mal usamos la Biblia y las escrituras con el afán de obtener un beneficio personal, ya sea físico, económicos o psicológico. 1 Pedro 2:1 1 Por lo tanto, abandonando toda maldad y todo engaño, hipocresía, envidias y toda calumnia.

Un ejemplo de esto es cuando citamos algún pasaje bíblico con la intención de molestar, para ocultar lo que nosotros quisimos decir utilizamos la Biblia. Casualmente escogemos partes o versículos con referencias animales como, asnos, puercos, o defectos como torpeza, vanidad, o fallas espirituales como, apostasía, incredulidad y seguido de todo esto ponemos el infalible recurso de “en al amor de Cristo” y no dudo que El lo halla dicho con amor, pero… ¡La intención de mi corazón! ¿Que quise decir en verdad?, ¿Que quise ganar?

Aquí otra situación, cuando en evidencia de una mala acción o una acción indebida, usamos un cita bíblica para callarle la boca a alguien ya que ante la palabra de Dios toda lengua enmudece, recordemos que ese es un recurso muy viejo y asta el Diablo lo utilizo cuando quiso tentar a Jesús en el desierto, recordemos que nadie sabe más de la palabra de Dios aparte de El, que el Diablo, aunque las aplique mal. Usamos las citas bíblicas como una cortina de humo que distrae la atención de nuestra torpeza. En nombre de quien usamos la Biblia, pero recordemos, en nombre de quien, no en nombre de quien digo que las uso.

Cuando al hablar ante un público leemos toda una cita Bíblica no como un soporte sino como lo único que teníamos que decir, bastaría con decir la referencia, libro, capitulo, versículo. Es verdad, Dios nos da los recursos para que… para usarlos y es verdad, Dios nos usa, pero no somos una herramienta que después de usarse se descarta, somos re-usables, y podemos reconocer que Dios nos usa y no alguien más, cuando en ese proceso nosotros mismos somos edificados, transformados, cambiados para bien, cuando nos volvemos mejores ante los ojos de Dios y no de nuestra propia vanidad. Podríamos decir que es obra de Dios por los frutos que esta produce. ¿Que frutos hemos dado?

Cuando amontonamos citas Bíblicas que apoyen aunque sea en una palabra lo que nosotros pensamos y descartamos aquellas que las contradigan, este es un dialogo inútil, vacuo, donde además menospreciamos la misma palabra de Dios, recordemos que dos verdades juntas no hacen una verdad mas grande, no podemos soportar una verdad aislada, la Biblia es un gran libro, pues se soporta a si mismo capitulo tras capitulo desde el Génesis asta el Apocalipsis. Los silogismos no siempre son verdad. El peso de la palabra de Dios no se incrementa por la cantidad de frases sueltas que junte sobre el mismo tema. Si yo apilo un montón de libros, los puedo usar para alcanzar una caja de galletas sobre un estante, o los puedo leer y conocer y aprender su contenido. Y lo más importante, que este conocimiento lo puedo usar.

Algunas Biblias tiene una parte llamada concordancias, ustedes escogen una palabra y la busca ahí y les dirá donde encontrar esa palabra dentro de la Biblia, después armen un mensaje con todas esas partes bíblicas y en muchas ocasiones no lo podrán hacer pues algunos de los puntos no coinciden con los de otra parte por que no es la palabra sino el contexto en que se dice lo que le da fuerza, y validez.

Hace algunos días platicando con unos amigos comentábamos sobre la cita Mateo 18:17 “Si se niega a hacerles caso a ellos, díselo a la iglesia; y si incluso a la iglesia no le hace caso, trátalo como si fuera un incrédulo o un renegado” …y decía: - hagámoslo, la Biblia lo dice. Y recordamos en ese momento que también dice el 15 y 16 »Si tu hermano peca contra ti, ve a solas con él y hazle ver su falta. Si te hace caso, has ganado a tu hermano. Pero si no, lleva contigo a uno o dos más, para que"todo asunto se resuelva mediante el testimonio de dos o tres testigos" y recordé también que en Filipenses 2:21 pues todos los demás buscan sus propios intereses y no los de Jesucristo”
¿E
n beneficio de quien estamos trabajando, corrigiendo, enseñando? ¿Cual es la intención de pararme en una iglesia a predicar? Trasmitir un mensaje inspirado por Dios, para que el propósito de Dios se cumpla o trasmitir un mensaje de Dios para que se haga lo que yo quiero. Para beneplácito de Dios o mío. Cuantas veces nos hemos parado en el pulpito de una iglesia no para testificar lo grande que es Dios, sino para testificar lo grande que soy yo cuando hablo de El. Si, Dios nos glorifica, pero no para nosotros mismos, sino para El.

En el nombre de Dios se han cometido las peores atrocidades de el mundo, y las personas que utilizaron el nombre de Dios como bandera para desenfundar la espada contra sus semejantes no eran muy distintos a nosotros, es más, muchos de ellos eran verdaderos expertos y conocedores del la palabra de Dios.

