05 diciembre 2011

Predicación 4.12.2011: LA LEY DEL TEMPLO. Segunda Parte: El pecado personal de mi hermano(a)

Lecturas previas:
- Mateo 7: 1-5
- Gálatas 5:1-15

La humanidad es responsable de múltiples pecados que afectan directamente a otros humanos, el hambre, la violencia y la contaminación son fruto del pecado, y la paga de este es la muerte. Vivimos bajo la gracia de Dios a pesar de estos pecados, y aunque sabemos que somos perdonados, seguimos siendo parte de este sistema global. Nos pueden dar una cátedra de dos horas sobre este tema, pero perderíamos el tiempo, al final seremos indiferentes al pecado humano, porque reconocerlo implica confesarlo, luego implica dejarlo. Los humanos nos declamaros incapaces de dejar cosas por el bienestar de los demás, como el joven rico, a quien Jesús le dijo… deja todo y sígueme.

Isaías 59:2   Pero las maldades cometidas por ustedes han levantado una barrera entre ustedes y Dios; sus pecados han hecho que él se cubra la cara y que no los quiera oír…Prov. 28:13   Al que disimula el pecado, no le irá bien; pero el que lo confiesa y lo deja, será perdonado…

INTRODUCCIÓN

Habrá leído que abordé el tema del pecado en el sermón anterior , (Predicación 30.10.2011: LA LEY DEL TEMPLO, 1ª. Parte: Mi pecado personal) pero no de cualquier pecado… sino de su pecado, en esa forma que tenemos los humanos de pecar pero que hemos sabido hacerlo ver como una necesidad inevitable y moderna que nos lleva a relajarnos de las vicisitudes mundanas. Pecados como la mentira, el robo o el asesinato son abiertamente aceptados como tales,  pero aparte, existen pecados como la idolatría o el paganismo que existen imperturbables incluso dentro de la iglesia…

Parecía injusto que el sermón anterior nos atacara por cada flanco, y que sus duras palabras se posicionaran en los recovecos más inalcanzables de nuestra sociedad, nadie se salva… todos somos pecadores. Lo grave del asunto es que la mayoría de las actividades citadinas requieren de faltas gravísimas contra la humanidad, la naturaleza y contra Dios, y esta verdad se ha catapultado en un falso olvido, las faltas del ser humano moderno están en total descontrol, ya no hay remedio, estamos perdidos y a la deriva como especie, pero… de que nos sorprendemos… recordemos que esa es nuestra paga, el pecado no conduce a lugares eternos sino a sitios de mortandad,   “nos sorprende el hambre y la pobreza mundial pero, nos hemos declarado incapaces de poder hacer algo trascendental al respecto de este pecado, debemos seguir con nuestras vidas”

El pecador moderado suele comparar sus acciones con los pecados ajenos, las nuestras son siempre faltas pequeñísimas contra los horrores mundanales modernos de una sociedad abiertamente banal. Pero, “ quien diga que no peca es de hecho un mentiroso, y quien diga que su pecado no es mayor que el de otros es un tonto ilusionista, y quien se enorgullece del pecador es un descarado.”

Solemos preguntarnos porque Dios permite la pobreza, el hambre, la injusticia, la violencia.. etc. Pero… ¿y si fuera Dios quien nos realizará esos cuestionamientos?¿Que le diremos? No podríamos dejar de admitir que somos nosotros los responsables de esas calamidades, aunque usted aparente que no, o finja demencia, ignorancia o impotencia.


1 de Juan 3:4 
Pero todo el que peca, hace maldad; porque el pecado es la maldad…Romanos 14:23  Pero el que no está seguro de si debe o no comer algo, al comerlo se hace culpable, porque no lo come con la convicción que da la fe; y todo lo que no se hace con la convicción que da la fe, es pecado…Santiago 4:17  El que sabe hacer el bien y no lo hace, comete pecado…
Ok, Ok, Ok… ya entendimos, “todos somos pecadores…” pero los cristianos no cargan con sus pecados, Dios ha perdonado sus pecados, Jesús decidió no prestar atención a sus faltas, usted ha cambiado mucho a lo largo del tiempo desde que conoció el mensaje del evangelio, también usted sabe cuál es el pecado que aun afecte su vida,  unos días no sabe si esta pecando o no, a veces actúa como si ese pecado en particular esta por ser erradicado de su alma y otros días no se le ven planes de dejarlo… lo único que me resta por hacer es esconderlo , y para lograrlo... ha decidido esconderlo en un lugar que a nadie se le ocurra buscarlo… ¿Sabe dónde ? Lo esconderá debajo de otro pecado , uno más  grande , más  visible , y muy… pero  muy ajeno , es decir…  ha decidido esconder su pecado en los pecados de alguien más


Es aquí donde entra el tema de esta segunda parte del sermón, ´ El pecado personal de mi hermano´


Al visualizar que el pecado es algo inevitable en la vida de un ser humano, sentimos que debemos acostumbrarnos a vivir con él en lugar de erradicarlo, más aun en la vida de un cristiano pues el pecado ya no le parece una ofensa a Dios, sino que representa una mancha en su currículo como creyente. Lamentablemente adquiere más habilidades para esquivar su pecado que capacidades de enfrentarlo. Ahora bien, entre cristianos y no cristianos, señalar el pecado ajeno es relajante y aporta una falsa sensación de paz… (Cuando vemos el pecado ajeno, suspiramos diciendo:  ¡Haaaayyy… “qué bueno que no soy como el” “bendito sea Dios que a mí sí me dieron una buena educación” ¨yo seré lo que ustedes digan… pero al menos no soy hipócrita, al menos no soy asesino, no le hago daño a nadie¨ ) Frases como esa son las que dan consuelo a un conformista pecador moderado. Dichas escalas de valores son su placebo diario…   Si usted se  ampara  o esconde de esta forma, debe saber que por mucho que piense que el criticable pecado de su hermano es mayor que el suyo, eso no le deslinda de su propia responsabilidad.  Los cristinanos se amparan perfectamente detrás de la figura de Jesucristo, quien perdona todo pecado que se confiesa.


Nosotros nos amparamos a la tutela de una solución realmente cristiana, a la justicia de Dios que es absolutamente buena. Entonces, si el pecado por si solo es horrible, porqué cargarlo nosotros mismos en nuestros corazones… o pretender esconderlo detrás de los pecados ajenos, y lo que es aún peor, porqué cargárselo a los demás en sus corazones, la respuesta es simple, porque  nos relaja saber que hay gente más mala que nosotros


Hay dos ventajas muy buenas y poco aprovechadas en las personas que entregan su vida a Dios, una es que sus pecados son perdonados, y la segunda es que no tiene que juzgar los pecados de los demás, ¿Por qué son una ventaja? Porque duele mucho concientizar los pecados propios, es reflejo de una madurez espiritual, meta o dominio propio a la que todos debemos aspirar,  y porque duele mucho ir por la vida juzgando a los demás, para ello tiene que ser o muy santo o muy astuto para esconder su pecado, además de todo mantener ese estilo de vida es estresante.


Por ello Jesús nos pide que no hagamos esas dos tareas, solo Dios es incorruptible, perfecto y absolutamente santo y solo Él tiene la capacidad de hacer justicia y de perdonar pecados. No se encargue de su pecado, No juzgue el pecado de su hermano.

USTED NO ES DIOS
. No tiene usted porque tomar el papel de justiciero, al hacerlo niega a Dios y sale de su tutela, peca contra usted y contra su hermano. O bien, adelante… diga lo que piensa de su hermano:  “- es esto o lo otro, merece aquello o lo otro, debería hacer esto y dejar de hacer aquello.”  Ya esta… lo dijo… y se relajó diciendo lo que piensa, nadie le tapó la boca,  usted toma sus decisiones… pero dígame:  ¿Qué se siente ser Dios?  Usted sabe lo que todos deberían hacer, pero amparar su comportamiento a cuesta de los demás es completamente una falta a la ley de Dios. 



Aquí hay algo muy claro, el mundo moderno nos facilita pecar a diario, y el pecado también se presenta en el templo o iglesia… pero mucho ojo porque los cristianos  no practican el pecado , si… estamos escondidos tras la figura de Jesucristo ante el Padre, Jesús es nuestro abogado en un juicio en el que estábamos condenados, Jesús es nuestro salvador en una guerra que teníamos perdida, Él lo adquirió a usted, lo defendió, lo rescató y lo renovó… todo a precio de sangre, siendo Rey se humilló a sí mismo para ser siervo… cosas que dudosamente alguien más haría por usted, la Gracia de Dios es así de indescriptible, pero debemos respetar esta nueva alianza que ha hecho con nosotros.


Isaías 1:18   El Señor dice: "Vengan, vamos a discutir este asunto. Aunque sus pecados sean como el rojo más vivo, yo los dejaré blancos como la nieve; aunque sean como tela teñida de púrpura, yo los dejaré blancos como la lana… 1 de Juan 1:9   pero si confesamos nuestros pecados, podemos confiar en que Dios, que es justo, nos perdonará nuestros pecados y nos limpiará de toda maldad…


Estar amparados bajo su Gracia y Amor es una acción que merece reciprocidad, es decir… Si Dios nos ha dado libertad, no le paguemos con abuso de confianza. Si usted comprende esto muy bien, debe entrar en su mente que las demás personas que le rodean pueden o están pasando por las mismas inquietudes que usted, tal vez en otro nivel, si así lo desea plantear, pero que básicamente está pasando por lo mismo.


Mateo 7: 1-5   …con la medida que midan a otros, se les medirá a ustedes.


Si, y entendemos también que hay gente que no respeta nada en la vida, que si les das las bellas perlas de la gracia de Dios y de su evangelio, ellos las pisotean como si fueran basura. Esa posición en la que se colocan ellos mismos no nos debe dar pie a pensar que nosotros tenemos derecho a pisotearles a ellos con juicio, si lo hacemos, nosotros mismos nos ponemos en una posición perjudicial, faltamos a la ley de Dios y eso es pisotear también el evangelio, y… tal vez no lo sepa… pero pisotear el evangelio o la sangre de Jesús es un horrible pecado. Pero, sabemos ya muy bien que la lucha o guerra que pasa la verdadera iglesia en este mundo no es contra el pecado ni contra el pecador, sino contra una fuerza que ya no nos tiene a su merced, el pecador tiene grandes oportunidades, no solo de no pecar, también de arrepentirse, puede adquirir gran aprendizaje o sabiduría al acudir a Dios, y también de dar fruto.


