19 mayo 2010

*Predicación 31.04.'10 ‘La Intención del Corazón.’

Si les dijera que la intención de un ser humano promedio es por naturaleza egoísta y que el ser humano tiende a amarse así mismo conforme a los deseos carnales que el mundo ofrece, y que se defiende a capa y espada de otros humanos promedio que desean las mismas cosas y las mismas personas… eso sonaría un poco dramático, sin embargo ese comportamiento humano y egoísta y que aceptamos como “normal” o “natural” proviene de un espíritu poderoso que dominan espíritus malos que navegan y se encuentran en el aire… (!) Hummm, Eso suena más que dramático, pero es una idea que leí en Efesios 2:2-3 La intención del corazón humano llevado por los deseos que el mundo ofrece están altamente ligados con el egoísmo, y si a eso le agregamos una posición humana bajo las normas de la moda, la juventud, la riqueza y un codicioso estándar social en particular… la mezcla resulta aun mas que egoísta, resulta banal y altamente susceptible a pecar.
La mayoría de esas personas de actitud egoísta y banal están o se han alejado de una iglesia, de un misterio, trabajo o servicio religioso, porque la iglesia representa exactamente lo opuesto a una vida social, común, corriente y llena de deseos febriles. Si el enemigo natural del ser humano es ese espíritu maligno que menciona Efesios, entonces el enemigo natural de una persona entregada a Cristo es el mundo y sus atracciones. Ese tipo de enemistades suelen confundirse con diferencias de opinión y creencias entre personas, que luego son guerras comunes y personales entre humanos, las diferencias de opiniones y de intenciones suelen ser chocantes para quienes alegan ser auntenticos servidores de Dios. Qué difícil es hacerse a la idea de que la pelea no es contra los humanos, sino contra espíritus que se encuentran en el aire, como dice Efesios. Para quienes atienden y practican las enseñanzas bíblicas con justicia, amor y verdad se les abre un mundo de posibilidades muy distinto al que el mundo ofrece, una atracción incontrolable por las cosas y el servicio de Dios solo la entienden los verdaderos hijos de Dios. Este escrito está basado en este punto, y es que los files valientes y verdaderos hijos de Dios rara vez reniegan del ministerio al cual fueron llamados. Por eso antes que nada, deseaba quitar de la pantalla a los que no están del lado de Cristo, porque ellos ya están en el lugar que decidieron estar. Yo predico por quienes estan aun en pie de guerra, o a quienes no se deciden. Por ellos que aun escuchan el llamado, su espíritu les reclama su deber. ¡Atiende hoy a mi llamado…! Y para quienes ya aceptaron el llamado, pero no se animan a comenzar la marcha.

Para saber el estado de una congregación, no hay como una encuesta, recientemente aplique una para la iglesia en la que me congrego, los resultados estadísticos dejaron ver una realidad más cercana comparada con una vaga idea que se puede especular sobre el comportamiento general de una congregación. Los obreros de este ministerio llamado iglesia funcionan sobre cargas y responsabilidades encausadas según su idea personal, pero conocer una idea más general (como la encuesta) no se puede ignorar con facilidad. Tampoco se puede dejar de pensar en la diversidad de caracteres entre los trabajadores de Cristo.

Los obreros(as) de Cristo son pocos y muy variados, algunos son determinantes pero torpes, otros son lentos pero seguros, están los que piensan en los demás antes que en ellos mismos, están los que no se mueven para trabajar sin antes ver lo que hay para ellos. En una iglesia no falta el sabelotodo, o el rebelde, el que no hace nada, el que lo quiere hacer todo, el que nunca habla y el que no se calla, el que molesta, el hipócrita, el que es un caramelo, el amargado o el que nomas es guapo… Nunca falta el loco, nunca falta el que nos visita. Nunca está el que promete, el que se compromete, siempre falta el que levantó la mano y el que propuso los cambios… En fin, que los obreros son pocos y muy diversos… eso si… todos están o pasaran por la iglesia, alguno para probar, otros para resolver sus vidas. Unos pasan por aquí de manera fugaz dejando un chicle pegado bajo la silla y un manojo de ministerios bocetados o inconclusos, otros pasaron y dejaron una huella que marcó un ministerio… una marca tan hueca como la huella misma. Algunas marcas que dejan son dolorosas y otras son generosas.