En la palabra de Dios hay poder, la intención del corazón del hombre que la usa pude definir si el poder que emana de ella será para construir y crear o destruir.

Dice una frase popular, el pueblo que no conoce su historia esta destinado a repetir los mismos errores. Durante mas de 2000 años ha habido cristianos, y todos nos hemos llamado el pueblo de Dios, necesitamos conocer nuestra historia, quienes formaron a la iglesia de hoy independientemente si fueron antes o después de Martin Luthero, pues el nació hasta 1483 y la santa inquisición nació en 1184, o sea que nuestras historias son las mismas.

Esto no significa que nos culpemos de los errores del pasado, que carguemos cruces ajenas, esto es mas bien aprendamos cuales fueron sus fallas, y pongámoslas en nuestra situación actual.

Ahora a todo este conocimiento que adquiramos agreguémosle una buena intención, la cual nace del amor y no de la autocomplacencia, lastima, vanidad, etc…

En Eclesiastés 3:1 Todo tiene su momento oportuno; hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielonos marca un tiempo para todo, y nosotros con la mejor intención queremos que todos estemos en el mismo tiempo, pero ni la semilla germina antes quitándole la testa ni el huevo empolla más rápido subiéndole la temperatura. Pablo busco a Timoteo y Epafrodíto porque eran de su mismo animo, no porque los otros fueran malos, los busco porque ellos (más o menos) andaban en un mismo pensar. Hay semillas que les toma más germinar, no es lo mismo una leguminosa que una confiera, ni el huevo de una colibrí al de un avestruz, ni la larva de una efimeróptera a la de una chicharra. No importa si naciste en una iglesia o en un hogar cristiano o en medio de Nueva Delí, cuando Dios dice ahora, es ahora. No cuando yo quiera o el pastor quiera, recordemos: - desapeguémonos de la semilla, cuidémosla, reguémosla y dejemos que Dios ponga el crecimiento.

No te engañes, cuando le quitas la testa a la semilla no es para ayudarle a esta a germinar, es por que quieres obtener algo. Cuando descascaras un huevo viable no es para ayudarle al polluelo, reconoce tu intención, ingenuidad, vanidad, afán de reconocimiento.

Cuando lo reconozcas entonces será tu tiempo de germinar, antes serás una semilla más.

(Escrito: Gerardo V. © SdeC Comunidad Cristiana Interdenominacional, Imagen cortesía de ©Corbis)

24 septiembre 2008

*Predicación 14/09/'08 “Auténticamente de Cristo”

yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia. Juan 10:10


Esta palabra habla sobre disfrutar los momentos que vivimos de continuo en Cristo. No habla si hay gente que está haciendo las cosas bien o las cosas mal, simplemente es un enfoque de las labores ministeriales como un valor agregado a una vida completa, llena en el espíritu, satisfecha, de paz, amor y rendición ante lo maravilloso y disfrutable que puede ser aceptar el llamado de Cristo.

Una noche soñé que unos científicos encontraban lo que fue la casa de Moisés y la descendencia directa de su estirpe. Lo que me llamó la atención fue que esa numerosa familia de pueblo, aparentemente eran personas muy felices, y esa apariencia no era una pose, se podía decir con seguridad que no estaban actuado papel alguno y estaba conformes con su existencia. De igual forma los científicos estaban siendo auténticos en su labor y estaban fascinados de hacerla.

Eran personas realmente con un valor, y ese valor lo tenían principalmente porque eran fieles representantes del propósito para el que habían sido llamados o escogidos. Pero por sobre todo aparentemente no les costaba trabajo, sacrificio, conflicto, pena, pesar o descontento lo que hacían o quienes eran o lo que representaban.

Yo sé que Moisés, cuando fue llamado a servir a Jehová, mostró cierto pesar y dudas en cuanto a sus capacidades como siervo… se subestimó ante la gigantesca misión que Dios le estaba imponiendo, y sin embargo Dios le dio confianza. Sólo bastaron sus palabras y Moisés se entregó día a día ante su ministerio y trabajo. El resto de la historia la conocemos… Jehová se manifestó ante el mundo egipcio, y sentó las bases en el pueblo Judío para ir tipificando y preparando lo que había de venir para el resto del mundo.

A lo que voy es esto:
La misión y la vida de un creyente en Cristo podrían verse como un gran compromiso impuesto, con grandes sacrificios de por medio y con muchos frutos por demostrar, pero eso es relativo a según el motivo y a según lo auténtico que sea tu llamado.