Romanos 5:20  … En lo que atañe a la ley, ésta intervino para que aumentara la transgresión. Pero allí donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia…
Romanos 7:4
  …Así mismo, hermanos míos, ustedes murieron a la ley mediante el cuerpo crucificado de Cristo, a fin de pertenecer al que fue levantado de entre los muertos. De este modo daremos fruto para Dios…



La ley de Dios pide a los seguidores de Cristo que respetemos este templo, su ley y gracia son para todas las personas, aun para esas que consideras perdidas… no te pierdas a ti mismo ni peques en desamor al sentir tu mismo que ya lo tienes todo ganado. NO TE DUERMAS, también se peca dormido. 


Juan15: 17  Éste es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros.
Gálatas 5:1-15 
En efecto, toda la ley se resume en un solo mandamiento: «Ama a tu prójimo como a ti mismo.» Pero si siguen mordiéndose y devorándose, tengan cuidado, no sea que acaben por destruirse unos a otros…. En Cristo Jesús de nada vale estar o no estar circuncidados; lo que vale es la fe que actúa mediante el amor

En la siguiente predicación, o sea... la tercera parte, leeremos más a profundidad como el pecado nos afecta como iglesia, cuerpo o templo, como la ley de Dios se refleja en su amor por nosotros y en nuestra pequeña tribu llamada iglesia SdeC.



(Escrito: C.zar © SdeC Comunidad Cristiana Interdenominacional / Imagen cortesía de ©Corbis)

01 noviembre 2011

Predicación 30.10.2011: LA LEY DEL TEMPLO.

Lecturas previas: Salmo 84 / Romanos 3:21-31
Introducción.
                               …Estoy casi seguro que la mayoría de las personas consideran que las iglesias o templos son lugares para casorios, quince años, bautizos, misas fúnebres, etcétera, otros los ven como lugares para conocer gente, hacerse de amigos, las personas más ambiciosos lo pueden ver incluso como un lugar de negocios, de desarrollo humano, como una escuela espiritual, como un diván, otros aun más raros no lo ven como un lugar donde alivian sus frustraciones sino como un lugar donde, según ellos,  habita Dios. Aun para todos estos tan diversos conceptos hay leyes “guájiras” que se aplican para cada templo, dichas “leyes” o “normas” no existen para crear la paz de Dios, sino meramente cumplen con un estándar mundano de una iglesia, el templo como recinto sagrado no existe como tal, es en todo caso un lugar más de la ciudad, que presta un servicio benéfico que enaltece y preserva las tradiciones sociales, nada tienen que ver con un templo de Dios.

Es triste saber que el mundo aleja de Dios a un gran número de nuestros amigos y familiares, también es una lástima que un creyente de Dios desconozca de Dios aunque asista regularmente a una iglesia, y es lamentable que un cristiano no actúe como un hijo de un Dios verdadero, por extraño que suene esto: muchos cristianos no son capaces de reconocer su propio pecado.  

Estos lugares llamados comúnmente ¨iglesias¨ ofrecen, por así decir, una membrecía a sus usuarios más frecuentes, no de manera expresa, sino de manera paradójico.

Una membrecía de estos lugares podría dictar en sus usuarios las siguientes primicias: 
1. Pone a su servicio personal, el pecado y el perdón de Dios a la hora que lo desee. Cobertura internacional.
2. Apoyo de seguros y póliza total de su salvación usando el paquete evangélico. 
3. Su membrecía dorada le da beneficios y derecho de ver a los demás por debajo de su estatus religioso.
4. El usuario frecuente recibe puntos, a más hipocresía mayores reconocimientos.
5. Reemplazo por extravió o robo de su fe, visite otras religiones sin perder su membrecía.
6. Preventa de boletos y entrada a todo tipo de establecimientos.
7. La tasa más baja y los mejores rendimientos del mundo.

 


Esta predicación se titula ´LA LEY DEL TEMPLO´ y es la primera parte, titulada ´Mi pecado personal.´ Abordar el tema del pecado no es cosa fácil, pero si no logramos una conciencia real sobre este tema, todo el tiempo que tengamos dedicado a Dios (fuera o dentro del templo) podría ser una total pérdida de tiempo. Usted pensará que en las iglesias no se habla de otra cosa más que del pecado de la humanidad, pero no es del todo real. La iglesia moderna ha cambiado sus viejas estrategias de alcance, antes era especialista en la represión y única para infundir culpa en sus adeptos, hoy en día la iglesia gira en torno a las necesidades de sus usuarios, ha dictado de forma masiva lo que es pecado y quiénes son pecados según un punto de vista general, y estas ¨leyes¨  también están sujetas a sus necesidades sociales más comunes. Tal vez no lo crea, pero el mundo ha puesto a su servicio a la iglesia. Renta, compra, vende y presta su sistema al capricho volátil e irregular de un mundo movido por la salud, la política, la cultura y el comercio. ¿Verdad que no puede vivir sin medicinas, sin educación, sin gobierno y sin economía? ¿Imagine que el pecado esta presente en cada una de esas cosas? ¿No lo pone eso en usa disyuntiva como cristiano? ¨- La verdad no, de hacerlo no podría vivir de los nervios. Así que relájese y disfrute de su corta vida, que mañana no sabemos si estará vivió…¨
Cuando se escribía esta predicación llegó a mí un sentimiento de lástima y de culpa, al ver las carencias de la clase social media baja. Trabajando 8 horas más 1 o 2 horas extras, más el traslado por la ciudad de 1 a 2 horas y durmiendo mínimo 8 horas más, le restan a lo mucho 4 horas de relajamiento diario, pero esas 4 horas se invierten también en múltiples necesidades (aseo personal, alimentación y relaciones sociales.) En uno de esos apreciadísimos espacios de relax, tal vez trate usted mismo de  “regalarse” unos momentos de dedicación para el alimento espiritual. La percepción que tiene usted de este momento puede ser errónea. Si bien estos momentos traen cosas buenas en la vida, no es el objetivo venir a relajarse en su apreciado tiempo libre.

Es totalmente importante que este pequeñísimo momento sea sumamente excelente, de calidad, donde fluya la armonía y la comunicación con Dios, donde la comunión se logre plenamente. Por desgracia algo amenaza con arruinar ese momento en el templo, algo que desea substituir lo sagrado, lo que has dedicado como ofrenda digna, algo llega a nuestra sociedad que ofrece relajamiento, paz interior… una forma feroz, dinámica, placentera, excitante, atractiva, envidiable… eso que calma tanto los nervios llega en forma de pecado. Pero no es el pecado común, no hablamos de rateros corrientes, asesinos violentos o pedófilos religiosos sin temor de Dios, no me refiero al más común de los pecados que es la mentira, ni del pecado que tanto citan en las iglesias y que solo ha servido para reprimir a esas clases sociales vulnerables, no. Este tipo de pecado está escondido detrás de toda la parafernalia moderna, detrás del costumbrismo religioso, se cuela incluso en nuestras vidas como cristianos justificados por la vida moderna, la religión obligada, las normalidades sociales, como la drogadicción (legal, ilegal o prescrita), el estrés, la contaminación, la sobrepoblación, la sobrevaloración de la belleza, los desordenes alimenticios, del abuso de animales para alimento, etc… Claro que no vemos este pecado porque lo hacen ver presentable, nos pueden dar una bazofia que parece un manjar. Todo está en la presentación.

Todas estas y otras cosas aun peores nos permiten pecar libremente sin cargo de conciencia. La realización de estas cosas nos regala la paz que esta sociedad tanto necesita, no requiere de Dios, ni siquiera en los momentos religiosos, porque son relativamente pocos, dichos momentos religiosos no son suficientes para aliviar. El mundo y sus múltiples horas substituyen el estado espiritual humano… y si no lo creen, póngase a prueba, ¿Se atrevería a vivir sin drogas? ¿Sería capaz de salir a su trabajo o escuela en bicicleta? ¿Estaría dispuesto a dejar de comer la carne que fue asesinada cruelmente para su consumo? Podríamos decir que sí, que todos seríamos capaces de eso y más, pero no lo hacemos. 
Esperamos que otros tomen esas iniciativas, pues somos ovejas dependientes de un rebaño enviciado por el mundo y sus pecados modernos. Nadie, ni siquiera el líder religioso más carismático y exitoso del mundo le dirá que deje los pecados modernos, ya que eso representa grandes sacrificios sociales. 
Mientras tanto hacemos todo a un lado, las cosas buenas que aprendimos en la iglesia valen un nabo cuando todo lo que deseamos es relajarnos con lo que el mundo ha puesto en nuestras manos fácilmente, hoy en día los seres humanos en general no pecamos por maldad, sino por pereza, pecamos para relajarnos, pecamos para evitar hacer lo trascendentalmente bueno. Así que somos buenos relativamente, y pecadores relativamente. Los cristianos nos hemos convencido que somos pecadores pero que Dios nos perdona eternamente, idea infalible que funciona para relajar nuestras conciencias. Pero esta idea no funciona así en el mundo espiritual, sino que funciona en el mundo terrenal.                

Hasta cierto grado es relajante saber que nuestras máximas preocupaciones son: “Qué película está en cartelera, a qué hora nos veremos para cenar, habrá una larga fila en el banco o en el súper mercado, tendrán descuentos jugosos en la tienda departamental… viene navidad y no tengo mucho dinero para los regalos, hay café en la alacena…” Es relajante porque no tomamos en cuenta el precio real de esas cosas, a la hora de pecar es mejor no saberlo.

Esta predicación habla del pecado, y en este tema las comparaciones parecen disparejas, hay gente muy mala en este mundo, hay gente no tan mala y hay muy poca gente indiscutiblemente buena. Me embargó el deseo de cubrir el pecado de las clases medias con sus sufrimientos citadinos, pensé que tenían suficiente como para escuchar aparte un sermón que expone lo mínimo que les queda por disfrutar y relajarse. Lo mismo pasa con las clases más pobres, que roban por hambre. Y las clases privilegiadas, que pecan de soberbia por causa de un total egoísmo. ¿Acaso el pecado, en cualquiera de sus formas, tiene alguna justificación?

