23 noviembre 2010

*Predicación 21.11.2010 ´Amigo de Dios´ (primera parte: Mi propósito es con Dios)

La pregunta de: “¿Cuál es tu propósito en la vida?” es del tipo de preguntas que se lanzan al aire, como cuando le lanzas a una multitud una tina de chocolates, y ellos te dicen… - “nunca sabes cuál te va a tocar.” La respuesta de esa pregunta varía según el momento que estamos viviendo en el mundo, varía según el estado de ánimo que vivimos, según el estado de salud, según el estado político y económico del país, según si hay violencia o no en las calles, y seguramente variara mas y mas con los años según el mundo cambia para bien o para mal. Tal incertidumbre y variación de respuestas no reflejan un propósito supremo o definitivo, solo son respuestas al aire, tan banales como la vida misma. Olviden la pregunta por ahora, ya se les formulará de nuevo. Digamos que por el momento un buen propósito es buscar tener una relación real con Dios y no ilusionarla o imaginarla.

Piensa en la relación más cercana que has podido logar en tu vida, a lo mejor a sido con un familiar, o con una mascota, tal vez tu mejor amigo es un libro, una cosa del mundo, pero en esta ocasión piensa solo en un amigo… y que tan personal a sido su relación, se conocen todo y se aceptan, se han amado y peleado, se han contado todo sin titubear. Proverbios 17:17 En todo tiempo ama el amigo, y es como un hermano en el tiempo de angustia. 18:24 "El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo; y amigo hay más unido que un hermano". 27:, 9-10: " El aceite y el perfume alegran el corazón; y la dulzura de un amigo, más que el consejo del alma.

Una vez leí que Dios desea tener una relación conmigo, también leí que Dios desea ser mi amigo, seguramente tu habrás leído o escuchado esa frase también, he de confesar que en ese momento ni en ningún otro momento de mi vida me pareció una frase que causara un efecto emocional en mí, no sé en ti. El caso es que de cualquier forma un día no esperado me llegó la inquietud y la incertidumbre. Al parecer soy amigo de Dios desde hace muchos años, solo que no lo había visualizado de esa forma por completo. ¿Tú habías pensado eso antes? Más adelante la Biblia te pondrá en esa disyuntiva. Y debes ser muy cuidadoso, la palabra de Dios llega indudablemente a las vidas de las personas, penetra como espada de dos filos… pero luego…. ¿Cuándo llega Dios y se acerca a ti? ¿Qué haces? Te cierras a tener una relación con Él y lo reservas solo para tus necesidades o alabanzas. No te has puesto a pensar en: “¿Si Dios fuera tu amigo?”

Tengo amigos y conocidos que han oído la palabra, pero a Dios no lo soportan o lo aguantan, cuando él se les acerca ellos le dan la vuelta y se refugian en cosas del mundo, para ellos Dios no representa un amigo, sino una deidad que amenaza con lavarles el cerebro, promete quitarles su conocimiento, ciencias y artes, su yo interno y sus placeres, afectos y apegos mundanos, la sola palabra causa en ellos curiosidad, reflexión, deseos y anhelos espirituales, pero en cuanto la palabra causa efectos, ellos la repelen, una extraña sensación de afuera les llama y atrae con mayor intensidad… eso que está afuera le han llamado “el mundo.” Así como Dios tiene su palabra (la Biblia), también el mundo tiene palabra, las palabras del mundo llegan a nosotros, las tomamos inmediatamente como una verdad, estamos tan amarrados al mundo que no escuchamos cuando nos dicen que algo es una ficción, una novela, un pronóstico, una teoría, una prueba, una promesa de campaña, una noticia amarillista… (si vemos una película creemos que es verdad para que logre en el espectador una emoción virtualmente real, vemos una novela y nos dejamos guiar por el concepto romántico y erótico de sus personajes para que logre captar nuestra emoción y lleguen a ser naturales, y vamos más lejos con el mundo, vemos las noticias y creemos que hará frío, calor o viento a pesar de que solo fue un pronóstico meteorológico, creemos lo que los científicos nos sugieren a pesar de que remarcan y remarcan que lo que dicen es solo una teoría).