¿Si tú estas sintiendo que seguir adelante en el camino con Cristo te demanda cierta responsabilidad, apego, dedicación o incluso una inversión de tiempo o bienes materiales? Toma en cuenta las siguientes palabras:


A - Servir a Dios no es un pesar, puedes subestimarte al principio y pensar que no serás capaz, o que necesitas cierta preparación o incluso antigüedad en la Iglesia, etc. Pero no lo es tanto así.
Y ahora, Israel, ¿qué te pide el Señor tu Dios? Simplemente que le temas y andes en todos sus caminos, que lo ames y le sirvas con todo tu corazón y con toda tu alma, y que cumplas los mandamientos y los preceptos que hoy te manda cumplir, para que te vaya bien. Deut. 10:12-13
Quien sirve a Dios lo hará en cuanto reciba su llamado y lo responda con rapidez, Dios da la sabiduría necesaria en el momento adecuado, de eso ten la seguridad, y por sobre todo, al final de la ecuación, quienes sirven con alegría al Señor reciben recompensa emocional, intelectual y material por cuanto lo que dieron y ofrecieron fue auténticamente honesto.

B - Servir a Dios no es un sacrifico que hay que justificar con otros propósitos, es decir, quien a decidido servir a Cristo lo hará sin anteponer otros valores morales. No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos. Por lo tanto, siempre que tengamos la oportunidad, hagamos bien a todos, y en especial a los de la familia de la fe. Gálatas 6:7-10
Por ejemplo, Dios te puede sacar de tu apatía, de tu rutina, de tus depresiones, Dios te puede sacar hasta de las drogas, Dios es muy sabio y te puede ayudar a quitar tu egoísmo, tu vanidad, tu mal carácter o tu indiferencia en la vida… Pero, no le sirvas a Dios por eso… Dios no es un producto milagroso y farmacéutico que te salvará de tus pesares.

Los y las auténticamente servidores de Cristo son aquellos que realizan toda labor con alegría, se entregan con facilidad ante cualquier labor y no afloran sus quejas o críticas sobre los demás ni sobre ellos mismos.
Son felices de servir y se nota que lo son, no aparentemente sino auténticamente, es decir no están actuando un papel, no son falsos en sus estrategias o menesteres. No están haciendo un sacrifico para servir, no están dejando satisfacciones o compromisos terrenales, porque es un placer servir a Cristo.

Con todo esto quiero decir que las personas que tienen el privilegio de darse cuenta de cual es su propósito en este mundo, y son felices de realizarlo, representan un pequeño sector de la sociedad que de hecho no está buscando la felicidad, porque la felicidad vino a ellos en la forma de Cristo. Son personas que fueron llamadas, y no rechazaron a Cristo anteponiendo sus intereses personales. Esto es lo más irónico del mundo, la gente que busca la felicidad la está rechazando de Cristo, porque piensa que su bienestar depende de ellos mismos o de los demás.

No hay nada mas gratificante y duradero que servir a Cristo aceptando su llamado… Pero si buscas la felicidad en el amor de una pareja, puede que encuentres eso pero las personas cambian y fallan, si buscas el bienestar en el dinero, está muy bien, pero toma en cuenta que este viene y va, si lo buscas en los placeres o compromisos terrenales también aburren, o si quieres ser reconocido, guapo o popular, pues eso es también un objetivo muy efímero… etc… No me malinterpreten, creo que se pueden lograr estos y más objetivos terrenales, pero no pueden ser la causa de tu descontento o pesar, si el ministerio de Cristo está de por medio.

Entonces (Jesús) a sus seguidores a predicar el reino de Dios y a sanar a los enfermos. Diciéndoles: «No lleven nada para el camino: ni bastón, ni bolsa, ni pan, ni dinero, ni dos mudas de ropa. Lucas 9: 2y3.
Dios nos pide que no antepongamos cosa alguna a la hora de seguirle, las necesidades terrenales son importantes para vivir mas no son mas importantes que lo que nos pide hacer.

En otro pasaje que describe el llamado de Jesús a sus seguidores que se titula “Lo que cuesta seguir a Jesús” la cosa suena aun mas radical…Iban por el camino cuando alguien le dijo (a Jesús): —Te seguiré a dondequiera que vayas. —Las zorras tienen madrigueras y las aves tienen nidos —le respondió Jesús—, pero el Hijo del hombre no tiene dónde recostar la cabeza. A otro le dijo: —Sígueme. —Señor —le contestó—, primero déjame ir a enterrar a mi padre. —Deja que los muertos entierren a sus propios muertos, pero tú ve y proclama el reino de Dios —le replicó Jesús. Otro afirmó: —Te seguiré, Señor; pero primero déjame despedirme de mi familia. Jesús le respondió: —Nadie que mire atrás después de poner la mano en el arado es apto para el reino de Dios. Lucas 9: 57-62

Tremendas palabras, ¿lo son? Si te suenan imposibles de realizar, entonces reconsidera tu llamado… Por supuesto es muy distinto, para ese pequeño sector de la sociedad que ha encontrado la felicidad en Cristo aún en medio del desierto, porque los placeres, el dinero, el amor, la muerte e incluso la vanidad tienen otro significado cuando los tienes en Cristo, o después de tu encuentro con Cristo…
Después de eso, Moisés y Aarón se presentaron ante el faraón y le dijeron: — Así dice el Señor, Dios de Israel: "Deja ir a mi pueblo para que celebre en el desierto una fiesta en mi honor." Ex. 5:1
Tremendo llamado, como celebrar una fiesta en el árido desierto, bajo el calor y pasando hambre… no será así, pues las promesas de Dios suplen las necesidades terrenales y superan las ambiciones personales.
La esencia de todo esto es el motivo de la celebración, Jehová.