En un extremo de la iglesia están los indiferentes al ministerio que hacen caso omiso a la palabra de Dios, están los típicos que solo desean ser alimentados y sentirse justificados por Dios, pero no desean nada más que eso, están los que sienten que vinieron a resolverle los problemas a una iglesia que ya clamaba por un ministro ideal, o los que sienten que llegaron para mover el dedo.
En el otro extremo están los que desean lograr una diferencia en este mundo. Estos últimos comprenden que han venido a este mundo con un propósito mayor al de solo vivir la vida loca. No sienten que han venido a este mundo a ser servidos, sino a servir. Ellos estuvieron en algún momento en el primer extremo, y siguen luchando por llegar a un extremo de plena quietud y paz.

Cualquiera que sea el caso, son pocos los obreros con características idóneas para el cuerpo de Cristo, si embargo en el crecimiento espiritual los que logra añadir múltiples cualidades en un obrero, ellos y ellas son primordiales y necesarias para un ministerio eclesiástico, pues lo que trabajan con sus manos es el evangelio de Cristo. La iglesia no está buscando necesariamente personas talentosas, sino con otras cualidades importantes:

- la buena voluntad. (Facultad de decidir hacer por los asuntos de Dios)
- Busca personas que desean trabajar (Fuerza que define las labores humanas de un Cristiano).
- Alguien que desee participar.(Con presencia activa y efectiva en los asuntos de Dios)
- Alguien me comprenda que primero estoy para servir y no para ser servido.(Con entendimiento)
- La iglesia busca ministros que se enamoren del ministerio. (Con pasión y firmeza)

Al ser la iglesia una fuerza voluntaria no puede demandar participación, solo bajo expresa disponibilidad. De dicha circunstancia derivan un sin número de complicaciones.La mayoría de nosotros solo trabajaríamos bajo condiciones idóneas o ideales, no para el ministerio en sí, sino para lo que nos resulte más conveniente a nosotros. De ahí la expresión: “en que puesto te acomodaste.” Para un cristiano debería decir: “En qué lugar me está acomodando Dios.” A veces no tomamos en cuenta que venimos a trabajar, y que ese trabajo debe ser una constante en gozo, paciencia y amor. En cambio tenemos para el ministerio una contante de quejas, rencillas, dolores de cabeza, y la más pura indiferencia. Por ello es indispensable invocar a Dios para solicitarle talentos extras, los dones del espíritu santo que capacitan a un trabajador meramente voluntario.

Todos hemos aprendido a base de error y acierto, aprendemos a lo bruto o lo tonto… lo más correcto es aprender según la palabra, e impulsados según la intención de nuestro corazón.Esta iglesia, por ejemplo, lleva casi diez años en pie y se sostiene porque no ha faltado a los principios básicos que se sustentan en la palabra de Dios. Han fallado sus ministros, pero también han acertado en muchas más cosas. Solo pueden dar testimonio de ello los que han permanecido dicho tiempo. No por el tiempo, sino porque al final de toda acción se encuentra la vasija con oro… o sea la intención del corazón. Muchos de ellos han destruido sus intenciones personales de pertenecer a una iglesia, la discernieron y la destruyeron… porque mayor es la intención que tiene Dios para este ministerio. Otros no fueron capaces de destruir sus intenciones personales y reemplazarla por la intensión suprema, otros factores les resultaron más atractivos.

¿Cuál es la intención de tu corazón? ¿Por qué estás asistiendo a una iglesia o participando en algún servicio ministerial? Ya sé que me vas a decir… no te molestes ni en reflexionarlo.Aunque no lo sepas o no tengas conciencia del porque… la verdadera intención de tu corazón se reflejara después, justo en el momento del resultado final de tu trabajo, la intención aflora cuando recibes una crítica o un alago…. cuando llega el comentario sobre tu trabajo, cuando te llega el premio y el reconocimiento a tu trabajo, cuando te dicen… - “ok… que sigue..”, y respondes: “- ¿Qué… quieren más trabajo… ? ¿Quieren que sea puntual, que cumpla con lo que propuse, que termine lo que comencé? ¿Quieren que no falte, que me comporte? ¿Quieren que me calle? etc… La solo pegunta ofende al ministerio de Cristo, la respuesta pisotea el evangelio, y el resultado aplasta tu reputación. No deberíamos hacer estas peguntas ni formular estas respuestas, debería avergonzarnos, la sola idea de que el ministerio de Cristo nos trae conflictos es insatisfactoria, pero no venimos a este mundo a sentirnos realizados, si un gozo pudiera sentir con un servicio es ver como un pecador se arrepiente. En cambio vemos más seguido como un cristiano se arrepiente de haber creído, anhelando estar en el mundo, junto a sus amigos.