Nuestra amistad con Dios no se lleva con nuestra amistad con el mundo, eso Dios lo sabe y desea abrirnos los ojos, nos advierte que lo que tenemos con el mundo no es amistad sino un mero arreglo social, donde se capitalizan nuestros deseos. Hay algo muy curioso en todo esto, ¿en qué momento le dimos al mundo el poder de gobernarnos? El mundo nos ofrece lo que por derecho nos corresponde, nos promete algo que deberíamos tener, su ficción nos atrapa y nos mantiene al filo del deseo, comemos de su mano a precio de humillarnos, vendernos, y tolerarnos, envidiarnos, mentirnos, matarnos, robarnos y nos traicionamos entre nosotros mismos, competimos entre nosotros mismos por puestos laborales, aceptamos la corrupción y el robo ya de manera natural y la justificamos con nuestra pobreza, el mundo nos pone contra la pared y nos reta a desobedecer a Dios para no perder: Si un chico roba por pan no es robo, si usted roba para pagar las medicinas de su padre enfermo no es robo, se espera que mienta un poco en su curriculum vitae, se supone que debe darle mordida al oficial de tránsito si comete una infracción, al tirar algo al suelo piensa que una basurita no matara a nadie, debe tener ciertas cosas para seguir viviendo sin importar que lo que adquiere contamina o empobrece mas otros países, debe tener a esa persona a su lado cueste lo que cueste, debe realizar sus sueños a costa de la infelicidad de otros. El mundo le a hecho creen en su palabra que no tiene nada de malo tener cosas que realmente no necesita para vivir… ese perfume, ese abrigo, ese aparato, aquel lujo. El mundo en su palabra rara vez le hace mirar el verdadero precio de lo que desea o a obtenido ya. El precio de los apegos emocionales y el desdén religioso también son alcanzandos por los deseos del mundo. Preste mucha atención, su paso por la iglesia puede ser solo un deseo mundano, ¿qué satisfacciones está logrando? El placer de no estar solo, el orgullo de ayudar a los demás, la paz interior… pregúntese si todo eso resultan ser sensaciones pasajeras, y usted no ha logrado cambios significativos.

¿Porqué tenemos que someternos al mundo, porque estamos tan pobres si todos somos hijos de Dios? Bueno yo no puedo ni quiero responder a esa pregunta, porque fue formulada también por el mundo. Es palabra del mundo. Usted debe tener una relación con Dios y ser su amigo, ¿Sabe quién le formuló esa pregunta? "¿Cuál es su propósito en la vida?"

La pregunta correcta sería: ¿Porqué me dejo someter al mundo sabiendo que soy amigo de Dios? ¿Mi propósito en la vida es conquistar al mundo a costa de mi amistad con Dios?

Inicialmente Dios creó este mundo para que sus habitantes lo dominaran, pero fue el mundo el que terminó dominando a la humanidad, Génesis 1:26-27 y dijo: «Hagamos al ser humano a nuestra imagen y semejanza. Que tenga dominio sobre los peces del mar, y sobre las aves del cielo; sobre los animales domésticos, sobre los animales salvajes, y sobre todos los reptiles que se arrastran por el suelo. Y Dios creó al ser humano a su imagen; lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó… / Salmo 8: 3.8 Cuando contemplo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que allí fijaste, me pregunto: «¿Qué es el hombre, para que en él pienses? ¿Qué es el ser humano, para que lo tomes en cuenta?»Pues lo hiciste poco menos que un dios, y lo coronaste de gloria y de honra: lo entronizaste sobre la obra de tus manos, todo lo sometiste a su dominio; todas las ovejas, todos los bueyes, todos los animales del campo, las aves del cielo, los peces del mar, y todo lo que surca los senderos del marCon el pasar de los años, el mismo Satanás le ofrece el mundo a nuestro redentor… fíjate bien cuál era el precio… si te inclinas…. ante el maligno… Lucas 4: 5-8 “…el diablo lo llevó a un lugar alto y le mostró en un instante todos los reinos del mundo. -Sobre estos reinos y todo su esplendor —le dijo—, te daré la autoridad, porque a mí me ha sido entregada, y puedo dársela a quien yo quiera. Así que, si me adoras, todo será tuyo. Jesús le contestó:—Escrito está: "Adora al Señor tu Dios y sírvele solamente a él."