…es decir, cuando los que buscan primero a Dios las demás cosas les son añadidas… pero no solo eso, sino esas cosas añadidas son también tomadas con otra perspectiva, aún los placeres, el dinero y el amor cobran y tienen un valor especial, distinto al deseo original y egoísta que teníamos por sobre las cosas y las personas…
Las personas que tienen muy consciente quienes son y que desea Dios para ellos, son personas en paz, alegres y libres, contentas con su destino y siempre amables, prestos para toda buena obra. ¿Suena color de rosa? Pues así lo es, ellos son felices, han sido encontrados y se han dejado encontrar por Cristo, y todo bienestar es en Cristo… ¿No siempre es color de rosa? Estoy de acuerdo también, los seguidores de Cristo pueden errar, pero cuando ese estado de ánimo es alterado es porque se salen del propósito para el cual fueron llamados, y Dios con bondad les corrige y siguen adelante.

Considera bien tu llamado, considera que aún el hombre que viva 100 años en ésta tierra, rodeado de grandes bendiciones y acumuladas experiencias podrá comparar jamás su bienestar ante la felicidad en Cristo, pues a diferencia de 100 años, la vida terrenal le queda infinitamente corta a la eternal.

Nos quedan tres opciones... ¿En cual te identificas más?
1 - Si ya has sido llamado a ser de Cristo, criatura nueva, entenderás fácilmente que servirle y ayudar a los demás resulta fácil, es el mejor placer que puede dar este mundo en el cual venimos a servir. Ese placer no da lugar a dudas, quejas o críticas banales. Solo da lugar a una franca y desinteresada participación comunitaria.

2 - Si ya has sido llamado a ser de Cristo… pero te pesa y encuentras fácilmente como interrumpir el trabajo ministerial de los demás, o de plano estás saboteándote a tí mismo… reconsidera si tu llamado es auténtico. Es importante que constantemente estés renovando, mirando si en tus prioridades está o no está servir a los demás. Y cual es el propósito de eso, o porque te conviene estar en una iglesia. Es una vida agitada la de quienes están en medio, entre dos mundos, sin decidir aún con certeza y claridad que quieren ser o hacer.

3 - Si aún no sientes que has sido llamado… No te subestimes, abre mejor los oídos, y pon más atención… o pregunta a quienes crees que saben más de esto… ¿y porqué? pues porque “No sé te vaya a ir el tren” por no preguntar o por pena o vergüenza. Ya que, todos sin excepción somos o seremos llamados a ser de Cristo y a servir en el ministerio. La falta de atención a este llamado es grave. ¿Cómo saber si Dios te esta llamando? Lo sabes en el preciso momento que lo estés rechazando con ese pensamiento opuesto a lo que te está pidiendo que hagas. Tristemente hay quienes rechazan a Cristo continuamente.


Para finalizar, los dejo con estas tres recomendaciones:
1.- Nadie en ningún momento debe ser obligado o impuesto a servir a los demás o a Cristo. La decisión es voluntaria y honesta.
2.- Nadie en ningún momento debe auto-obligarse a seguir a Cristo. El llamado a servir y a seguirle nace de atender personalmente esta encomienda.
3.- Tampoco debe ser triste o trabajoso servir a Cristo y a los demás.
Si tú te alegras o incluso te diviertes, es una buena señal de que aceptas quien eres y/o para lo que fuiste llamado (a) y creado (a).

Dios les bendiga a todo(as)

(Escrito: C.zar © SdeC Comunidad Cristiana Interdenominacional, Imagen cortesía de ©Corbis)

20 agosto 2008

*Predicación 17/08/'08 “Para toda buena obra”

2 Timoteo 3: 14-17 dice:Pero tú, permanece firme en lo que has aprendido y de lo cual estás convencido, pues sabes de quiénes lo aprendiste. Desde tu niñez conoces las Sagradas Escrituras, que pueden darte la sabiduría necesaria para la salvación mediante la fe en Cristo Jesús. Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia, a fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para toda
buena obra.

No cabe duda que la Biblia es muy clara, llena de sabiduría, y sin embargo seguimos buscando, seguimos definiendo, seguimos apuntando, seguimos instruyendo, seguimos en la necesidad de explicar cada punto y coma.
a fin de que todos estemos listos para hacer cosas buenas.


1 Pedro 2: 5
vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.

La iglesia debe estar siempre lista para toda buena obra, y con todo y eso, debemos definir aún mejor que es una iglesia.