Al final pensé que nuestra sociedad merece relajarse, pero que no forzosamente debe hacerlo con formas comunes que llevan a pecar, no es justo que usted se desquite… ¨Si los ricos están abusando del mundo y no pagan más impuestos entonces merecen que se les secuestre, si a las grandes y lucrativas compañías les sobran productos entonces si se les roba una manzana no pasa nada, si mi compañero es un ser irreverente y sin remedio no tendrá nada de malo que le ponga el pie para que se de con todo en el piso… sería gracioso (jeje) y se relajaría mucho con su infortunio.¨  ¨Si el mundo se va a terminar muy pronto, porque ya nos lo fregamos todos, pues qué más da una basurita más.¨ ¿Suena todo esto coherente con un espíritu cristiano?  No… y nadie lo dice, pero todos lo hacemos al final. ¿El mundo es más grande que todo lo bueno que desea alguien? ¿Es el pecado más grande que nosotros?

Sí el pecado es una adicción dotada por el mundo, entonces definitivamente el pecado es mayor que el ser humano, tan es así que por nuestros pecados estamos condenados a morir, así de grande y penoso es su peso, y lo cargamos desde el tiempo de Adán y Eva. Como creyentes y cristianos sabemos que ese peso y esa pena han sido descargadas de nuestros hombros, pero… ¿Qué tanto estamos respetando esa hermosa promesa? Jesús carga con nuestros pecados, si… ¿para que nosotros podamos relajarnos hasta nuestra muerte…? ¿y si resulta que el mejor de los relajamientos hoy en día es ¨pecarle al gusto…¨? ¿Qué acaso pensamos que al pecar nada pasara... simplemente porque somos cristianos? ¿Dónde está el respeto por el evangelio de Jesús en estas palabras?

Si, estamos abordando el ¨delicado¨ tema del pecado, algo tan sagrado para muchos, intocable, irrespetuoso hurgar en la conciencia humana que es tan relativa y de doble moral, y lo que es aun peor… hoy voy a hablar del pecado, pero no del mío, ni del pecado de su hermano, sino del suyo. Es un pecado muy pequeño pero altamente estimulante, adictivo, con un buen camuflaje, lo disfraza de “estimación” pero en realidad es antipatía, lo justifica de bueno cuando en verdad es dañino. Cree que nadie lo ve, pero es un secreto a voceos, piensa que nadie lo menciona pero todos hablan de él cuando usted no está presente. Su pecado es tan pequeño que lo hace pasar por invisible, a caso es un pecadillo blanco, cándido, amable, pacífico, respetuoso, benevolente, costumbrista… la razón de su estrés, de su extrañeza, de sus dudas, de su pasividad, indiferencia, desamor, desacuerdo y ambivalencia. Su pecado es pequeño, nuca se pasa de la raya, no siempre es malo, a veces es hasta útil, 
todo está en la dosis.

Su pecado pasa desapercibido, pasa tantas veces que ni usted lo ve pasar frente a sus ojos, es algo por ¨default¨ en su forma de ser.
Lo “pesado” del pecado es su ambivalencia (
Condición de aquello que tiene dos sentidos diferentes o se presta a dos interpretaciones opuestas) frente al amor, es decir que no hay ley contra el amor, y no hay ley contra el pecado. Dicha característica aplica solamente a quienes respetan la ley de Dios y sobre todo su amor.

Romanos 3:28

Porque sostenemos que todos somos justificados por la fe, y no por las obras que la ley exige.
¿Las leyes fueron creadas para romperse? No, sino que las leyes fueron creadas para el que las rompe no para él ha sido justiciada por Cristo. 
(ejemplo: le pones tu nombre a algo del refrigerador cuando sabes que algún ladronzuelo tiene el gusto malicioso de hurtar tu comida, el remedio inmediato es crear una ley que escribes en un pequeño rótulo que escuetamente dirá: “propiedad de fulanito, favor de no comer” El pecador sabe perfectamente que esa ley fue creada y diseñada exclusivamente para él, sabe que ha sido identificado y sabe que quien lo sabe es en cierta medida una buena persona, que no ha decidido hacerle pagar por su hurto, sino que ha interpuesto un medio lógico para que no continúe el atraco.  El pecador sabe que será de nuevo tentado, una y otra vez, no tiene dominio propio, esta cegado por el antojo, se a enviciado ya con su tragazón, decide pasar por alto la ley y hurtar de nuevo.) 

El pecado es dulce pero fugaz, por eso es una adicción… no produce nada eterno ni duradero como lo hace el perdón o el amor, el pecado es un fruto dulce y placentero que atrae y lleva al conocimiento malicioso, venganzas, rencores, la satisfacción de maltratar algo o a alguien con palabras o acciones dolosas, por el anhelo de dominar, pero todo lo que conlleva y lleva el pecado dura muy poco en el paladar, ahí radica su poder, en lo fugaz de su momento, se termina un pecado pero sabemos que habrán mas. “Y que importa si Jesús pago por esos pecados, el balance de cada día va por cuenta de Jesús… Él paga la cuenta de nuestras bobadas“ ¿Verdad que suena raro decirlo así…?

Nadie se atreve a describirlo así, la mente prefiere bloquear la verdad porque desea seguir pecando, mentimos deliberadamente, odiamos deliberadamente, idolatramos deliberadamente, contaminamos, matamos y destruimos la creación de Dios porque es inconcebible para nosotros despojarnos de todas las cosas que hacen nuestras vidas mas practicas, llenas de comodidades y lujos, nuestra mente bloquea si esas acciones son banales o dañinas.

Para pecar y no morir en el intento de practicar el cristianismo se requieren de dos cosas, de ser muy valiente y muy listo. Pero no es valentía o inteligencia, sino descaro y astucia. Ubicamos hábilmente a los pecadores más osados de la sociedad para no hacer nuestros pecados más evidentes,  tachamos a las prostitutas, a los libertinos, a los rateros, asesinos, a los seres violentos y criminales desgraciados. De común acuerdo social los tachamos, los alejamos de nosotros y los ubicamos en jaulas, a la clase obrera la ubicamos en colonias alejadas, mandamos gente para que alimente a los pobres, hacemos a un lado al que consideramos inmaduro, loco, enfermo, bloquemos de nuestra mente nuestras propias trasgresiones, somos por otro lado los “ricos” los que podemos comprar y tirar cuantas cosas se nos antojen, comemos sin desear saber en lo absoluto como mataron la carne que está en nuestros platos, no nos interesa saber lo que cuestan las cosas en verdad simplemente porque podemos pagarlas. Los cristianos modernos somos los nuevos ricos que desperdiciamos e irrespetamos el evangelio, lo disfrazamos de espiritualidad, y con egoísmo carnal abusamos de quien peca abiertamente y sin censura… ¡vaya forma de relajamiento¡

Cuando Adán y Eva mordieron el fruto, el precio real era la muerte, y aunque ellos tendrían conocimiento, al final cayeron en ignorancia… a lo que hoy es la acción de bloquear el pecado para seguir viviendo, nos rehusamos a creer en la muerte, como Adán y Eva no creyeron en el mandato de Dios, sino que aceptaron la mentira del Diablo para probar ese fruto apetecible y jugoso. Qué tristeza debieron haber sentido al ver que ese dulce sabor era momentáneo, la amargura vendría después con la culpa, y el conformismo después con el fiel consumismo del pecado eterno, 
¿no podemos dejar de pecar?¨En un país de pecadores, no le quedara más que pecar como visitante…¨ podremos admirar por ejemplo las grandes obras que el hombre ha logrado, hermosos edificios como las pirámides de Guiza, y decir: - ¨wow… la más antigua maravilla del mundo¨  lo haremos sin duda y sin pensar en las personas que murieron haciéndolas, hacerlo no nos permitiría disfrutarlo ni relajarnos ampliamente… pero…  ¿no somos los cristianos quienes debemos marcar una diferencia? Aunque no somos de este mundo, deseamos conocerlo completito, con todas sus costosas frivolidades mundanas, en el fondo deseamos acostumbrarnos a él porque estamos todos enganchados al caballo.

En la segunda parte de esta predicación, veremos si el cristiano en verdad desea dejar de pecar. Por lo pronto y hasta que continúe esta duda en nosotros, reflexionemos en los pecados pequeños, mundanos y modernos que cometemos día con día y que no causan los efectos que normalmente causa saber que ofendemos a Dios. Nuestro pecado, por pequeño y escondido que sea es un efecto mariposa, es decir, para ustedes su pecado no le hace daño a nadie, pero a la larga es tan devastador como un huracán infernal. No se lo digo para que sienta culpa, la culpa no es un efecto del pecado, sino una defensa de la conciencia humana, un verdadero síntoma del pecado es la pérdida de la inocencia, la des-sensibilidad del carácter, la adicción por el relajamiento que no tiene miramientos menores o mayores, el efecto más puro del pecado es la perdición, el olvido de sus verdaderas dimensiones y efectos secundarios.

Nunca olvide que el pecado solo puede ser controlado por un poder supremo, es decir que Jesús sabe qué hacer con esa carga. Su fe deber ser verdadera en este sentido, pero su actitud deber ser de completo respeto para con el nuevo pacto de Dios. Véalo así, la fe es la capacidad de saber que Jesús paga por su pecado, su pecado es una falta de respeto contra el evangelio, pero no hay ley contra un pacto consiente y puro entre usted y Dios.
1 Juan 1:8-10 / Salmo 51: 8-9 / Hechos 3:18-20(Escrito: C.zar © SdeC Comunidad Cristiana Interdenominacional / Imagen cortesía de ©Corbis)

16 agosto 2011

Predicación 07.08.2011: ‘David contra Goliat’


...quiero compartir contigo una historia muy conocida, pero que nunca está de más recordarla y extraer sus enseñanzas. Como dice el Apóstol Pablo “ Para mí no es molestia volver a escribirles lo mismo, y a ustedes les da seguridad”. Filipenses 3:1(NVI).
Se trata de la historia de David contra a Goliat, el gigante que medía casi 3 metros de altura. Este gigante del ejercito filisteo se presentaba frente a los israelitas para desafiarlos a pelear contra él, quien le ganara ganaba la guerra. Pero sucede que todos los israelitas tenían miedo y dice la Biblia que estaban consternados. El gigante los desafiaba de mañana y de tarde. Esto se repitió durante 40 días!!!

