24 septiembre 2008

*Predicación 14/09/'08 “Auténticamente de Cristo”

yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia. Juan 10:10


Esta palabra habla sobre disfrutar los momentos que vivimos de continuo en Cristo. No habla si hay gente que está haciendo las cosas bien o las cosas mal, simplemente es un enfoque de las labores ministeriales como un valor agregado a una vida completa, llena en el espíritu, satisfecha, de paz, amor y rendición ante lo maravilloso y disfrutable que puede ser aceptar el llamado de Cristo.

Una noche soñé que unos científicos encontraban lo que fue la casa de Moisés y la descendencia directa de su estirpe. Lo que me llamó la atención fue que esa numerosa familia de pueblo, aparentemente eran personas muy felices, y esa apariencia no era una pose, se podía decir con seguridad que no estaban actuado papel alguno y estaba conformes con su existencia. De igual forma los científicos estaban siendo auténticos en su labor y estaban fascinados de hacerla.

Eran personas realmente con un valor, y ese valor lo tenían principalmente porque eran fieles representantes del propósito para el que habían sido llamados o escogidos. Pero por sobre todo aparentemente no les costaba trabajo, sacrificio, conflicto, pena, pesar o descontento lo que hacían o quienes eran o lo que representaban.

Yo sé que Moisés, cuando fue llamado a servir a Jehová, mostró cierto pesar y dudas en cuanto a sus capacidades como siervo… se subestimó ante la gigantesca misión que Dios le estaba imponiendo, y sin embargo Dios le dio confianza. Sólo bastaron sus palabras y Moisés se entregó día a día ante su ministerio y trabajo. El resto de la historia la conocemos… Jehová se manifestó ante el mundo egipcio, y sentó las bases en el pueblo Judío para ir tipificando y preparando lo que había de venir para el resto del mundo.

A lo que voy es esto:
La misión y la vida de un creyente en Cristo podrían verse como un gran compromiso impuesto, con grandes sacrificios de por medio y con muchos frutos por demostrar, pero eso es relativo a según el motivo y a según lo auténtico que sea tu llamado.

¿Si tú estas sintiendo que seguir adelante en el camino con Cristo te demanda cierta responsabilidad, apego, dedicación o incluso una inversión de tiempo o bienes materiales? Toma en cuenta las siguientes palabras:


A - Servir a Dios no es un pesar, puedes subestimarte al principio y pensar que no serás capaz, o que necesitas cierta preparación o incluso antigüedad en la Iglesia, etc. Pero no lo es tanto así.
Y ahora, Israel, ¿qué te pide el Señor tu Dios? Simplemente que le temas y andes en todos sus caminos, que lo ames y le sirvas con todo tu corazón y con toda tu alma, y que cumplas los mandamientos y los preceptos que hoy te manda cumplir, para que te vaya bien. Deut. 10:12-13
Quien sirve a Dios lo hará en cuanto reciba su llamado y lo responda con rapidez, Dios da la sabiduría necesaria en el momento adecuado, de eso ten la seguridad, y por sobre todo, al final de la ecuación, quienes sirven con alegría al Señor reciben recompensa emocional, intelectual y material por cuanto lo que dieron y ofrecieron fue auténticamente honesto.

B - Servir a Dios no es un sacrifico que hay que justificar con otros propósitos, es decir, quien a decidido servir a Cristo lo hará sin anteponer otros valores morales. No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos. Por lo tanto, siempre que tengamos la oportunidad, hagamos bien a todos, y en especial a los de la familia de la fe. Gálatas 6:7-10
Por ejemplo, Dios te puede sacar de tu apatía, de tu rutina, de tus depresiones, Dios te puede sacar hasta de las drogas, Dios es muy sabio y te puede ayudar a quitar tu egoísmo, tu vanidad, tu mal carácter o tu indiferencia en la vida… Pero, no le sirvas a Dios por eso… Dios no es un producto milagroso y farmacéutico que te salvará de tus pesares.

Los y las auténticamente servidores de Cristo son aquellos que realizan toda labor con alegría, se entregan con facilidad ante cualquier labor y no afloran sus quejas o críticas sobre los demás ni sobre ellos mismos.
Son felices de servir y se nota que lo son, no aparentemente sino auténticamente, es decir no están actuando un papel, no son falsos en sus estrategias o menesteres. No están haciendo un sacrifico para servir, no están dejando satisfacciones o compromisos terrenales, porque es un placer servir a Cristo.

Con todo esto quiero decir que las personas que tienen el privilegio de darse cuenta de cual es su propósito en este mundo, y son felices de realizarlo, representan un pequeño sector de la sociedad que de hecho no está buscando la felicidad, porque la felicidad vino a ellos en la forma de Cristo. Son personas que fueron llamadas, y no rechazaron a Cristo anteponiendo sus intereses personales. Esto es lo más irónico del mundo, la gente que busca la felicidad la está rechazando de Cristo, porque piensa que su bienestar depende de ellos mismos o de los demás.

No hay nada mas gratificante y duradero que servir a Cristo aceptando su llamado… Pero si buscas la felicidad en el amor de una pareja, puede que encuentres eso pero las personas cambian y fallan, si buscas el bienestar en el dinero, está muy bien, pero toma en cuenta que este viene y va, si lo buscas en los placeres o compromisos terrenales también aburren, o si quieres ser reconocido, guapo o popular, pues eso es también un objetivo muy efímero… etc… No me malinterpreten, creo que se pueden lograr estos y más objetivos terrenales, pero no pueden ser la causa de tu descontento o pesar, si el ministerio de Cristo está de por medio.