Siendo Adán y Eva los primeros humanos en el mundo, su tentación fue intensa, y siendo Jesús el primogénito de Dios y su ministerio tan importante, la tentación fue completa y absoluta, para el resto de nosotros, obra apreciada y amada por Dios hay tentaciones también, y muy diversas. Una continua tentación de dominar en algún aspecto “x” o “y” se apodera del espíritu humano, va desde el deseo de tener dinero y poder, hasta la sensación de dominar una simple discusión, va de la sabrosa sensación de conquistar sintiendo que las personas hacen lo que usted les pide, hasta la simple sensación de tener la razón en algo o en todo. Yo he sentido el orgullo de haber llegado a la cima de una montaña, y si no es porque voy acompañado de mis hermanos en Cristo, posiblemente no habría agradecido a Dios en una oración, tal vez me habría dado el crédito yo mismo. En otros aspectos de mi vida he sido tentado a tener todo lo que el mundo me ha ofrecido, pero sé que al llegar a ese lujoso lugar querría quedarme ahí permanentemente, he experimentado el orgullo de conquistar a mis adversarios, de llegar a tener la razón por sobre quienes me discutían, me he ganado la razón por sobre los demás… pero perdí algo.

Sé también de personas que han luchado y competido por salarios que de hecho no merecen, sé de personas que buscan la ropa que mas cueste, sé de personas que se burlan de los demás para ganar aceptación, y sé que en todos esos casos algo perdieron esas personas… Mateo 16:26 “…¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si se pierde a sí mismo? En la Nueva Versión internacional dice: ¿De qué le servirá al hombre ganar todo el mundo, si pierde su alma? En la de Biblia latinoamericana dice: ¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si se pierde o se disminuye a sí mismo?

En la segunda parte de este sermón, que será para otra ocasión, veremos más a fondo el propósito que tenemos en el mundo y como choca con el propósito que tenemos con Dios, el asunto radica en algo muy fundamental para todo Cristiano: Dios, tu amigo más cercano, sabe que tu paso por este mundo no solo es pasajero.. sino también fulminante. Acompañarse de un amigo como Dios es crucial, porque en el mundo caminaras a veces sobre almohadas forradas de seda y en otras ocasiones caminaras sobre carbones encendidos, y si no está a tu lado tu amigo….ambas situaciones te sacaran del propósito primordial. La suave seducción de las cosas que tiene el mundo podrían enaltecerte en vano y los duros caminos del mundo podrían amargarte y deprimirte en demasía.

A un amigo no le puedes ver la cara. Una cosa que complementa muy bien este sermón es algo que aprendí hace poco, a Dios no le agradan las dobles caras, la doble moral, no le agrada que midamos sus asuntos con una escala de valores mundanas, ni viceversa… pero al mundo si le gusta que mezclemos fibras, que combinemos talentos con dones espirituales, que busquemos la paz y el ecumenismo con frases célebres y bien intencionadas para introducir un evangelio moderno, tolerante y capaz de ser universal… Si de por si el mundo está intestado de maldad y violencia, guerras, hambre y pobreza, desestabilidad económica y fracaso ecológico… el mundo aun así tiene el virus más letal, el hipnotismo social, el engaño y la mentira masiva, tiene en sus manos también a la gente buena, a los que desean la paz, utiliza fines o causas nobles para utilizar a siervos de Dios.