“ Un famoso guerrero, oriundo de Gat, salió del campamento filisteo. Su nombre era Goliat, y tenía una estatura de casi tres metros. Llevaba en la cabeza un casco de bronce, y su coraza, que pesaba cincuenta y cinco kilos, también era de bronce, como lo eran las polainas que le protegían las piernas y la jabalina que llevaba al hombro. El asta de su lanza se parecía al rodillo de un telar, y tenía una punta de hierro que pesaba casi siete kilos. Delante de él marchaba un escudero. Goliat se detuvo ante los soldados israelitas, y los desafió: ¿Para qué están ordenando sus filas para la batalla? ¿No soy yo un filisteo? ¿Y no están ustedes al servicio de Saúl? ¿Por qué no escogen a alguien que se me enfrente? Si es capaz de hacerme frente y matarme, nosotros les serviremos a ustedes; pero si yo lo venzo y lo mato, ustedes serán nuestros esclavos y nos servirán. Dijo además el filisteo: ¡Yo desafío hoy al ejército de Israel! ¡Elijan a un hombre que pelee conmigo! Al oír lo que decía el filisteo, Saúl y todos los israelitas se consternaron y tuvieron mucho miedo”. 1Samuel 17:4-11 (NVI).

“ El filisteo salía mañana y tarde a desafiar a los israelitas, y así lo estuvo haciendo durante cuarenta días”. 1 Samuel 17.16 (NVI).

Pero David, al llevarles alimento a sus hermanos que estaban en el ejército Israelí escuchó al filisteo. Y decidió enfrentarse con él. En el momento del enfrentamiento, luego de que Goliat lo menospreciara, David le responde:

“Tú vienes contra mí con espada, lanza y jabalina, pero yo vengo a ti en el nombre del Señor Todopoderoso, el Dios de los ejércitos de Israel, a los que has desafiado. Hoy mismo eto Jesús nuestro Salvador.

"Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales." Efesios 6.12 (NVI).

“Pero gracias a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo ” 1 Corintios 15:57 (NVI).

(Escrito: Pastor Cecilio González Rivera © SdeC Comunidad Cristiana Interdenominacional, Imagen cortesía de ©Corbis, Todas las lecturas tomadas de Nueva Versión Internacional (NVI) Copyright © 1999)

09 agosto 2011

Predicación 07.08.2011: " EL LLAMADO DEL ESPÍRITU”

Porque a Dios le agradó habitar en él con toda su plenitud  y, por medio de él, reconciliar consigo todas las cosas, tanto las que están en la tierra como las que están en el cielo, haciendo la paz mediante la sangre que derramó en la cruz. Colosenses 1:19-20
A Dios le agradó habitar en Jesús en total plenitud, fue así porque el propósito de Jesús en el mundo era absoluto y su testimonio es perfecto. Algo bello que nos muestra la biblia es que Dios también habita en quienes creen en el evangelio de Jesús, si yo te lo digo y lo crees no será porque lo escuchaste de mi o de algún pastor o amigo, si lo llegas a vivir en plenitud, será porque quien te lo predicó fue el mismísimo Espíritu Santo en persona. El primero de los llamados de Dios es que desea ser tu amigo, no te ha llamado a servir como un vasallo, te llama a formar una amistad… lo que llega después es tu propia historia o testimonio como cristiano, muchas veces confundimos el llamado de Dios con el camino bien intencionado por el cual deseamos ser conducidos o llevados, tomamos nuestro auto y nos vamos. Tal vez no lo sepas, pero una relación con Dios puede ser sublime, pero casi siempre terminamos siendo un cristiano común y corriente sin mayor recorrido, en algún momento nos perdimos de la experiencia gloriosa de escuchar la voz del mismísimo Espíritu Santo. Mismo que movió la iglesia, que movió a los apóstoles y mismo que hoy mueve a pocos y afortunados creyentes.  Según la medida de esta manifestación será consecuentemente tu reacción como recipiente de su llamado.

—¿Por qué, Señor, estás dispuesto a manifestarte a nosotros, y no al mundo? Le contestó Jesús: —El que me ama, obedecerá mi palabra, y mi Padre lo amará, y haremos nuestra vivienda en él. El que no me ama, no obedece mis palabras. Pero estas palabras que ustedes oyen no son mías sino del Padre, que me envió. Todo esto lo digo ahora que estoy con ustedes. Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les hará recordar todo lo que les he dicho.  Juan 12:23-26. Cuando nació el movimiento de la fe cristiana, los seguidores de Cristo experimentaron la plenitud extrema de Dios, es decir que el espíritu humano se encontró con el Espíritu de Dios mismo, en el Pentecostés por ejemplo, pero también en muchas manifestaciones milagrosas. La dedicación humana cristiana comenzó a moverse por el Espíritu de Dios mismo, ese era el plan de Dios para su gente. Por supuesto que una manifestación espiritual no es siempre una manifestación de Dios, todo ser humano experimenta sensaciones físicas y espirituales, cuando es el alma propia la que busca, mueve y empuja una sensación espiritual esta no es una manifestación del Espíritu de Dios, sino una mera acción propia, en cambio el Espíritu Santo se manifiesta por sí mismo en un ser humano, su alma y cuerpo reaccionan de manera inesperada.

Se dice que el espíritu humano grita con gemidos inaudibles en busca de su origen santo, ese grito de clamor es tu propio llamado que clama por ser liberado, cuando el Espíritu de Dios te llama a ti, la reacción y el motivo es diferente. La voz de Dios es tan reveladora y asombrosa que el alma opaca el volumen y el cuerpo termina por consumir su propósito. Muy poca gente permite que el Espíritu Santo se desarrolle enteramente en el alma y en la carne. La pasión humana se mueve vorazmente durante toda su existencia, la voluntad humana se mueve como un automóvil,  el alma empuja su propio espíritu cuando se estancado, lo lleva donde pueda recargar su “energía” El llamado de Espíritu Santo no debe ser como el llamado de nuestro propio espíritu, pues lo que lo empuja es el alma,  pasión y psiquis humana, no cofundamos una expresión emocional con una manifestación espiritual santa.

Para ilustrar esto les daré un ejemplo, yo tengo varios amigos en el mundo del cristianismo, así como amigos en el mundo del ateísmo, hice una comparación entre uno que no cree en Dios y otro que había entregado su vida a Jesús, pero algo no funcionaba en esta ecuación, porque mi amigo ateo es una persona totalmente sana, decente, feliz y amoroso… en cambio mi amigo cristiano es vicioso, promiscuo, medio amargado, chismoso, poco amoroso y no se ve feliz. Al comparar estas dos personas me doy cuenta del alto valor del espíritu, el alma de ellos lleva al espíritu por el camino que ellos deseaban llevarla, sus cuerpos al final son solo lo visible de su comportamiento. Al final concluí que: tanto mi amigo el ateo como mi amigo cristiano habían vivido seguramente algún tipo de experiencia espiritual pero nunca una experiencia espiritual divina.

Por eso es inútil ir por la vida valorando y desvalorando a los demás, cada uno vive sus experiencias espirituales personales… lo que si será en verdad trascendental es vivir una experiencia del Santo Espiritual de Dios. Entendamos que estoy hablando del Espíritu Santo, su desarrollo en la vida de un creyente es distinto a tus experiencias espirituales personales. Y aunque no lo crean son muy pocos los que permiten una comunicación directa y poderosa con el Espíritu Santo, en algún momento el alma volquea los llamados de Dios por pensar que nos llevara por caminos dignos de un mártir, pero seguramente no es así en la mayoría de los casos, si nos comparamos con los primeros cristianos que vivieron el pentecostés y que muchos fueron sacrificados para ser carne de leones en la arena romana… tal vez perderemos un parámetro moderno del llamado de Dios para nosotros. Al día de hoy, al presente el llamado guarda básicas similitudes pero la expresión se presenta para propósitos totalmente adecuados a tu personalidad.

Con la llegada de Jesús, los primeros cristianos experimentaron un quebrantamiento de cultura y un desafío religioso, ya no está Dios lejano, ha traído Cristo su espíritu, para que de esa manera tengamos una relación con nuestro Padre celestial “Ya no los llamo servidores, sino amigosDios no nos llama a servir, nos llama a ser sus amigos, este llamado es del Espíritu Santo. Todos los demás llamados son de tu propio espíritu, dependiendo de la relación que tengas con Dios serán tus llamados. Definitivamente creo que las personas llegan a tener una relación personal con Dios, única y diferente a la de los demás (¿tan diferente como la de mis dos amigos antes mencionados? No. ) Aquí estoy hablando de una relación real, en donde el alma recibe al Espíritu de Dios y nuestro propio espíritu se regocija y alegra en su relación, al final el cuerpo reacciona físicamente. Estoy hablando de Dios mismo relacionándose contigo de esta manera única, no de la forma meramente cultural que rodea a un Dios del mundo del cristianismo únicamente.

Tenemos más de 100 registros Bíblicos de las manifestaciones del Espíritu Santo en la humanidad, Pablo decía: “Ya no soy yo quien vive, sino es Cristo quien vive en mi.” Los primeros cristianos sabían qué el Espíritu Santo conducía la iglesia, tomaban acciones junto con el Espíritu Santo, otra de sus manifestaciones fue el amor que se tenían entre ellos, “nadie decía que lo que era suyo le pertenecía,” y tenían todo en común. Contemplaban el evangelio para todo ser humano y no solo para ellos mismos. Finalmente también el espíritu les hizo experimentar el “sacrificio” físico, que significaba el testimonio contúndete de su relación con Dios.

Todo lo que estos cristianos vivieron fue movido por el Espíritu Santo, nadie los obligaba o les imponía nada. Por eso sabemos que es un testimonio que edifica la iglesia y nos alimenta hoy a nosotros, dichos ejemplos nos ponen en perspectiva a nosotros. Viendo lo que hacían, nos hace pensar ¿En verdad somos nosotros movidos por el Espíritu Santo… o solo somos el resultado de una acción espiritual personal? “-Si bien no le hacemos mal a nadie, hacemos cosas buenas (dentro de nuestras posibilidades) constituimos esta iglesia en buen estatus, y a regañadientes y sermones experimentamos la sensación “cafeinómana” de ser un cristiano común y corriente.”

Si nos comparamos como seguidores de Cristo, tal vez seriamos como unos girasoles. Una vida común como la de una hermosa planta, que nace por la creación y mano de Dios, muere por la selección y mano de Dios dejando una semilla de amor, nace de nuevo por obra de Dios y se desarrolla creciendo como un girasol que contempla y sigue la luz del sol hasta que es consumido por la muerte física, su espíritu regresa a su creador mientras su alma duerme en espera de juicio. Todos están siguiendo el llamado de su espíritu que busca a Dios sin más contemplaciones. Esto no es raro, no es malo ni es catastrófico… Es la vida de la mayoría de los cristianos, sus máximas experiencias personales o de su espíritu son cumplidas o mejor dicho “satisfechas,” en el nacer de nuevo, en su rendimiento de culto, en el bautizo y en las obras del ministerio están capitalizados sus tesoros celestiales.