Si le pregunto a cada uno de ustedes “- qué es para ti la iglesia”, estoy seguro que encontraremos diversas respuestas…Más si preguntará “-qué no es la iglesia,” las respuestas serían aún más variadas, ya que generalmente las personas saben más de lo que no desean ver o tener que de lo que si desean. Y usando las referencias bíblicas
(1 Cor 11,18; 14,4.5.12.19.23.28.33-35) se hace la referencia de la iglesia como una asamblea o reunión de cristianos para realizar un servicio religioso. Más por otro lado hace referencia al cuerpo de Cristo… sabiendo que existían varias regiones o países evangelizados.

- En otras palabras, la iglesia como edificio, asamblea o institución está al servicio de la comunidad o a nuestro servicio… como tal, la iglesia es reflejo de lo que somos todos como grupo.
- Ahora bien, pasando a un plano menos físico, la iglesia no está a nuestro servicio, sino que estamos nosotros al servicio de un ministerio de Cristo y formamos parte de un cuerpo donde Cristo es la cabeza y cada uno de nosotros es una parte funcional o disfuncional del grupo. Por lo que el resultado de ese conjunto de ideas estará listo o no para toda buena obra.

Es entonces que por un lado está el plano físico en donde convivimos e interactuamos juntos para un propósito, y por otro lado está el plano trascendental, en donde cumplimos un propósito mayor al nuestro.


Lograr convivir con Dios y/o en una congregación es en teoría fácil, más fácil si sueles separar esos dos aspectos en tu vida, como se hace con el trabajo, la familia, etc… pero la iglesia es algo más, ya que llevar a la práctica estos dos aspectos de la iglesia, el personal y el espiritual son tarea que requiere de una conciencia divina, un poderoso discernimiento y sobre todo una entrega fiel a Dios sin perder la autenticidad de la personalidad.

Es decir, no se trata de formar parte de un grupo en donde todos somos iguales y se condicione el comportamiento de las personas obligándolas a ser o actuar de determinada forma a fin de aparentar ser una iglesia modelo, con reglas impuestas y marcado orden. No, lo ideal es que cada quien tenga criterio y conocimiento de lo que es bueno y lo que es malo…
Resulta incómodo y complicado tratar de crear un criterio en personas adultas, esa etapa se forma naturalmente en la infancia y con una buena educación,
el criterio de una iglesia y del comportamiento en la misma o fuera de ella, bien pueden ser inculcados en las enseñanzas bíblicas, pero… quien hace la obra y quien provoca el cambio y el crecimiento es Dios mismo, eso… en quiénes se lo permiten.

Después de todo, qué es Seguidores de Cristo y quiénes son sus sacerdotes?
Después de todo, ¿qué es Apolos? ¿Y qué es Pablo? Nada más que servidores por medio de los cuales ustedes llegaron a creer, según lo que el Señor le asignó a cada uno. Yo sembré, Apolos regó, pero Dios ha dado el crecimiento. Así que no cuenta ni el que siembra ni el que riega, sino sólo Dios, quien es el que hace crecer. El que siembra y el que riega están al mismo nivel, aunque cada uno será recompensado según su propio trabajo. En efecto, nosotros somos colaboradores al servicio de Dios; y ustedes son el campo de cultivo de Dios, son el edificio de Dios. 1 Cor. 3:6-9

Porque todos tenemos o hemos estado en los peores momentos, todos tenemos un pasado, ¿es justo preguntar de qué lado estás? No, sino.. de que lado deseas continuar.
“- No encajo en la iglesia: dicen que soy un tonto, un niño, un promiscuo, un hablador, un energúmeno, que todo me lo tomo a pecho, dicen que no hago nada, que ya estoy grande o viejo, que soy muy nuevo, que no tengo la experiencia, que muy sanguíneo, que muy colérico… Dicen esto y lo otro… pero tu también lo dices, y te lo dices a ti mismo en el espejo, y lo que es peor… se lo restriegas a todos los demás con tu ejemplo. ”Pero ojo, ha llegado el momento de que se lo digas al único ser que puede cambiar esos patrones de conducta.”

Nuestra iglesia no es la única que sufre de un “acomodo” de personalidades, de una “adaptación” colectiva y de un crecimiento como cuerpo de Cristo.

El mundo está lleno de diversas iglesias, sectas y denominaciones, hay miles, y dentro de cada una se afilian y coexisten millones de personas de múltiples culturas, afinidades, y creencias. Podríamos decir que al cabo de más de 2,000 años de la llegada de Cristo, la empresa eclesiástica ha crecido y se ha desarrollado enormemente. Podríamos decir que el mundo es un universo de posibilidades en conocimiento y aún en religión.

Nuestro pequeño mundo, o nuestra pequeña iglesia (SdeC) es una más de las tantas iglesias que luchan por hacer la diferencia, tiene sus “particularidades” que la hacen diferente a las más comunes, y también afloran sus tradiciones enriquecidas por varios antecedentes denominacionales del pasado.

Trataré de aclarar unos puntos sobre las personas que visitan o están en la iglesia y sobre el propósito de la iglesia como institución.

1.- Toda persona que llega a una iglesia:
- El individuo que está genuinamente interesado en seguir una vida dentro del cristianismo, sabe y adquiere todo buen conocimiento, aplicándolo en su vida y en su entorno.
- El individuo que no está genuinamente interesado en seguir una vida dentro del cristianismo, sabe y adquiere todo buen conocimiento para su uso personal.