¿Te ofende que te digan que tu trabajo no es perfecto… que tu labor ministerial es poco atractiva? / ¿Te enfada que te digan que no cumples con lo programado antes, que te olvidas, que no consideras? / ¿Te entristece darte cuenta que tus consejos no llegan a las mentes, no ves los frutos de tu trabajo? / ¿Te decepcionas de tus hermanos, de tus líderes, de tu iglesia? ¿te mueres por tomar un descanso de las cosas de Dios?
Si tus respuestas son “si…” en esa emoción está contenida la intención de tu trabajo o ministerio o asistencia. Para algunos es fácil responder a esa pregunta, mas no a esa intención. Algunos que dicen “si” simplemente se retiran de su ministerio, pretenden trabajar en otro, pero pasara lo mismo, se repetirá esa cadena, o ese círculo… Ese problema no se resolverá sino hasta que vislumbren su verdadera intención. Algunos nos quedamos a trabajar donde Dios nos ha colocado, y claro… llegan las criticas, los comentarios, los consejos, los regaños, las pruebas, los desafíos, las decepciones y las emociones… y las tomamos como lo que son, las digerimos según su forma y según de quien nos las dicen… y listo. Seguimos adelante con la encomienda, una intención apegada a la voluntad de Dios ara mi en este mundo, una intención de corazón puede mucho más que la indignación y la zozobra. Puede más y representa mucho más el ministerio de Cristo que mil dardos del enemigo. Estoy protegido de claudicar del ministerio, me protege saber que mi intención es la misma que la de Jesucristo.
Por tal motivo, saber mirar y distinguir las intenciones es crucial para el éxito de un ministerio.

Ese éxito es para Dios. Otro error común entre obreros es pretender robarle a Dios la gloria, o robarle a otros hermanos el gozo de efectuar un ministerio, también es común la valoración y desvalorización de otros ministerios. Cualquiera que sea tu ministerio o ministerios, ya sea que sean visibles o no, antepón ante todo y todos las intenciones de tu corazón. Si son buenas, Dios estará ahí en todo momento… antes, durante y después de todo trabajo.

Si aun estas a la expectativa de comenzar a participar en algún ministerio de Cristo, considera lo siguiente… antes de siquiera comenzar.- ¿Cuál es tu intención de trabajar en el ministerio de Cristo?- No pregunto si estás dispuesto o entregado… sino ¿Estás convencido de trabajar?- ¿Lo harías porque la iglesia tiene necesidad y te lo pide o porque lo deseas de corazón?- Un ministerio es una carta abierta a lo que Dios apunte en ella ¿Estás abierto a recibir, guía, consejo, critica y balance… o solo te mueven las ganas de participar?- ¿Entienden, tu corazón y mente, que tus talentos serán moldeados, afinados y corregidos para hacer buenas obras? Eso demanda de obediencia, buen testimonio y alta caridad.

¿Ya le estas sacando? Mira, muchas personas que se emocionaron, decidieron un día tomar uno o varios ministerios, luego fueron sometidos a prueba por el Espíritu Santo, retumbaron en sus conciencias tres voces, una la del “yo” interno, otra… la voz del “mundo” y sus deseos, y otra… la voz del “Espíritu Santo” también… una intención fuerte finalmente descarto a las otras. Y el resultado de ello es visible ahora para todos.

Nosotros no somos capaces por si solos de tomar un ministerio solo porque sería muy bonito o conveniente para nuestras vidas espirituales, o porque es conveniente para la iglesia, esas no son razones de peso. El evangelio de Jesucristo es algo que se mantiene con gran respeto, los ministerios de Cristo son de tomarse en serio y con cautela. Las interrupciones, las faltas, las críticas destructivas… todo lo que afecte un buen desempeño es de tomarse a consideración y corregir en pro de un ministerio de Cristo.
Como nosotros no somos capaces por si solos, recibimos la ayuda del Dios a quien servimos precisamente. “…Soy poderoso para hacer en ti mucho más de lo que tú te imaginas...” Efesios 3:20Todo está en que lo permitas…Considera en tus intenciones para con esta iglesia y en tus ministerios lo siguiente:
- Todo cuanto hagas hazlo por amor a Dios y a tu prójimo: Jesús le respondió: El primer mandamiento y el más importante es el que dice así: "Ama a tu Dios con todo tu corazón; es decir, con todo lo que piensas y con todo lo que eres". Y el segundo mandamiento en importancia es parecido a ese, y dice así: "Ama a tu prójimo como te amas a ti mismo". Toda la enseñanza de la Biblia se basa en estos dos mandamientos. Mateo 22:36-40
- Todo cuanto hagas hazlo pensando en que los demás pueden llegar al conocimiento pleno de quien es Dios: "Dios me ha dado todo el poder para que gobierne en todo el universo. Ustedes vayan y hagan más discípulos míos en todos los países de la tierra. Bautícenlos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Enséñenles a obedecer todo lo que yo les he enseñado. Yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo". Mateo 28:18-20