Todo aquello no está mal, pero… ¿Acaso el cristiano no anhela un encuentro con Dios? Su encuentro hasta hoy ha sido con la iglesia, sus vivencias hasta hoy han sido con el espíritu propio, falta lo más divino… que el Espíritu Santo le mueva, que en adoración le llame.
Todo sector de la sociedad cristiana llega a experimentar no solo el llamado de su propio espíritu a servir a Dios, sino que es llamado por el Espíritu Santo a algo más, ese algo será poderoso y “sublime” que cambiaria el curso de su vida terrenal, es tan determinante, tan tajante, tan poco humano que ese llamado pocas veces se desarrolla en la vida de alguien común y corriente como cualquier cristiano mas del mundo, y listo… no da más.

Hay que reconocer que el movimiento del Espíritu Santo es distinto al personal, por ejemplo en los primeros cristianos, no solo experimentaron plenitud y felicidad de manera absolutamente radical también los persiguieron y sufrieron incluso el martirio, acosados por problemas reales en Roma, no puedo evitar compararnos con ellos y ver nuestra realidad y medir el grado y efecto del Espíritu Santo en nosotros, a veces parece absurdo ver como pasamos el tiempo como cristianos, como nos quejamos de las cosas más banales, como criticamos o juzgamos al prójimo, casi que hemos puesto a la iglesia a nuestro capricho y servicio, y estamos aplastados o inmóviles ante el poder de atracción que el mundo ejerce… ¿No será que somos nosotros quienes nos tapamos los oídos con los dedos justo cuando el Espíritu de Dios desea hablarnos? Imaginando lo que hará con nuestras vidas, ¿Hará lo mismo que hizo con Mateo, Juan, Pedro, Pablo? ¿Me llevará el Espíritu Santo por la misma gloria y el mismo martirio que experimentaron los primeros cristianos? ¿Deberé darlo todo?

Pero no hay por qué alarmarse con ideas falsas, veraz… El Espíritu Santo habla hoy a la iglesia, y a los cristianos de nuestra época les dice algo único. Los primeros cristianos tenían una sensibilidad propia, no es la misma que hoy vivimos los cristianos de hoy, Mateo tiene lazos profundos con sus orígenes judíos, Lucas tiene la sensibilidad del pagano o el hombre común, la agudeza del fariseo Pablo y su radical conversión esta marcada en toda su experiencia espiritual, todo lo contrario al temperamento introvertido de Juan.

El ejemplo de Pablo y el de Juan son tan distintos entre sí, a Juan le es dada una sabiduría divina revelada desde las sensaciones mas íntimas del Espíritu Santo, con Pablo es lo opuesto, es alimentada por experiencias externas. Pablo es pues ejemplo de acción, y Juan es ejemplo de la contemplación.

Dejan de si dos extremos de la forma en que se manifiesta el Espíritu de Dios. ¿Ya sabes como se manifiesta el Espíritu Santo en ti? Si es que se manifiesta ¿Cómo dirías que se manifiesta concretamente en tu vida diaria?

La religión es un asunto muy sencillo, acciones que obedecen a tu espíritu, “- yo necesito alabar a Dios, yo necesito convivir con mis hermanos, yo debo acudir, debo ir, tengo que realizar aquello o lo otro, todo esto que hago me hace sentir bien, con sus pros y contras… pero en general es algo bueno para mi vida espiritual”. Fíjate quien, estas son frases comunes y ordinaras que se escuchan entre el pueblo de Dios… y a veces hasta las decimos en plural: “tenemos hambre de ti Señor, adóramos tu nombre porque eres bueno con nosotros… etc…”
¿Dónde está el llamado del Espíritu Santo aquí? Son estas buenas acciones consecuencia del llamado propio y sano de buscar a Dios, como lo hacen los girasoles del campo. Ellos saben que esta fe les sirve, les mantiene vivos en un apacible lugar hasta que Dios mismo los lleve con seguridad a un sito aun mejor. Nada de esto es malo, pero aparte de saberte creyente, de tener fe en Dios, de saberte obediente y bautizado, de compartir la mesa con tus hermanos (as)… aparte de todo eso… ¿no te gustaría al menos por unos momentos de tu vida oír la voz de Dios sin ser interrumpido por el alma?

Lo más interesante del asunto cristiano no es lo complejo de las diversas creencias, tampoco lo es lo dogmático de la Biblia, ni lo bonito que pueden ser las experiencias religiosas, sino que el Espíritu Santo de Dios habita en nosotros y temblamos como demonios ante sus designios y nos paralizamos, algunos al grado de abandonar toda actividad religiosa, otros al grado de olvidar el sermón de hoy, algunos incluso haciendo lo contrario o lo que se espera de una vida cristiana común y corriente.

Cierra los ojos y por un momento imagínate a Dios enfrente de ti, el Dios que formó las montañas, los elementos, las millones de estrellas, la belleza de los animales o las plantas y la fabulosa obra de arte y de ingeniería biológica llamada humanidad. Este Dios que bajó de todo reino y convivió con Juan y se rebeló ante Pablo… ¿Cuál sería tu reacción inmediata ante este Dios absoluto y único? ¿No será la de huir?
No tengas miedo, el único llamado de Dios por hoy es muy sencillo y bueno… Él puede decir algo así como: “Hola… ____ tu eres mi amigo.”

El máximo testimonio de los primeros cristianos fue el martirio, o el sacrificio, derramaron su sangre, fueron sacrificados. Después de todo eso la historia del cristianismo se movió por caminos extraños, ha habido un montonal de escritos, tratados, filosofías religiosas, etc. La forma en la que el Espíritu Santo mueve a su iglesia ha ido de extremo a extremo, de Juan a Pablo. Tan es así y tanto fruto a dado el movimiento que hoy en día pareciera que el camino a una relación con Dios es innecesaria, “- ya la historia tiene suficientes mártires, ya tiene los profetas adecuados, ya cuenta con los evangelistas estrellas del escenario, ya hay quien componga las alabanzas más bellas ganadoras del grammy, ya hay de todo bendito sea Dios. Así que dirás: ¿porque adentrarme al llamado del Espíritu de Dios?”

Esta puede ser tu mentalidad, pero yo te digo que el Espíritu de Dios te está llamado a algo mayor. Si bien en el cuerpo de Cristo hay de todo y todo es diferente, hay cosas que si nos llaman a realizar todos, analiza muy bien las siguientes lecturas, veras muchos llamados, pero lo mas importante esta en letras negritas:
Leemos ROMANOS 12: 1
- Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.
- Por la gracia que se me ha dado, les digo a todos ustedes: Nadie tenga un concepto de sí más alto que el que debe tener, sino más bien piense de sí mismo con moderación, según la medida de fe que Dios le haya dado.
- Pues así como cada uno de nosotros tiene un solo cuerpo con muchos miembros, y no todos estos miembros desempeñan la misma función, también nosotros, siendo muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo, y cada miembro está unido a todos los demás. Tenemos dones diferentes, según la gracia que se nos ha dado. Si el don de alguien es el de profecía, que lo use en proporción con su fe; si es el de prestar un servicio, que lo preste; si es el de enseñar, que enseñe; si es el de animar a otros, que los anime; si es el de socorrer a los necesitados, que dé con generosidad; si es el de dirigir, que dirija con esmero; si es el de mostrar compasión, que lo haga con alegría.


Por sobre todo el llamado del Espíritu de Dios apela al amor:
Romanos 12:9-11
- El amor debe ser sincero. Aborrezcan el mal; aférrense al bien. Ámense los unos a los otros con amor fraternal, respetándose y honrándose mutuamente. Nunca dejen de ser diligentes; antes bien, sirvan al Señor con el fervor que da el Espíritu.

Así pues, ya para terminar… Una iglesia o tu vida puede seguir siendo avanzando con relativo movida, llevada por el empuje y determinación mental de tu espíritu personal, puede ser tu vida o tu iglesia afectada u obstaculizada por el espíritu de otros, detenida por el espíritu maligno, o bien, puede ser movida por el Espíritu Santo. El primer llamado es a la fraternidad… escuchar ese llamado primordial afinara tus oídos espirituales y dará a tu espíritu propio la alegría de oír directamente al Padre, sabiendo su voluntad sin titubear y “semper ascendens.”

Dios te bendice:

(Escrito: C.zar © SdeC Comunidad Cristiana Interdenominacional, Imagen cortesía de ©Corbis, Todas las lecturas tomadas de Nueva Versión Internacional (NVI) Copyright © 1999)

Lecturas previas a la predicación

Colosenses 1: 3-14
Siempre que oramos por ustedes, damos gracias a Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, pues hemos recibido noticias de su fe en Cristo Jesús y del amor que tienen por todos los santos a causa de la esperanza reservada para ustedes en el cielo. De esta esperanza ya han sabido por la palabra de verdad, que es el evangelio que ha llegado hasta ustedes. Este evangelio está dando fruto y creciendo en todo el mundo, como también ha sucedido entre ustedes desde el día en que supieron de la gracia de Dios y la comprendieron plenamente. Así lo aprendieron de Epafras, nuestro querido colaborador y fiel servidor de Cristo para el bien de ustedes. Fue él quien nos contó del amor que tienen en el Espíritu.  Por eso, desde el día en que lo supimos no hemos dejado de orar por ustedes. Pedimos que Dios les haga conocer plenamente su voluntad con toda sabiduría y comprensión espiritual, para que vivan de manera digna del Señor, agradándole en todo. Esto implica dar fruto en toda buena obra, crecer en el conocimiento de Dios y ser fortalecidos en todo sentido con su glorioso poder. Así perseverarán con paciencia en toda situación, dando gracias con alegría al Padre. Él los ha facultado para participar de la herencia de los santos en el reino de la luz. Él nos libró del dominio de la oscuridad y nos trasladó al reino de su amado Hijo en quien tenemos redención, el perdón de pecados.

Colosenses 1: 21-23ª
En otro tiempo ustedes, por su actitud y sus malas acciones, estaban alejados de Dios y eran sus enemigos. Pero ahora Dios, a fin de presentarlos santos, intachables e irreprochables delante de él, los ha reconciliado en el cuerpo mortal de Cristo mediante su muerte, con tal de que se mantengan firmes en la fe, bien cimentados y estables, sin abandonar la esperanza que ofrece el evangelio.