Después de tantos años de obscurantismo, ignorancia y silencio, el mundo lleva sobre de si una gruesa y cómoda capa de costumbrismo, es como una mezcla de sabores dulces y amargos, una combinación de bondad con orgullo propio, un collage de ideas, filosofías, teorías, verdades absolutas y mentiras piadosas, esta mezcla se prepara con un ingrediente principal que es la base de su conciencia, me refiero a las emociones humanas.
Imagino que esta terrible imagen solo puede ser visible de forma panorámica desde arriba, desde allá podría ver Dios al mundo y sus mezclas mundanas y asquearse, como cuando le llegaban los fétidos olores de los holocausto del pueblo hebreo en una época cuando Dios se arto de su pueblo, o a caso llegan a oídos de Dios nuestros vánales estilos de vida mundanos como en tiempos de Sodoma. Visto de esa forma dan ganas de estar de su lado, de ser su amigo para que la vergüenza ni la pestilencia se apoderen de nuestra alma.
Pero algo partícula ocurre para los hijos de Dios, para a quienes Dios nos mira con ojos de amistad, para quienes estamos aquí en el mundo… ese estado del alma, comprada a precio de sangre por amor, nos ayuda esa entrega primara que hicimos tiempo atrás, y hoy caminamos con cautela, cada paso que damos lo debemos hacer acompañados de Dios, quien provee seguridad y salvación. Su amistad merece respeto, fidelidad y entrega.


Podemos hacer algo o mucho, los que estamos más conscientes o despiertos de estos hechos y señales, predicar si… pero sobre todo ser practicantes de lo que predicamos, eso ayuda aun más. Lo digo porque es una misión que tenemos, y si preciamos y practicamos, se eleva nuestra labor a la “n” potencia.

Para identificar eficazmente si somos o no del mundo, o si somos o no amigos de Dios es conveniente someternos a prueba, Dios mismo, que se nos ha predicado como el Señor único que merece toda la adoración, o como el buen pastor, es también un amigo que pone a prueba nuestra amistad con él y encara o ubica nuestra relación con el mundo, Él mejor que nadie hace que determinemos que tan grave o contaminada es esa adictiva relación que tenemos con el mundo y que tanto nos lleva a pecar.

Fuera de las formas más obvias que tiene el mundo para atraparnos, como las riquezas, la ambición, la idolatría, el hedonismo, el poder o el ego que nos lleva a alejarnos de Dios, de la humildad, del servicio a los demás… existe una base de emociones que nos conducen inconscientemente a pertenecer al mundo de manera incondicional.

Su conquista sobre nosotros está basada en la supresión del dolor, en buscar el amor, el placer, las satisfacciones personales, la salud, el bienestar económico y social, el mundo nos ofrece eso y más… y por si no lo deseamos, buscará la forma de que lo necesitemos, así estaremos totalmente a su merced… necesitamos sentirnos amados, necesitamos experimentar placeres, necesitamos dinero, cosas, amigos, familia, viajes, ropa de marca, zapatos y perfumes costosos, escuelas competitivas, iglesias impecables. Todo eso que vemos en el mundo y que se nos presenta de manera fascinante, nos guiña un ojo, y tratáremos por todos los medios posibles de obtenerlo, comprarlo o robarlo, incluso haremos trampa para que sea rápido, fácil, sin trabajo y barato.

Como tiro de gracia, y para rematar la ofensa del traidor, nos atrevemos a pedirle a Dios esas cosas si no podemos satisfacer estas necesidades. He aquí la burla del diablo contra Dios, y he aquí nuestra debilidad humana.

Cuando Dios nos ha ofrecido emociones autenticas, como cuando experimentamos el valor de su creación, de los recursos que puso a nuestros pies, el mundo ofrece emociones artificiales, ambas son provocan sensaciones enormes, la diferencia es que el mundo desea sustituir lo que sentimos cuando Dios es el autor verdadero del universo, (Yo he conquistado, yo me gané mi casa, mi auto, yo conquisté a mi pareja, yo hago que siga a mi lado, lo logré… y ese sentimiento es resultado del entrenamiento que el mundo me propuso desde que era un niño.)

Al experimentar el fracaso, la derrota, la desilusión, el desamor… se deprime usted porque es también lo que el mundo le mando sentir. Reacciona conforme al mundo que nos controla por cada frente, cada flanco, cada lado y aspecto de la vida, sus frutos no guían a la felicidad, sino al éxito, a la ansiedad, la excitación, a la emoción, al apego de las cosas y las personas.