¿Cuales son los ministerios de una iglesia?
Algunos ministerios funcionan dentro de la iglesia otros fuera…En este caso los ministerios que actúan en función de la iglesia como organización se manifiestan según el don que el Espíritu Santo regala:
- De un cristiano común se espera que se interese, que ayude, que sea dadivoso, que anime a los demás, que sea servicial, que tenga amor y compasión por los demás y que testifique con su vida.
- De un cristiano a otro, varían los siguientes dones que encontramos en Romanos 12: 6-8 / 1 Corintios 12: 8-11 Tenemos dones diferentes, según la gracia que se nos ha dado. Si el don de alguien es el de profecía, que lo use en proporción con su fe; si es el de prestar un servicio, que lo preste; si es el de enseñar, que enseñe; si es el de animar a otros, que los anime; si es el de socorrer a los necesitados, que dé con generosidad; si es el de dirigir, que dirija con esmero; si es el de mostrar compasión, que lo haga con alegría. / A unos Dios les da por el Espíritu palabra de sabiduría; a otros, por el mismo Espíritu, palabra de conocimiento; a otros, fe por medio del mismo Espíritu; a otros, y por ese mismo Espíritu, dones para sanar enfermos; a otros, poderes milagrosos; a otros, profecía; a otros, el discernir espíritus; a otros, el hablar en diversas lenguas; y a otros, el interpretar lenguas. Todo esto lo hace un mismo y único Espíritu, quien reparte a cada uno según él lo determina. Profecía, servicio, enseñanza, ánimo, dádiva, liderazgo, consuelo, sabiduría, fe, sanidad, milagros, discernimiento, lenguas e interpretación de lenguas.
- De un cristiano a otro en liderazgo, varían los siguientes dones que leemos de Efesios 4:11 y12 Él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; y a otros, pastores y maestros, a fin de capacitar al pueblo de Dios para la obra de servicio, para edificar el cuerpo de Cristo. Profecía, evangelismo, pastoreado y enseñanza, Todos estos dones están al servicio o ministerio de Cristo aquí en el mundo, son tanto para el cuerpo de Cristo (la iglesia) así como para el evangelismo, del cual todos estamos llamados a realizar, de distintas formas y usando cada quien según el don que el espíritu santo le ha dado.Si ya tienes un ministerio el cual mantienes con devoción y alegría, considera las intenciones de tu labor. Si no tienes ningún ministerio aun, considera los dones que el Espíritu Santo te está ofreciendo, no todos van en función con el talento naturales o habilidades comunes. Igualmente considera el sitio y el motivo al cual fuiste llamado por el Espíritu Santo, en ocasiones desearíamos tener ministerios de los cuales no estamos destinados a realizar.No creas que los profetas, maestros o evangelistas son buenos en eso solo por causa de su conocimiento, sino que es labor del Espíritu Santo que trabajo sobre sus intenciones. Igualmente con cualquier servicio… será bueno si el Espíritu Santo guía sus caminos.

Un corazón dispuesto y sometido a una intención espiritual dan frutos casi de inmediato, si tienes ya varios años en esta iglesia, la madurez debe ser una característica visible en ti. Si eres de los que aun los líderes tienen que preocuparse por tu comportamiento… considera las intenciones de tu corazón, porque puede ser que estén chocando con la intención de esta iglesia.Un día Dios te quitara la razón de tu interés, removerá tu intención primaria y le dará a tu vida una nueva intención, más alta, más trascendental y más vivida de lo que jamás imaginaste.Una ventaja de servir bajo las intenciones de Dios es que todo… TODO nos ayuda para bien.DTB.

(Escrito: C.zar © SdeC Comunidad Cristiana Interdenominacional, Imagen cortesía de ©Corbis)