11 febrero 2011

*Predicación 30.01.2011 “Dios tiene un plan”

Des Moines, capital del estado de Iowa en Estados Unidos, debe su nombre al río que la atraviesa: el río Des Moines (o de los monjes). Es una ciudad que se caracteriza por tener varios centros financieros importantes. De hecho en el 2008 fue nombrada una de las mejores ciudades para hacer negocios en los estados unidos. Además por su ubicación existe mucha agricultura a sus alrededores y también industria metalmecánica. `
Des Moines es una ciudad muy importante en mi vida porque ahí aprendí por primera vez que Dios siempre tiene un plan para nuestras vidas. Fue ahí donde conocí a Jesús y me volví cristiano y en mis años como cristiano una y otra vez es una lección que sigo aprendiendo. Dios siempre tiene un plan.

Definitivamente Dios no juega a los dados. Dios tiene un plan para cada uno de nosotros. Dentro de su plan existe una razón para ser como somos o como no somos o para permitir que pasemos las cosas que pasemos. Así como Dios tiene un plan para mí lo tiene para ti también.

En Jeremías 29:11 Dios afirma que sabe muy bien los planes que tiene para ti. No importa las cosas que hayas pasado, que hayas hecho, como seas o cómo no seas. Dios tiene muy claro los planes para ti. Y todavía más… afirma que sus planes son para el bienestar y para dar una esperanza. ¿Qué te hace sentir eso?
En Génesis 45:5,8 vemos el corazón de José, para quién fue siempre claro el hecho de que todo lo que le sucedió era parte del plan que Dios tenía para él y que le había revelado en sueños a sus 17 años de edad. José es uno de mis héroes bíblicos porque siempre me reta, el nunca perdió la claridad de que Dios tenía un plan para él y eso lo ayudó a mantenerse fiel frente a toda situación.

José fue vendido como esclavo por sus hermanos pero en su corazón no hubo amargura. Él entendía que todo eso Dios lo permitió con un propósito, por una razón. Dios bendijo ese corazón y lo convirtió en el hombre más importante de Egipto después del faraón varios años después. Dios tuvo un plan para José así como lo tiene para nosotros. Vamos a ver como Dios fue trabajando en este plan.

El primer paso en el proceso de los planes de Dios consiste en aceptarlos. ¿Cómo reaccionamos cuando Dios nos llama? Cuando nos queda claro que Dios quiere que hagamos algo en nuestras vidas, ¿qué sentimos? (…miedo, cuestionamos a Dios, sentimos inseguridad… ) Esos sentimientos son normales, son parte de nuestra naturaleza humana. Otros hombres que han servido a Dios han sentido lo mismo, ejemplo Moisés, Jeremías, Abraham. (Exodo 4:1, 10, 13; Jeremías 1:6; Génesis 17:17) Y hay muchos otros ejemplos que podemos encontrar en la Biblia.

Cuando se dio la primera oportunidad de aplicar para ir a Des Moines, Iowa, en mi corazón había inseguridades, temores por no saber suficiente inglés, por estar lejos de la familia, por ir a un lugar desconocido, etc. Sin embargo algo me llamaba a hacerlo, así que hice a un lado esos temores e inseguridades y me di la oportunidad. Así Dios quiere que tomemos sus planes. Habrá sentimientos que nos hagan dudar pero Dios quiere que confiemos en él y sigamos sus planes.
Dios le mostró a José en sueños los planes que tenía para él (Génesis 37:5-11). José tenía 17 años. Él confío en Dios. Los aceptó. Los compartió con sus hermanos y su padre. ¿Ese es el corazón que tenemos para Dios? ¿Cuántos planes Dios te han llamado que aún están ahí esperando tu respuesta? ¿Qué te detiene? José tomó los planes de Dios y los hizo suyos. ¿Vas a hacer lo mismo? Dios nos pide confianza y no temer una y otra vez.

Aceptar los planes que Dios tiene no solamente incluye aceptar los planes que tiene para uno, sino también aceptar los planes que tiene para otros. Muchas veces no entendemos por qué Dios hace las cosas de una u otra manera. Los hermanos de José no entendían por qué José y porque no ellos, así que se llenaron de envidia y odio hacia su hermano (Génesis 37:3-4,11). Dios tiene un plan distinto para cada uno, pero al entregarte a un ministerio asignado a otra persona, te aferras y haces difícil el camino de tu prójimo.