Si ya has identificado lo que sientes… ahora solo tienes que aprender a ver cuándo es una provocación del mundo y cuando es el espíritu de Dios que te redarguye. Luego de la práctica serás más y más sensible con el tiempo. Una vez que tengas bien claro lo que el mundo hace en ti verás porque no se lleva con Dios.

Tu amistad con Dios es el mejor recurso contra el engaño y manipulación del mundo.
Termino con estos versículos: 1ª Juan 2:15-17 No amen al mundo ni nada de lo que hay en él. Si alguien ama al mundo, no tiene el amor del Padre. Porque nada de lo que hay en el mundo —los malos deseos del cuerpo, la codicia de los ojos y la arrogancia de la vida— proviene del Padre sino del mundo. El mundo se acaba con sus malos deseos, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. / Santiago 4:1-5 ¿De dónde surgen las guerras y los conflictos entre ustedes? ¿No es precisamente de las pasiones que luchan dentro de ustedes mismos? Desean algo y no lo consiguen. Matan y sienten envidia, y no pueden obtener lo que quieren. Riñen y se hacen la guerra. No tienen, porque no piden. Y cuando piden, no reciben porque piden con malas intenciones, para satisfacer sus propias pasiones. ¡Oh gente adúltera! ¿No saben que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Si alguien quiere ser amigo del mundo se vuelve enemigo de Dios. ¿O creen que la Escritura dice en vano que Dios ama celosamente al espíritu que hizo morar en nosotros.

(Escrito: C.zar © SdeC Comunidad Cristiana Interdenominacional, Imagen cortesía de ©Corbis)

27 octubre 2010

*Predicación 17.10.'10 ‘Realista, escapista o Ilusionista

Un amigo mío, aficionado al futbol, quedó de cortarse el pelo si perdía su equipo… no hallaba como escaparse del compromiso, pues perdieron sus campeones. Pensó en crear la ilusión de que había cumplido la acción poniéndose un peluquín o una cachucha, pero sabía que todos notaríamos su pretenciosa idea… así que optó al final por ser realista. Todos quedaron contentos, incluso el, pues enfrentar las cosas realmente fue lo más sano. En las iglesias pasan fenómenos similares, cuando vemos algo que debemos hacer con nuestra vida espiritual, a veces deseamos escapar, o mostrar la ilusión de que logramos cosas, pero la realidad es contundente, tal vez lo espiritual no se vea a simple vista, pero los frutos de las personas son innegables. Se dice que a Dios no se le puede engañar... pero... ¿porque tratar de hacerlo?

Ninguno de los pueblos de la tierra merece ser tomado en cuenta. Dios hace lo que quiere con los poderes celestiales y con los pueblos de la tierra. No hay quien se oponga a su poder ni quien le pida cuentas de sus actos. Daniel 4:35(NVI)
Le hago una pregunta: - ¿Cómo comprender la bondad de Dios y su poderosa voluntad? Una forma de responder a esa pregunta es buscando en la Biblia, pero… ¿sabrías como hacerlo? Los años que llevas asistiendo a la iglesia aun no han curtido en ti el deseo de escudriñar la palabra de Dios… Ok, no te preocupes, hay otra forma de responder a esa pregunta… desde el corazón, ese que sabe buscar las palabras que dirás aunque no las sientas o sean reales en tu vida… cuando te hagan esa pregunta en la iglesia, saldrás ileso y no quedaras como un ignorante. Pero mira, lo mejor es quedarse callado y decir con honestidad… “no sé.” Porque al final el tonto delatará su ignorancia con sus pecaminosas o torpes acciones, con su florido lenguaje, y con su frustado ego. La ignorancia no es lo feo del asunto sino la imprudencia.
¡Vaya forma de comenzar un sermón! Pero estas duras palabras no son reflejo de algo que debe ser mostrado, sino de algo que desea ser corregido en beneficio de quienes se dicen ser creyentes en Dios, pues nos demanda obediencia y fidelidad, y de poner en acción lo que decimos aprender de su palabra. Una pregunta más justa pero aun más retadora sería: - ¿Cómo comprender la bondad de Dios y su poderosa voluntad en tu vida para el propósito que tienes al asistir a una iglesia? La respuesta es totalmente personal, pero su ejecución será totalmente comunitaria, por eso es importante ser consciente de lo que estás haciendo.