Entonces (Jesús) a sus seguidores a predicar el reino de Dios y a sanar a los enfermos. Diciéndoles: «No lleven nada para el camino: ni bastón, ni bolsa, ni pan, ni dinero, ni dos mudas de ropa. Lucas 9: 2y3.
Dios nos pide que no antepongamos cosa alguna a la hora de seguirle, las necesidades terrenales son importantes para vivir mas no son mas importantes que lo que nos pide hacer.

En otro pasaje que describe el llamado de Jesús a sus seguidores que se titula “Lo que cuesta seguir a Jesús” la cosa suena aun mas radical…Iban por el camino cuando alguien le dijo (a Jesús): —Te seguiré a dondequiera que vayas. —Las zorras tienen madrigueras y las aves tienen nidos —le respondió Jesús—, pero el Hijo del hombre no tiene dónde recostar la cabeza. A otro le dijo: —Sígueme. —Señor —le contestó—, primero déjame ir a enterrar a mi padre. —Deja que los muertos entierren a sus propios muertos, pero tú ve y proclama el reino de Dios —le replicó Jesús. Otro afirmó: —Te seguiré, Señor; pero primero déjame despedirme de mi familia. Jesús le respondió: —Nadie que mire atrás después de poner la mano en el arado es apto para el reino de Dios. Lucas 9: 57-62

Tremendas palabras, ¿lo son? Si te suenan imposibles de realizar, entonces reconsidera tu llamado… Por supuesto es muy distinto, para ese pequeño sector de la sociedad que ha encontrado la felicidad en Cristo aún en medio del desierto, porque los placeres, el dinero, el amor, la muerte e incluso la vanidad tienen otro significado cuando los tienes en Cristo, o después de tu encuentro con Cristo…
Después de eso, Moisés y Aarón se presentaron ante el faraón y le dijeron: — Así dice el Señor, Dios de Israel: "Deja ir a mi pueblo para que celebre en el desierto una fiesta en mi honor." Ex. 5:1
Tremendo llamado, como celebrar una fiesta en el árido desierto, bajo el calor y pasando hambre… no será así, pues las promesas de Dios suplen las necesidades terrenales y superan las ambiciones personales.
La esencia de todo esto es el motivo de la celebración, Jehová.

…es decir, cuando los que buscan primero a Dios las demás cosas les son añadidas… pero no solo eso, sino esas cosas añadidas son también tomadas con otra perspectiva, aún los placeres, el dinero y el amor cobran y tienen un valor especial, distinto al deseo original y egoísta que teníamos por sobre las cosas y las personas…
Las personas que tienen muy consciente quienes son y que desea Dios para ellos, son personas en paz, alegres y libres, contentas con su destino y siempre amables, prestos para toda buena obra. ¿Suena color de rosa? Pues así lo es, ellos son felices, han sido encontrados y se han dejado encontrar por Cristo, y todo bienestar es en Cristo… ¿No siempre es color de rosa? Estoy de acuerdo también, los seguidores de Cristo pueden errar, pero cuando ese estado de ánimo es alterado es porque se salen del propósito para el cual fueron llamados, y Dios con bondad les corrige y siguen adelante.

Considera bien tu llamado, considera que aún el hombre que viva 100 años en ésta tierra, rodeado de grandes bendiciones y acumuladas experiencias podrá comparar jamás su bienestar ante la felicidad en Cristo, pues a diferencia de 100 años, la vida terrenal le queda infinitamente corta a la eternal.

Nos quedan tres opciones... ¿En cual te identificas más?
1 - Si ya has sido llamado a ser de Cristo, criatura nueva, entenderás fácilmente que servirle y ayudar a los demás resulta fácil, es el mejor placer que puede dar este mundo en el cual venimos a servir. Ese placer no da lugar a dudas, quejas o críticas banales. Solo da lugar a una franca y desinteresada participación comunitaria.

2 - Si ya has sido llamado a ser de Cristo… pero te pesa y encuentras fácilmente como interrumpir el trabajo ministerial de los demás, o de plano estás saboteándote a tí mismo… reconsidera si tu llamado es auténtico. Es importante que constantemente estés renovando, mirando si en tus prioridades está o no está servir a los demás. Y cual es el propósito de eso, o porque te conviene estar en una iglesia. Es una vida agitada la de quienes están en medio, entre dos mundos, sin decidir aún con certeza y claridad que quieren ser o hacer.

3 - Si aún no sientes que has sido llamado… No te subestimes, abre mejor los oídos, y pon más atención… o pregunta a quienes crees que saben más de esto… ¿y porqué? pues porque “No sé te vaya a ir el tren” por no preguntar o por pena o vergüenza. Ya que, todos sin excepción somos o seremos llamados a ser de Cristo y a servir en el ministerio. La falta de atención a este llamado es grave. ¿Cómo saber si Dios te esta llamando? Lo sabes en el preciso momento que lo estés rechazando con ese pensamiento opuesto a lo que te está pidiendo que hagas. Tristemente hay quienes rechazan a Cristo continuamente.


Para finalizar, los dejo con estas tres recomendaciones:
1.- Nadie en ningún momento debe ser obligado o impuesto a servir a los demás o a Cristo. La decisión es voluntaria y honesta.
2.- Nadie en ningún momento debe auto-obligarse a seguir a Cristo. El llamado a servir y a seguirle nace de atender personalmente esta encomienda.
3.- Tampoco debe ser triste o trabajoso servir a Cristo y a los demás.
Si tú te alegras o incluso te diviertes, es una buena señal de que aceptas quien eres y/o para lo que fuiste llamado (a) y creado (a).

Dios les bendiga a todo(as)

(Escrito: C.zar © SdeC Comunidad Cristiana Interdenominacional, Imagen cortesía de ©Corbis)