¿Puedo cuestionar los actos de Dios? (Job 9:12) ¿Puedo cuestionar las cosas que Dios ha decidido hacer y en el orden en que las ha puesto?
Cuando no aceptamos los planes que Dios tiene para otros, la amargura puede empezar a carcomer nuestros corazones y se es susceptible a cometer actos que dañen a otras personas y nuestra relación con Dios. Los hermanos de José fueron movidos por la envidia y el odio y decidieron ser un tropiezo en los planes de José (Génesis 37:18,23-28). Sus hermanos asumieron que al desaparecer a José, no sabrían mas de el ni reinará sobre ellos, sin embargo, se les olvidó considerar la mejor parte, Dios siempre tiene un plan.
¿Cuál fue la enseñanza años después para ellos? (Génesis 50:19-20). Sus actos en contra de José fueron convertidos en bendición para que años después se realizara el plan que Dios tenía para José. No podemos detener la bendición que Dios tiene para otros. ¿Quieres detener esa bendición? Pierdes tu tiempo. Dios determinó ya un plan para esa persona y lo que tú hagas Dios lo transformará. Esa fue la lección que recibieron los hermanos de José y es una lección hoy también para nuestra vida.

Es de mucha paz y alegría escuchar que Dios tiene un plan para nuestras vidas, pero... ¿qué puede arruinar ese plan? El pecado o la desobediencia, como en la vida de Saúl (1 Samuel 15:24-26). Dios había seleccionado a Saúl para ser rey del pueblo de Dios pero por su desobediencia fue rechazado. En mi vida como cristiano muchas veces Dios ha tenido bendiciones a la vuelta de la esquina y planes para mi vida, pero he tolerado el pecado en mi vida y esas bendiciones y planes han sido detenidos por mi desobediencia a Dios.

José amaba mucho a Dios y eso lo llevó a ser fiel a Él a pesar de la tentación (Génesis 39:6-9). ¿Qué tan fácil es caer en la tentación cuando nadie nos ve? José no quiso jugar con fuego y huyó. Más vale aquí corrió que aquí quedó. (Génesis 39:11-12). En nuestra vida Dios está trabajando y llega la tentación… muchas veces no hacemos lo que hizo José… ser fiel... sino que jugamos con la tentación, toleramos el pecado y arruinamos los planes de Dios…

Definitivamente los planes de Dios no incluyen todo lo que nosotros quisiéramos y es ahí cuando pecamos, cuando queremos lo que Dios tiene incluyendo lo que está fuera de lo planeado para nosotros. En el tiempo en que José trabajo para Potifar, llego a tener muchas cosas, pero estaba seguro que el paquete no incluía la esposa de su amo. En nuestras vidas hay cosas que no son parte del plan de Dios para nosotros y debemos aprender a aceptarlas de esa manera. Aunque algunas veces por terquedad nos resulte difícil.

Cuando Dios creó al hombre tuvo un plan especial para él... el jardín del Edén… pero el plan no incluía el árbol de la vida… (Génesis 2:8-9, Génesis 1:26, Génesis 2:15-17) sin embargo sabemos el resto de la historia. El hombre y la mujer se aferraron a querer eso también, desobedecieron y arruinaron el plan que Dios tenía para ellos.
Hay cosas que no están dentro de los planes de Dios. Muchas veces pensamos que a Dios hay que echarle una manita… “Esto le faltó al plan de Dios…” Dios es claro, pone los límites para nuestro mismo bienestar, sin embargo vemos cosas que no están dentro del plan que tiene para nuestras vidas... y queremos un plan que lo incluya todo. No arruinemos los planes de Dios sino que mantengámonos fieles en el momento de la tentación. Dios nos ayudará a que así sea. En los planes de Dios no todas las cosas son color de rosa, pero… ¡Paciencia! Recuerda que Dios tiene un plan y sabe por qué permite que las cosas sucedan de una u otra manera.

Para mi segunda sesión de entrevistas en Des Moines me enviaron los boletos del Centro, California a L.A. y luego Des Moines. Ahí me recogería un taxi y me llevaría al hotel. En la mañana pasarían por los candidatos y nos entrevistarían. Nos llevarían a comer y de vuelta al aeropuerto. Sin embargo ese viaje a Des Moines se volvió un tiempo algo complicado. El avión salió tarde del Centro, CA. En el aeropuerto de L.A. me perdí y no entendí como llegar a la otra terminal (Tenía que tomar un autobús entre terminales). Para cuando entendí ya había perdido el avión. Expliqué a la aerolínea y me mandaron a Chicago pero hasta en la noche iba a llegar. Hablé con mi contacto en Des Moines y me comentó que no había problema que al día siguiente pasaba por mí al aeropuerto para llevarme de ahí a las entrevistas. Llegué en la noche a Chicago sin maleta, sin mucho dinero. Me anduve paseando en el tren del aeropuerto. Llegué al hotel del aeropuerto pero para nada me alcanzaría. Finalmente pude quedarme en un motel cercano donde no había calefacción así que dormí con la ropa puesta. No había ni cepillo. No había plancha. No había despertador. Llegué a la entrevista lo peor que podía haber llegado. Todos los otros candidatos iban con traje y bien descansados y comidos. Días después me llegó el anuncio de que yo había sido el seleccionado. Siempre Dios tiene un plan. Les había gustado mi confianza que a pesar de todo lo que había pasado yo andaba muy natural y aceptando la situación con calma y seguridad. Entre las complicaciones de la vida diaria Dios no deja de trabajar en nuestras vidas a través del plan que tiene para nosotros.