No es necesario que te identifiques, solo mira los frutos de tu estancia en la iglesia, y eso te servirá para ver si tu interés es genuino.:
(después de todo… por sus frutos los conoceréis)

2.- Toda iglesia que llega a la vida de una persona:
- La iglesia que está genuinamente interesada en la salvación de las personas, sabe y está consciente que su labor es puramente educativo en el evangelio de Cristo (principalmente) No impone sus ideas, sólo predica libremente.
- La iglesia que no está genuinamente interesada en la salvación de las personas, sólo está enfocada en vanagloriar su espacio, su denominación y a su credo, impone su propia ley (usando la ley de Dios) a los miembros para mantener su buen estatus.


Ahora bien, si aún tratas de identificarte con algún lado o aspecto:
(Como miembro o visita de la iglesia… y como parte de la iglesia…)

Es importante personalizar este mensaje. Tal vez la idea de dos lados, dos actitudes, una buena otra mala, den a la idea de que estoy hablando de dos cosas separadas, y no es así… la idea es que todos hemos sido buenos y malos, hemos dado buenos y malos testimonios.
Cuado se esta en un momento cumbre del camino con Cristo, resulta tentador ver que en tu “crecimiento espiritual” otros no van al mismo ritmo o velocidad que tu, y los ves que se quedan atrás, por ser faltos de conciencia o cocimiento o que son impudencia. Pues fíjate bien, porque se correo el riego de juzgarlos.
Debemos ver que el crecimiento lo da el Señor, y que hemos sido separados para hacer cosas grandes en el nombre de Cristo. Bien, eso no te da más que la autoridad de ser el mejor de los ejemplos.

En estos momentos podemos sentir que nuestra responsabilidad como iglesia es ser ejemplo de la verdad, y en base a esa responsabilidad podríamos adjudicarnos la idea de imponer la ley de Dios en los más rebeldes, en los más pecadores, en los más desordenados y deshonestos. Pero no es así, aunque a veces lo pareciera, en realidad la intención es más sana y menos inquisidora, y la verdad es que no hay justos ni aún uno. Todo mensaje que se expresa aquí, está siendo ministrado para ustedes, pero ya fue ministrado en el portavoz, y aún así… es una persona falible.

Nosotros traemos el pecado a la iglesia, nosotros visualizamos nuestros testimonios en la sociedad y en la iglesia, nosotros dejamos que los demás piensen de nosotros lo que les dejamos ver. Consecuentemente, las personas que no pueden formarse un criterio propio, y nos están observando, juzgarán el cristianismo basado en lo que ven de la iglesia que se los esta presentando. Con está delicada norma social, podríamos caer en la trampa de una iglesia visualmente perfecta, teóricamente cristiana, pero sin amor.

Si una de tus metas a corto plazo es proyectar una iglesia auténticamente cristina, mi consejo es que comiences con tu vida, con tu actitud hacia los demás, y por sobre todo, motivado por el amor al prójimo.

Se una persona “limpia” para Dios y para ti mismo, luego como resultado de eso la gente verá tus testimonios y se convertirán… (si, por gracia de Cristo: tu familia, amigos y otros, llegarán a Cristo movidos por la curiosidad de lo que bien representas). En cambio, si dices practicar el cristianismo y afloras otra actitud contrastante al cristianismo, tu testimonio no dará buenos frutos para Cristo y serás cortado.

La iglesia como idea de una institución digna es muy buena, pero los miembros son quienes la corrompen. El cristianismo como la fe en Dios es una obra divina, pero las personas no la viven en Dios.

Seguidores de Cristo es una iglesia con varios propósitos, uno de ellos, el principal es llevar o trasmitir las buenas nuevas que son de salvación para todos, esto para que vivas en el evangelio, para que tú te desarrolles como hijo de Dios y estés listo pata toda buena obra.
La iglesia somos todos los que compartimos este propósito, los que no… están rellenando la iglesia he involuntariamente están dando formas para mejorar este propósito.
Tú decides que lado alimentas más, tu decides que testimonio deseas dar y porque. Aquí no se le impone ninguna ley a nadie, eres tú mismo quien debe imponer la ley de Dios en ti mismo de forma voluntaria, esa es la magia de creer en un Dios que nos ama y nos deja decidir libremente.

Se ha dicho varias veces que somos guarda de nuestros hermanos, y es verdad, sin embargo te voy a dar una fórmula más fácil… “se guarda de tu salvación, se guarda de tu testimonio, sé celoso de tu relación con Dios, y como unció y lógico resultado serás automáticamente guarda de tu hermano, serás fruto vivo y fiel ejemplo, serás estandarte y embajador de Dios aquí en la tierra. Como único resultado lógico de tu apego a Dios la iglesia que hoy habitas será reflejo y testigo de la voz de Dios. Como único resultado de éste fruto las personas se acercarán a Cristo pues han visto y confirmado la luz y sal que eres y que das sabor a este mundo.