Colosenses 1:24-28
Ahora me alegro en medio de mis sufrimientos por ustedes, y voy completando en mí mismo lo que falta de las aflicciones de Cristo, en favor de su cuerpo, que es la iglesia. De ésta llegué a ser servidor según el plan que Dios me encomendó para ustedes: el dar cumplimiento a la palabra de Dios, anunciando el misterio que se ha mantenido oculto por siglos y generaciones, pero que ahora se ha manifestado a sus santos. A éstos Dios se propuso dar a conocer cuál es la gloriosa riqueza de este misterio entre las naciones, que es Cristo en ustedes, la esperanza de gloria.
 A este Cristo proclamamos, aconsejando y enseñando con toda sabiduría a todos los seres humanos, para presentarlos a todos perfectos en él. Con este fin trabajo y lucho fortalecido por el poder de Cristo que obra en mí.

Evangelio: Juan 12:15-31
Si ustedes me aman, obedecerá mis mandamientos. Y yo le pediré al Padre, y él les dará otro Consolador para que los acompañe siempre: el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede aceptar porque no lo ve ni lo conoce. Pero ustedes sí lo conocen, porque vive con ustedes y estará en ustedes. No los voy a dejar huérfanos; volveré a ustedes. Dentro de poco el mundo ya no me verá más, pero ustedes sí me verán. Y porque yo vivo, también ustedes vivirán. En aquel día ustedes se darán cuenta de que yo estoy en mi Padre, y ustedes en mí, y yo en ustedes. ¿Quién es el que me ama? El que hace suyos mis mandamientos y los obedece. Y al que me ama, mi Padre lo amará, y yo también lo amaré y me manifestaré a él. Judas (no el Iscariote) le dijo: —¿Por qué, Señor, estás dispuesto a manifestarte a nosotros, y no al mundo? Le contestó Jesús: —El que me ama, obedecerá mi palabra, y mi Padre lo amará, y haremos nuestra vivienda en él. El que no me ama, no obedece mis palabras. Pero estas palabras que ustedes oyen no son mías sino del Padre, que me envió. Todo esto lo digo ahora que estoy con ustedes. Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les hará recordar todo lo que les he dicho. La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden. Ya me han oído decirles: "Me voy, pero vuelvo a ustedes." Si me amaran, se alegrarían de que voy al Padre, porque el Padre es más grande que yo. Y les he dicho esto ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, crean. Ya no hablaré más con ustedes, porque viene el príncipe de este mundo. Él no tiene ningún dominio sobre mí, pero el mundo tiene que saber que amo al Padre, y que hago exactamente lo que él me ha ordenado que haga.

27 junio 2011

*Predicación 19.06.'11 ‘Estratagema Humana’

Un buen día comprendí porque Dios había creado al hombre y a la mujer con el alma invisible y escondida bajo sus cuerpos perfectos, antes la piel, luego sus órganos y huesos. Imagino que la gente esconde sus intenciones en lo más profundo del alma, amadas con celo íntimo, privado para su prójimo, conservado en las más secretas cavernas, donde solo tiene acceso su conciencia. Si el alma de una persona es horrenda, doy gracias a Dios de que sea invisible, pues así no nos provoca asco, y si su alma es bellísima, doy gracias a Dios de que sea invisible pues así no le es causa de vanagloria.

El alma nos dicta instintos humanos y fieles a sí misma, siempre esta a la defensiva, sus tácticas de guerra y paz deben ser estratagemas confeccionadas artesanalmente y sin censura propia, donde habita el alma debe ser un lugar obscuro, impenetrable, lleno de emociones altamente contrastantes, que si bien un momento rayan en el orgullo, odio o malicia, otro momento son entrega, amor o bondad… todo lo arma con una intrincada estratagema. Tiene la mente una forma de defensa habilitada que trabaja a la velocidad de la luz, desde el momento que interpreta un ataque a su persona o una amenaza que devele su alma y la lleve a la luz o la exponga al público, esta se contrae sumamente y automáticamente, es decir se cierra bajo un blindaje, se activan todas las alarmas… desde el momento que digo: “esta palabra es para ti, porque has sido malo, mientes, eres arrogante con tu hermano al grado del odio, actúas con malicia, flojera y egoísmo vanal..” tu mente activa esta defensa y provoca un plan de rescate, el cerebro es rápido, lo primero que hará es convencerse a sí mismo que: “- el predicador no se refiere a ti cuando dice que has sido malo, sino que lo ha sido otro,” o al menos pensaras que “otros son peores que tu.” Esa es la estratagema más barata y usada, (los demás son responsables de tu pecado, sus pecados son aun peores que los tuyos. Existen estratagemas aun más oscuras, su complejidad depende del cerebro que las crea, los más astutos crean verdaderas obras del arte del escapismo que para que les cuento.

Si bien Dios hizo el alma invisible fue para protegernos del asco, la vergüenza y la desnudez, si hemos clasificado a la gente de "fea" o "bella…" te imaginas si el alma fuera visible… existiría de inmediato otra categoría mas, “gente bella por fuera y fea por dentro (o viceversa)” Dios, que todo lo ve y que conoce el alma humana, en ocasiones se alegra al vernos alabando su nombre con total honestidad y entrega, cuando somos obedientes, sensatos y coherentes con su mensaje, lo mismo que se asquea de una ofrenda apestosa, por ejemplo cuando pretendemos lograr una experiencia mística y llegar ante su presencia aun con el alma en conflicto, con el corazón turbado, con las ideas revueltas, la mente en la luna, con confusiones, dudas, odios, cuando todo lo que tenemos para ofrecerle es una estratagema, una serie de ideas resueltas en la cabeza, en donde tu conciencia y tu corazón han hecho un acuerdo corrupto que se dice a si misma: “-en el tiempo que este en la presencia del Señor, haré todo a un lado, dejaré afuera mis problemas, me olvido por una hora del odio que siento por mi hermano, hago trabajo mental y por unos minutos imagino intensamente que estoy alabando realmente el nombre de Jehová…” pero… realmente no fue una experiencia divina, seguías los acuerdos de tu mente, o seguiste las “instrucciones” del director musical. Como si para estar en la presencia de Jehová tienen que convencerte, como si para que tú escuches la predicación y la entiendas debemos hacerte “coco-wash” ¿Lavas tu cerebro antes de experimentar a Dios? Eso suena como una descarga interna, una proyección de energías negativas llevadas a lo positivo, son culpas que se auto redimen, o como se dice… es mística barata, o como digo: Esta es la estratagema más compleja.

Una estratagema es la acción astuta y engañosa para conseguir algo, especialmente en el arte de la guerra. Pero el alma puede llegar a ser totalmente ingenua, o llega a vivir un estado crítico, donde a terminado por creer sus mentiras y estratagemas. Lo que no sabe el alma, o al menos no puede controlar, es que el cuerpo por fuera devela su color y su forma en un lenguaje corporal, en una lengua que habla verdad o mentira, en unos pies que buscan lugares de perdición o de edificación, en unas manos que trabajan la paz o el conflicto. Para un cristiano, estar atrapado en una estratagema es absolutamente peligroso, una porque no tiene conciencia de la realidad, otra porque está conquistando guerras sin sentido o propósito, y por ultimo porque perderá su alma.

Yo comencé a entender porque el alma era invisible, fue cuando aprendí a ver a las personas según lo que dejaban ver de sí mismas, ayudo mucho lo particular de algunas personas que resultaban ser muy transparentes, ayudo el hecho de que movían la boca para decir cosas pero sus palabras no concordaban con sus acciones, la inteligencia de las palabras contrastaba con la torpeza de sus emociones. Al final, aunque invisible, todos dejábamos ver el alma en total coherencia con lo que creemos, predicábamos y practicábamos, esta ecuación no tiene error. Un creyente que tiene una relación con Jehová, no solo siente el deseo de testificar fielmente lo que siente su corazón, no necesita lavarse el cerebro con estratagemas religiosas y supuestos llamados del espíritu para realizar su labor ministerial o de servicio, además de todo práctica lo que cree y declaran sus labios, esa práctica evidencia el color de su alma y con lo que se ha formado y alimentado últimamente.

El alma en su astucia, que con inteligencia disfrazada de sabiduría se engaña a sí misma con el poder de la mentira. La realidad es otra pero la mentira potencializa lo que en realidad deseamos hacer o decir, la mentira le da un sentido lógico a la estratagema del alma, las mentiras que se dicen o se inventa el cerebro distorsionan no solo a la realidad, sino que alteran completamente el propósito divino, santo o consagrado y apartado que Jehová había intencionado para la humanidad. Toda acción de lucha, guerra o estratagema requiere de una mentira para su elaboración, ejecución y práctica. Una vez dentro, salir es complicado, toda verdad será una amenaza que alterará el sistema que se ha construido, una sería de enredados caminos y puentes alternativos, solo un camino nos lleva a los pies de Jesús, rendidos y exhaustos, hartos de pensar o “adivinar.” El grito de tu espirtu, su clamor ante el alma es cuando te preguntas: ¿Qué quiero realmente en la vida? ¿En qué momento se salió de cause? ¿Por qué es tan difícil comprender? ¿hasta donde he llegado? ¿Es mi vida una farsa? ¿Podre comenzar desde cero?

La clave está en la verdad, todos reconcomemos al menos una verdad absoluta en nuestras vidas, aferrarse a ella es importante, una verdad segura es como un escalón, esta verdad te llevará indudablemente a un sitio seguro, una verdad te lleva a otra verdad y así sucesivamente. En este punto primario habrá quienes al ver la verdad la niegan o la mezclan con una mentira, pero no será tu caso, porque ya pasaste el lumbral, donde se escondía tu alma, es decir, ya tomaste una decisión y has escogido mejorar, habrá quienes prefieren no mentirse y aceptan la realidad tal cual, y tu eres uno de ellos ahora.