José no siempre la pasó bien, fue vendido como esclavo por sus hermanos que inicialmente querían matarlo pero al final prefirieron venderlo para tener dinero y no hacer algo “tan malo” con él. ¿Quién quiere hermanos así?
José fue a la cárcel por varios años injustamente (Génesis 39:16-18). ¿Qué se siente ser acusado injustamente… y peor aún, terminar en la cárcel?
José pidió ayuda (Génesis 40:12-15,20-23), tuvo esperanza pero fue olvidado. Nada pasó. ¿Qué se siente ser olvidado o traicionado por las personas qué amas?
¿Cómo mantuvo José su fidelidad a Dios? Con paciencia... Dios siempre tiene un plan y tarde o temprano actuará. ¿Qué más lo ayudó? José tenía una relación con Dios y podía sentir su cercanía y su constante bendición. Mientras sus planes se cumplan, Dios proveerá, sobre todo de protección.

¿Estás pasando por situaciones difíciles? Dios está ahí dándote su protección no haciéndote pasar por cosas que no podrías resistir. Así José entre todas las cosas que le fueron pasando nunca dejó de ser cuidado y bendecido por Dios. José sí pasó malos momentos y sufrió (Génesis 41:52) pero entre ese sufrimiento Dios siempre lo cuidó y siguió trabajando en el plan que tenía para él (Génesis 45:4-8).

José fue la mano derecha de Potifar.. era esclavo pero no cualquier esclavo… (Génesis 39:2-6)
José fue la mano derecha del jefe de la cárcel.. aún en la cárcel estuvo acompañado de la bendición de Dios (Génesis 39:20-23).
El cuidado de Dios siempre está ahí…
Definitivamente la mejor parte de los planes de Dios es cuando llega el tiempo de su cumplimiento. Dos años después de que el copero había salido de la cárcel llegaría el momento de que se acordaría de José gracias a que el faraón tuvo un sueño y nadie pudo interpretárselo. (Génesis 39:20-23).
José es llamado ante el faraón y no sólo Dios le ayuda a interpretar los sueños al faraón sino a proponer un plan (Génesis 41:28-30,34-36).
Había llegado el momento de que se cumpliera el plan para la vida de José (Génesis 41:39-40,44) volviéndose el hombre de mayor influencia en Egipto con lo que no solamente salva la vida de los habitantes de ese país sino que también la de los países vecinos y entre ellos a su familia que en capítulos posteriores requirieron de la ayuda de José para tener comida.
¿Cuánto pasó? (Génesis 41:45-46) 13 años, pero Dios cumplió sus planes y José fue bendecido para salvar a muchas personas del hambre, entre ellas a su propia familia.
¿Quién recibió la gloria de estas nuevas bendiciones para José? Dios. El corazón de José fue una y otra vez para darle la honra a Dios de todos esos éxitos que Él permitía para su vida (Génesis 41:28-30).

¿Cómo es tu corazón cuando tienes algún logro o éxito en el día a día o en tu vida personal, cuando recibes una bendición de Dios? ¿Cuándo consigues un trabajo, cuando encuentras pareja, cuando terminas una carrera, cuando recibes un ascenso o un aumento? ¿De quién son los logros o las medallas? ¿De Dios o tuyas?
En los momentos de dificultad es parte de nuestra naturaleza buscar a Dios pero en nuestros momentos de fortuna es fácil olvidarnos de Él y pensar que esa fortuna es nuestra y que merecemos los halagos por la victorias obtenidas (Proverbios 27:21) pero en esos momentos debemos buscar a Dios con corazón agradecido y reconociendo que de Él es la gloria de dichos planes cumplidos.

Cuando finalmente recibí a Cristo en mi vida, el honor y la gloria fueron de Él. Él había dispuesto todas las cosas para que yo pudiera conocerlo y preparó mi corazón para que pudiera aceptarlo. Dios tuvo ese plan y sigue teniendo planes para mi vida como los tiene para la tuya. Ahora está de nuestra parte aceptarlo y vivirlo mientras Él sigue trabajando para el cumplimiento de esos nuevos planes.


(Escrito: Alex © SdeC Comunidad Cristiana Interdenominacional, Imagen cortesía de ©Corbis)