Nuestra iglesia (SdeC) está creciendo, los exhorto a seguir, no para que digan que ésta es una iglesia “echa y derecha… como Dios manda” sino que sea una iglesia para complacer a Dios y para estar siempre listos para toda buena obra.

“Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.”
Mateo 5:16

DLB

(Escrito: C.zar © SdeC Comunidad Cristiana Interdenominacional, Imagen cortesía de ©Corbis)

14 agosto 2008

*Predicación 3/08/'08 “¿Cómo vencer la tentación?

Dice la palabra: “Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica”
1 Corintios 10:23.
Hace unos días, platicando con un amigo me comentaba que se sentía muy mal por algo que había hecho, que Él sabía que no debería hacer, pero lo hizo porque fue seducido por un deseo de pertenencia, que sé yo. Literalmente ésta persona cayó en una tentación.

La tentación es todo aquello que nos quiere apartar o distraer de una meta en particular. Para algunos, son todas aquellas cosas que no sé nos son “permitidas”. Nuestra vida como Hijos de Dios está llena de estas “distracciones” que nos quieren alejar de nuestro objetivo: Una vida eterna con Cristo. La clave está en 1 Corintios 6:12, Todas las cosas me son lícitas, más no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, más yo no me dejaré dominar de ninguna.

La tentación ha estado presente desde el inicio de los tiempos en la vida del ser humano, “Y Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer; también el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal. Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; más del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de el comieres, ciertamente morirás” Génesis 2:9, 16,17.

No estamos solos en éste mundo, desde el principio de la creación el ser humano se ha visto rodeado de elementos que lo acompañan. Entre estos se encontraba la tentación y el tentador. ¿Qué debemos hacer entonces para no caer en la tentación o para liberarnos de la tentación? La respuesta es fácil, sería vivir alejados de todo lo que nos pueda causar tentación, pero ésta es una salida fácil que no nos beneficia en lo absoluto, ya que nos perdemos de muchas cosas y negamos el sacrificio de nuestro Señor Jesucristo.

“Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gracia de Dios. Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado. Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos” Romanos 5:1-6. Y la paciencia y el amor de Dios son frutos del espíritu.

Pues si fuera así de sencillo, y ese fuera el plan de nuestra salvación, Dios mismo nos encerraría en una burbuja, y nos mantendría “libres” de la tentación y no hubiera mandado a su Hijo a morir por nosotros, y aún así, por nuestra misma naturaleza, estaríamos tentados a escapar de esa burbuja, porqué hasta allá iría el tentador. Pero Dios quiere que veamos como es ésta vida y para qué anhelamos la vida futura, por convicción. Tampoco debemos huir de la tentación... aún el Señor Jesús fue tentado en el desierto, y estaba sólo y la enfrentó, porque es más gratificante según la promesa: “Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman”. Santiago 1:12 y no sólo una vez, sino tres veces.

El Señor conoce nuestra vida, desde antes de nacer y él ve nuestro camino, y conoce lo que hay en nuestro corazón, nuestras fortalezas y nuestras debilidades, y sabe que es lo que vamos a hacer, Él sabe todo de antemano, ¿Pero por qué permite que seamos tentados? “Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni Él tienta a nadie; sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte” Santiago 1:13-15

Dios nos ha dado infinidad de dones, entre ellos el del libre albedrío. El Señor confía en nosotros y confía en que hagamos frente a la tentación y no caigamos en ella, ese también es un regalo. También nos ha dado de su gracia, para que cuando caigamos en la tentación podamos salir de ella. “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar” 1 Corintios 10:13.

¿Que debemos hacer una vez que hemos caído en la tentación?:

Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana. Isaías 1:18.

“Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro. Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados” Hebreos 2:18, Hebreos 4:15-16.

¿Qué debemos hacer para vencer la tentación?

“Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil” Mateo 26:41

“Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernantes de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. Estad pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos” Efesios 6:10-18

(Escrito: Misael © SdeC Comunidad Cristiana Interdenominacional, Imagen cortesía de ©Corbis)

*Predicación 27/07/'08 “La sabiduría y la tentación”

Génesis Capítulo 3: En las escrituras bíblicas pódenos leer en el Génesis que la serpiente era más astuta que todos los animales del campo que Dios el Señor había hecho, así que le preguntó a la mujer: ¿Es verdad que Dios les dijo que no comieran de ningún árbol del jardín? Podemos comer del fruto de todos los árboles –respondió la mujer- Pero, en cuanto al fruto del árbol que está en medio del jardín, Dios nos ha dicho: “No coman de ese árbol, ni lo toquen; de lo contrario, morirán”. Pero la serpiente le dijo a la mujer: -¡No es cierto, no van a morir! Dios sabe muy bien que, cuando coman de ese árbol, se les abrirán los ojos y llegarán a ser como Dios, conocedores del bien y del mal. La mujer vio que el fruto del árbol era bueno para comer, y que tenía buen aspecto y era deseable para adquirir sabiduría, así que tomó de su fruto y comió. Luego le dio a su esposo, y también él comió.