¿Te parece difícil? Has un ejercicio básico, para ir practicando: Mírate ahora en un espejo y dite a ti mismo una verdad, aunque sea dolorosa… luego dite otra verdad que sea consecuencia de la anterior, por ejemplo:
- “soy feo, pero para alguien soy bello, soy feo pero alguien aprecia lo bueno en mi”
- “soy pecador, pero sé que Dios me ha perdonado, soy malo pero mi espíritu busca hacer la voluntad de Dios”
- “soy torpe, pero se escuchar y me gusta aprender”
- “soy necio y orgulloso, pero ya lo puedo ver, ya no busco crear una estratagema, pongo en manos de Dios mi ser”
(para este ejercicio es importante no mentir, la mentira no lleva a ningún lugar real)

Nota lo que dice la Biblia al respecto de todo esto: Él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; y a otros, pastores y maestros, a fin de capacitar al pueblo de Dios para la obra de servicio, para edificar el cuerpo de Cristo. De este modo, todos llegaremos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a una humanidad perfecta que se conforme a la plena estatura de Cristo. Así ya no seremos niños, zarandeados por las olas y llevados de aquí para allá por todo viento de enseñanza y por la astucia y los artificios de quienes emplean artimañas engañosas. Más bien, al vivir la verdad con amor, creceremos hasta ser en todo como aquel que es la cabeza, es decir, Cristo. Por su acción todo el cuerpo crece y se edifica en amor, sostenido y ajustado por todos los ligamentos, según la actividad propia de cada miembro. Efesios 4:11-16 (NVI)
en otras versiones dice: Así ya no seremos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del errorEfesios 4:14
Un cristiano en forma o que ha encontrado su lugar certero en el cuerpo de Cristo, también puede verse a si mismo y declárar una verdad hermosa como esta:
“Soy apóstol (predicador)”
“Soy profeta (visionario)”
“Soy evangelista (anunciador de buenas noticias)”
“Soy pastor (guía espiritual)”
“Soy maestro (capacitador)”
“Soy discípulo (seguidor-alumno)

¿Quieres conocer tu lugar en el cuerpo de Cristo? o ¿Quieres saber si el lugar que ocupas actualmente es el correcto o es una estratagema? Si deseas saberlo, lee efesio 4 para ti mismo, afirma tu ocupación en la iglesia (colócala en la siguiente línea) diciendo: “Soy ______________ de Dios, para el servicio de la iglesia, y edifico el cuerpo de Cristo en la unidad de la fe, esta verdad no se mueve en la mentira, por lo que no soy sacudido por ningún hecho externo o ajeno al camino de Jesús” Al vivir esta verdad no necesito de ninguna estratagema, soy tal cual… vivo esta verdad con el principio o mandamiento básico que es el amor… estas verdades están en mi alma y reflejan un crecimiento, fruto de que todo lo anterior puede ser visto también como una vedad absoluta, tal y como lo sabe mi alma.
Por estas acciones toda la iglesia se edifica también, según los ministerios o servicios que cada uno ha ligado en este cuerpo de Cristo.

Si al leer lo anterior algo no encuadró en tu vida o se coló alguna mentirilla, debes volver al camino que Dios te propone. La escritura de Efesios 4 nos ofrece una fórmula perfecta, pues estas verdades nos llevan escalón tras escalón a una condición humana ideal para el cuerpo de Cristo, quien es la cabeza y quien nos sugiere seguirle hasta llegar a su misma estatura. En ese propósito las estratagemas o mentiras no tienen cabida.

¿Te imaginas a un miembro que se cree maestro y que es llevado de aquí para allá… estará capacitando en verdad al pueblo de Dios?
¿Te imaginas a un profeta que no comparte las visiones de Dios para su pueblo?
¿Te imaginas a un evangelista que no toca puertas, que no sale a pescar?
¿Te imaginas a un pastor que no lleva al pueblo de Dios a un camino seguro?
¿Te imaginas a un apóstol que no centra su vida en Cristo sino en asuntos secundarios?
¿Te imaginas a un discípulo que pone más atención en emociones vánales, en las cosas del mundo, en el hambre y vacío de su atormentada alma?

Decía hace unos momentos… mírate a ti mismo…
Sin el arte de la estratagema mental… no lo pienses demasiado, solo toma el calificativo auténtico de tu condición como creyente… y listo…
Dite a ti mismo: “Soy esto o soy lo otro” esa es la verdad, y ya.
MUY BIEN… Podemos partir desde esa verdad, honesta y auténtica. Sin este primer paso es imposible avanzar dentro del cuerpo de Cristo, la ilusión de una realidad será falsa como una prótesis plástica en el brazo de un infante, tarde o temprano te das cuenta que el cuerpo de Cristo a crecido y su pequeño brazo no, contrastará visiblemente, esa realidad será avasallante y dolorosa si se negó en el pasado la verdad, esa estratagema deja de ser efectiva, fuera de moda y nada creíble cuando todos a tu alrededor comienzan a tomar su lugar en la iglesia, cada uno con sus ministerios y en crecimiento evidente... no dejes que eso pase, hoy mismo puedes dejar atrás las cosas que te afectan, hoy será sencillo, indoloro, bajo la supervisión de tus hermanos.

O ya te tardaste ¿Cuántos años estas en el conocimiento de tu salvación o de tu fe? Responde con firmeza, pues bien, esos son los años que llevas metido en el cuerpo de Cristo, compara ahora el crecimiento de tus hermanos con el tuyo propio… si algo es demasiado contrastante en cuanto al tamaño de las cosas, es tiempo de tomar conciencia de esa verdad, no te sirve engañarte mas, el momento de la verdad a llegado, y el ministerio nos demanda acciones concretas.

Los evangelistas ya sembraron la semilla de salvación en ti, los profetas ya nos declararon sus visiones, sus maestros ya te enseñaron lo más básico que debías saber, los pastores ya te han mostrado la guía, sus apóstoles continúan predicándote, los discípulos ya dieron testimonio de a quien están siguiendo…
Mírate a ti mismo ahora… ¿No crees que es tiempo ahora de que pongas en función todo aquello que se te ha regalado? Deja de escapar, deja de dormir, deja esa mentira y acércate a la verdad, no solo la contemples desde donde estas.

…Pero cada uno tenga cuidado de cómo construye, porque nadie puede poner un fundamento diferente del que ya está puesto, que es Jesucristo. Si alguien construye sobre este fundamento, ya sea con oro, plata y piedras preciosas, o con madera, heno y paja, su obra se mostrará tal cual es, pues el día del juicio la dejará al descubierto. El fuego la dará a conocer, y pondrá a prueba la calidad del trabajo de cada uno. Si lo que alguien ha construido permanece, recibirá su recompensa, pero si su obra es consumida por las llamas, él sufrirá pérdida. Será salvo, pero como quien pasa por el fuego. 1 Corintios 3:10-15

DTB
(Escrito: C.zar © SdeC Comunidad Cristiana Interdenominacional, Imagen cortesía de ©Corbis)

16 mayo 2011

*Predicación 15.05.'11 ‘Testigo de la Luz’

¿Cómo te sentirías si el testimonio de tu vida fuera develado completamente? Entraríamos en tu vida personal para desmenuzar lo que más amas en el mundo, tu “individualidad,” bajo tal riesgo no quedaría piedra sobre piedra del templo a ti mismo, que es una construcción ambigua, enigmática, indeterminada, sosa y sin propósito visible.
Pues bien, tu testimonio no necesita ser develado ya que es bien conocido ahora, y quien nos lo ha hecho saber es usted mismo. Un testimonio escabroso es resultado de una vida sacudida por el viento y el destino… pero un testimonio decente es el de una vida impactada por Jesucristo. Bien dijo Jesús que podía destruir un templo, pero también Satanás sacude a las personas para destrucción…

Todos los que estamos aquí hemos derrumbado mucho de ese templo mágico llamado orgullo, construido con una gran pasión humana, y de esas ruinas tratamos de rescatar vestigios mundanos, anhelos de sabrosas formas pecaminosas, de ese templo conservamos un lugar altamente sagrado, al que acudimos toda vez que sentimos que Cristo no funciona como Dios. En cambio, un buen creyente da fe o testifica de una luz poderosa, de un agua que recorre su alma y da vida, sus placeres se encuentra en el servicio, su cuerpo se complace es la alabanza, sus ojos y oídos buscan la sabiduría, su templo es reconstruido por Jesús en poco tiempo. Su frágil humanidad es reforzada día con día. Su vida no es evidencia de una ruina mundana, su boca se abre para testificar, no se queda callada. Avanza débil y luego da posos agigantados, es testigo del amor y no teme hacer declaraciones ante nadie.

En TODA circunstancias se supone que un cristiano da testimonio de una luz que nada la puede opacar, del agua que da vida, de un Dios todopoderoso… ¿Será tu testimonio una real experiencia vívida de lo anterior o es simplemente un escabroso discurso que al final no deja nada, eres testigo de cómo Cristo actúa en tu vida o una mediocre vida de un creyente promedio. No se dice o se pregunta esto como un reto, sino como una alerta.
Todo lo que usted responda hoy es evidencia de tu futuro.

El máximo de todos los profetas que existieron en la tierra fue Juan el Bautista: Juan 1:19-28
Éste es el testimonio de Juan cuando los judíos de Jerusalén enviaron sacerdotes y levitas a preguntarle quién era. No se negó a declararlo, sino que confesó con franqueza: —Yo no soy el Cristo.—¿Quién eres entonces?... ¿Cómo te ves a ti mismo? —Yo soy la voz del que grita en el desierto: "Enderecen el camino del Señor…"—Yo bautizo con agua, pero entre ustedes hay alguien a quien no conocen, y que viene después de mí, al cual yo no soy digno ni siquiera de desatarle la correa de las sandalias. Juan 1:6-9 Vino un hombre llamado Juan. Dios lo envió como testigo para dar testimonio de la luz, a fin de que por medio de él todos creyeran. Juan no era la luz, sino que vino para dar testimonio de la luz. Esa luz verdadera, la que alumbra a todo ser humano, venía a este mundo.

Les decía que su templo personal será derribado, y que lo más bello que le puede pasar a una persona es que esa destrucción ocurra por causa de Jesús, porque puede ser otro (el diablo), que con total malicia sacuda tu vida para destruirte a ti. Pensaras que este tipo de desfalcos solo le ocurren a personas detestables, pero no, Pedro, el apóstol negó que conocía a Jesús, negando con ello la luz que antes Juan el Bautista había testificado. Y Judas, apóstol también, lo entregó a las autoridades Romanas. Todo esto porque dejamos que una fuerza negativa nos arrastre como el viento impredecible sacude el trigo a su antojo. Juan 18:15-18 y 25-27

Podemos ser testigos de cómo el diablo sacude nuestras vidas, y de eso damos fe constantemente, los unos sobre los otro, pero debe ser lo contrario, debemos dar testimonio de cómo Jesús impacta nuestras vidas.