En ésta historia encontramos una parte muy interesante, la de “Era deseable para adquirir sabiduría” la Biblia es clara cuando dice en Santiago 1:5 y 3:17 acerca de la sabiduría, pero se encuentra centrada en medio de la tentación.

Tenemos dos clases de sabiduría: la sabiduría humana y la sabiduría de Dios…

La humana conoce que hay que hacer en éste mundo, como actuar en la calle, como actuar en el trabajo y como sacar ganancia de lo que sabemos hacer. La sabiduría de Dios es la que nos muestra Santiago en 3:17.

Continúa el relato de Génesis 3:7-9: En ese momento se les abrieron los ojos, y tomaron conciencia de su desnudez. Por eso, para cubrirse entretejieron hojas de higuera. Cuando el día comenzó a refrescar, oyeron el hombre y la mujer que Dios andaba recorriendo el jardín; entonces corrieron a esconderse entre los árboles, para que Dios no los viera. Pero Dios el Señor llamó al hombre y le dijo: ¿Dónde estás?

Existen debates teológicos en quien está hablando en ésta parte y como lo está haciendo. Pero no entraremos en profundidad, sólo aclararemos que el hombre se ha dado cuenta por medio de su sabiduría que ha traicionado a Dios y ahora su falta está expuesta, representada aquí con su desnudez… ahora bien si ya habían hecho ropas para cubrirse… ¿Porque se escondieron, porque no salir al frente de Dios como un Oscar de la Renta o un Versace, porque se sintieron que aún estaban desnudo? Porque en ellos existía una conexión, con la sabiduría del fruto entienden que Dios ve más allá, que no importa la ropa que uses o como te presentes ante el mundo o en la calle o en el trabajo; delante de los ojos de Dios somos expuestos delante de Él y nos ve tal y como somos. Nuestra desnudez es evidente para Él y nos ve como realmente somos.

Génesis 10 y 11 El hombre contestó: -Escuché que andabas por el jardín, y tuve miedo porque estoy desnudo. Por eso me escondí. ¿Y quién te ha dicho que estás desnudo? Le preguntó Dios. ¿Acaso has comido del fruto del árbol que yo te prohibí comer?

¿Dónde estás? Creo yo que Dios no necesita que le digamos donde estamos físicamente, no creo que Dios nos busque físicamente sino espiritualmente y moralmente. Que nuestra mente sepa en que lugar estamos es la pregunta que debemos contestar. ¿Adán dónde estás? ¿Quién te lo ha dicho? ¿Cómo has adquirido ese conocimiento? ¿Acaso me desobedeciste? Dios sabe las respuestas de esas preguntas y ahora está confrontando al hombre con sus acciones. Quiere que reconozca que ha fallado. Quiere ver si algo de su sabiduría está en el hombre.

G.12
Él respondió: -La mujer que me diste por compañera me dio de ese fruto, y yo lo comí.

¿Qué pasa cuando no queremos enfrentar nuestras acciones?

Pues bien fácil, le echamos la culpa a alguien más. Y es naturaleza humana. En nuestra sabiduría humana es más fácil salir de una situación mala que arreglarla porque enfrentar alguna situación, sobre todo cuando yo soy el que he fallado, es muy difícil, requiere una madurez que en ocasiones no tengo y una sabiduría que tampoco tengo.

G.13 Entonces Dios el Señor le preguntó a la mujer: - ¿Qué es lo que has hecho? – La serpiente me engaño y comí- contestó ella.

El punto de éste mensaje sobre buscar sabiduría, es que la podemos encontrar a través de un lugar inesperado, al menos por nosotros.

Santiago 3:17 dice que la sabiduría que desciende del cielo es ante todo pura, bondadosa, dócil, llena de compasión y de buenos frutos, imparcial y sincera, o sea es amor. En el amor encontramos las mejores decisiones pues proceden de un corazón que no busca un bien propio y que es imparcial. Al final de éste pasaje vemos como Dios ve nuestra sabiduría y sabiendo que no es suficiente nos cubre con su sabiduría.

G.14 Dios es el Señor hizo ropa de pieles para el hombre y su mujer, y los vistió.

Dios está dispuesto a recubrirnos con sabiduría que viene del cielo. Él en amor nos puede cubrir, da a nuestro entendimiento una nueva ropa. Cobijémonos y arropémonos en la sabiduría del Señor. Seamos renovados con la renovación de nuestras mentes Romanos 1:2

Busquemos pues la sabiduría que viene del cielo. Si comparamos el capítulo 3 de Génesis con el libro de Santiago podremos encontrar muchas respuestas de porque actuamos como actuamos y como podemos mejorar y corregir lo que hacemos para agradar a Dios, que es a final de cuentas lo que estamos buscando como Seguidores de Cristo.

(Escrito: Trock © SdeC Comunidad Cristiana Interdenominacional, Imagen cortesía de ©Corbis)