Jesús nos pide que seamos sus testigos, que demos testimonio de lo que ha hecho en nuestras vidas… y solo lo hacen quiénes experimentan realmente ese poder pues lo han presenciado, todos los demás no pueden declarar nada sobre Jesús, (NO DA PERAS EL OLMO) El olmo es un árbol de porte mundano, suele alcanzar alturas muy reconocibles. El tronco está recubierto por una corteza endurecida, y tiene interés meramente terapéutico. Las ramas son simples y tienen hojas substituibles, brillantes y soltadas, surcadas por múltiples nerviaciones y con bordes divididos. Las flores son pequeñas y de color rojizo. El fruto contiene solo una semilla… NADA QUE VER CON EL TESTIMONIO DE UN PERAL.
No da frutos ni testimonio quien no conoce o ha visto la luz y la paz de Cristo, no da señas de agua viva quien aun tiene visiblemente sed de un Dios vivo. Todo lo que digan de Cristo será solo palabrería y obsesión. Y quien calla su testimonio es como un olmo estéril.

Juan 18:19-21
Mientras tanto, el sumo sacerdote interrogaba a Jesús acerca de sus discípulos y de sus enseñanzas. —Yo he hablado abiertamente al mundo —respondió Jesús—. Siempre he enseñado en las sinagogas o en el templo, donde se congregan todos los judíos. En secreto no he dicho nada. ¿Por qué me interrogas a mí? ¡Interroga a los que me han oído hablar! Ellos deben saber lo que dije.
Hechos 1:21-22
Por tanto, es preciso que se una a nosotros un testigo de la resurrección, uno de los que nos acompañaban todo el tiempo que el Señor Jesús vivió entre nosotros, desde que Juan bautizaba hasta el día en que Jesús fue llevado de entre nosotros.

Por extraño que parezca, dar buen testimonio es un factor poco valorado en las iglesias, usted me dirá: -“eso no es verdad, pues usted ha escuchado muchos testimonios en una iglesia” yo sostengo mi comentario, vera… yo, al igual que usted he escuchado muchos “testimonios” en una iglesia, pero me atrevo a asegurar que en su mayoría han sido solo palabras, deformadas por un lenguaje poco elocuente y si muy fantasioso. He oído cientos de discursos, a veces incluso en un pobre español, a veces en un macheteado diálogo bíblico, a veces lleno de mentira, a veces he oído discursos llenos de política, otros cargados de vanidad y auto elogio, me ha tocado estar en reuniones sociales donde de repente la gente se vuelve piadosa, todos saben cómo resolver los problemas de los demás, de repente algunos se vuelven “sabios” menesterosos, expertos ministros… críticos de primera, que hasta sin conocimiento de causa serían capaces de hacer mejor el trabajo de un ministro en la mira. Pero mire… al final se nota que dicho “testimonio” solo fue una bocanada de ideas y proyecciones cerebrales ínsulas, a los 30 minutos, estos mismos hermanos “expertos en abrir la boca,” suelen destruir el testimonio mismo de su autoría, que digo 30… 15 minutos no pasan cuando con la misma boca están ya dando rienda suelta a sus deseos humanos, ellos mismos mueren por su boca. Quién un día testificó ser pescador de hombres, hoy es solo alguien que por su boca muere. Eso en el caso de que alguien “testifique” el otro sector de la iglesia se queda sentada sin abrir la boca, ¿será que no tiene nada que testificar? ¿Será que le da miedo morderse la lengua? Más que discretos o precavidos, son cautelosos, mantienen en encierro la luz de Cristo en sus conciencias.

Usted se preguntará… - “Bueno… ¿y de quién estoy hablando…?” Pues nada menos y nada más que de usted. Así es… y me dirá: - “Que no, que usted da testimonio con sus acciones“ o “Que no, que si… en efecto usted a sido de vez en cuando portador de un testimonio modesto, y que si bien le ha tocado en vagas ocasiones dar opiniones (personales claro) de su propia cosecha moral e intelectual, que no niega que ha hecho una que otra crítica (constructiva) de política, religión, deportes e incluso de amistades… y que claro, al final de todo, pues usted mismo dirá que no es un santo…. Y que si, alguna vez incluso mintió o fue verdugo afable, testigo del pecado ajeno.
Pero que hoy goza de buena opinión social, que hoy vive el fruto de la gracia de Dios en usted, que su espíritu está en libertad, puede ir y venir de un estado humilde a uno de juez. Hoy ser otro, mañana será usted el criticado, hoy le tocó ser verdugo y mañana rodará su cabeza en el piso.

Esto que hoy les describo es lo que defino como “el nivel cultural de un creyente promedio” y es el nivel máximo al que han aspirado muchos de los creyentes cristianos, y es el testimonio que más abunda en la redes sociales (tanto electrónicas como reales) Pululan las opiniones verbales de las personas, todos tienen algo que decir, y su discurso es rosa, cursi, meloso y hasta aburrido, y por si fuera poco, resultan discursos poco creíbles.

Cuándo se nos pregunta… ¿Qué testimonio estamos dando como iglesia? O cuando nos predican que demos buen testimonio, de inmediato pensamos en quienes deben dar buen testimonio. Es decir, pensamos en quienes dan mal testimonio y deben corregir el camino… pero, ¿qué hay del testimonio de usted? Esta usted aquí para administrar sus bienes morales, no para cosechar en jardín ajeno.

Imagínate como se sintió Jesús, de decirle a Pedro: “…me negaras tres veces…”
Cual sería el estado emocional de Jesús al ver piedra tras piedra, insulto tras insulto, latigazo tras latigazo, solo después de haber realizado innumerables milagros en el pueblo judío. Puedes colocarte un momento en los zapatos de Jesús, en su mirada al saber que su momento de calvario había llegado... y ese momento era marcado por uno de sus amigos con un beso. Este fue el testimonio con el que se dieron a conocer algunos de sus discípulos, escondido en casas, temerosos. Pablo que lo persiguió e insultó, quien describe su testimonio como el más vil de todos… ¿en qué lugar quedamos nosotros en esta escala? Hechos 1:15-22

1 Timoteo 1:12-15 Doy gracias al que me fortalece, Cristo Jesús nuestro Señor, pues me consideró digno de confianza al ponerme a su servicio. Anteriormente, yo era un blasfemo, un perseguidor y un insolente; pero Dios tuvo misericordia de mí porque yo era un incrédulo y actuaba con ignorancia. Pero la gracia de nuestro Señor se derramó sobre mí con abundancia, junto con la fe y el amor que hay en Cristo Jesús. Este mensaje es digno de crédito y merece ser aceptado por todos: que Cristo Jesús vino al mundo a salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.

El primer testimonio de Pedro y de Pablo no es nada loable, pero bueno… eso quedo en el pasado, su nuevo testimonio comenzó cuando destruyeron su orgullo y temor. “Yo he comprobado que la única manera de predicar el evangelio o a Jesús mismo, es por medio de acciones y no de palabras únicamente, eso ya lo sabemos todos, pero debemos comprobarlo por nosotros mismos y no solo saberlo de manera mental, sino practicarlo. De otra forma repetiremos ese discurso y no le daremos el valor que merece.
Cuando llega a nosotros una situación en la que debemos enfrentar o demostrar que somos de Cristo, cuando somos tentados a pecar, cuando deseamos hacer valer nuestra opinión por sobre todas las demás opiniones… Pueden llegar a nuestra mente versos bíblicos, esos tan bonitos que pusiste en facebook, esos que te sabes de memoria que tan bonito recitas, llegan a tu mente las múltiples sabidurías que te recetó tu líder religioso o tu psicólogo de cabecera y que al final las has entendido… todo eso llega a tu mente, pero decides negarlo, como Pedro negó a Cristo… en esos momentos no deseas demostrar lo mucho que Cristo vive en ti, sino lo mucho que desees hacer valer tu autonomía, tu palabra... tu defensa, tu opinión. Cristo no vale a la hora de cobrar tributo a la amistad, Cristo te estorba cuando solo quieres quedar bien con el jefe, con el “teacher” o con el compadre… Cristo te vale gorro cuando te estorba para divertirte, para burlarte, para ligarte a más de uno, para lucir tu belleza física o intelectual. Lo vendes por lo que el mundo te ofrece en una noche alegre. Traicionamos su amistad cada vez que lo entregamos a una autoridad que domina nuestro futuro, vendemos a Cristo por un rato de placer humano, por un festín mundano, por unas monedas que comprarán un terreno infértil de felicidad, como Judas. Algunos vamos más lejos, y caemos en pecado, somos capaces de insultar, de mentir, de robar la paz… así como Pablo... perseguimos a Cristo en la figura de nuestros hermanos de la fe, interrumpimos como piedras de tropiezo en el camino, matamos el evangelio, hacemos que pierda su credibilidad, lo atrasamos, aniquilamos la esperanza, violamos el derecho de los demás.

¿Cuál es tu testimonio? Pero no inventes… No vengas con frases rosas ni filosofías de quinta, que todos sabemos que no cumples… Mira, Pedro negó a Jesús, pero al final el mismo se dio cuenta de su acción, Pablo al final reconoce sus faltas, que si no fuera por Jesús quien sabe que habría sido de él… Judas, pues ya ves como murió: “…cayó de cabeza, se reventó, y se le salieron las vísceras…”

¿Cuál es tu testimonio? Se parece al de Juan el Bautista, al de Pedro, al de Pablo… o al de Judas? ¿Hasta dónde llegan tus aspiraciones como creyente? ¿Deseas seguir siendo como una espiga, llevado por las circunstancia del viento, a merced de un testimonio visiblemente inútil, sin propósito, o de mala reputación? Todo lo que se ve de ti es todo lo que no haces como creyente, esa es la magia de ser cristiano, pero lo que sacas del sombrero ya no es una sorpresa para nadie.

Finalmente este es el valor de un estilo de vida cristiano: los que dan testimonio de Cristo testifican que Él vive, son testigos de Jesús, pues das fe real de que existe.

Nosotros no somos testigos oculares de Jesús, ni de su nacimiento, ni de su muerte, ni de su resurrección. Sin embargo, el testimonio que damos da fe de que nacimos de nuevo para vivir en Cristo, morimos con él junto con su crucifixión y seremos resucitados en su llegada triunfal.
Tomemos en cuenta esto antes de que ese día llegue, que si bien daremos testimonio con nuestra resurrección, solo será si dimos testimonio antes de lo que creímos y vivimos en Cristo hoy.

¿Cuál es tu testimonio? No trates de engañar a nadie… tu vida, lo que haces y no haces ya la sabemos y no nos interesa aburrirnos con más detalles. El testimonio que debe nacer en ti es una respuesta que todos deseamos oír, en esa respuesta actual y presente esta indudablemente plasmado tu futuro. No nos digas lo que todos ya sabemos y es obvio, sorpréndenos con un testimonio de un corazón que es gobernado por Cristo.

(Escrito: C.zar © SdeC Comunidad Cristiana Interdenominacional, Imagen cortesía de ©Corbis)