La vida de un cristiano no se resume en asistir o participar en un ministerio religioso, no se limita al “querer” o “desear,” sino que tienen una clara misión bien definida, y que es visible para el resto del mundo, es una postura asentada en un cristianismo evidente, pues no vino usted a este mundo solo a escuchar sino a ejecutar lo que Dios nos pide hacer con plena conciencia y justicia.
Es visible y palpable cuando las personas que tienen contacto con el Dios verdadero se han entregado enteramente a su voluntad y amor, esas cosas no son visibles para todos, si acaso podemos suponerlas en los demás… ¿Acaso se distingue a un verdadero hijo o hija de Dios en las palabras que dicen, en las acciones que realizan, en los post de su blog o facebook, en la opinión que dan sobre Dios, la iglesia o los demás? No necesariamente, aunque es posible que sean visibles las técnicas o maneras que una persona a desarrollado para reflejar lo que desea creer, es posible que las potencialice si lo que desea es que los demás vean también que tiene una relación con Dios. Las “técnicas” de "cómo ser un buen cristiano" pueden ser simples formas que cualquiera puede aprender, pero no siempre reflejan necesariamente que sea real en su vida ese estilo de vida. No hablo de dar testimonio, hablo de un engaño a veces consiente a veces inconsciente, porque la realidad puede ser muy distinta a esa pretensión, cuando hablo de visibilidad, me refiero a que el reino de Dios solo es visible para una persona que tiene acceso a una mente consciente y que aterriza (sin ser un equilibrista audaz) una posición fija y fuerte no solo en lo que ha creído, sino también en Dios mismo…

Examina tu vida y razona honestamente, pon a prueba tu fidelidad o tu creencia... no te engañes o dejes que tu mente esquive la realidad, no des incluso lugar a argumentos comunes que expliquen lo que pienses, simplemente colócate en una situación extrema reciente y analiza fríamente como reaccionaste ante tal situación, (ejemplo: un amigo te insultó o te traicionó... ¿Cómo reaccionaste y que hiciste al respecto?¿tu actitud fue la de un cristiano(a) o la de alguien que no supo qué hacer?) Si reaccionaste mal, es posible que aun así tu mente busque la manera de justificar tu comportamiento, es ahí donde le permites a tu mente argumentar para escapar de algo y así crear la ilusión de que después de todo eres “bueno” o que “solo eres humano.” Pero, si dejas que tu escapismo crezca llegará a niveles irreales e inconscientes, no sabras ni donde estas y es posible también que la palabra de Dios te pase de noche, o como común mente se dice: “- te entro por un oído y salió por el otro.” Siendo así, la pregunta es: ¿Cómo comprender la bondad de Dios y su poderosa voluntad si soy yo mismo quien huyo de ella? No puedes seguir ignorando la realidad, tu indiferencia es ya evidente como tus errores, no puedes seguir escondiendo el polvo bajo la alfombra, es hora de limpiar tu corazón.

Veo tres tipos de personas: unos, los que se supone que han logrado una relación con Dios y que no están viendo como escapar de su voluntad, son creyentes que no le dan la vuelta a las cosas de la iglesia. Otras son las que no son creyentes… y una tercera es la de quienes tienen facetas aun más intricadas, que creen tener una relación con el Dios verdadero, pero no es real, sino que han creado y creído su propia ilusión. De creyentes a falsos creyentes hasta aspirantes a creyentes, los tres guardan motivos muy personales para continuar con su razón de ser.

Aquí estamos hablando de extremos radicales y contundentes, donde la realidad nos evidencia a un lugar donde la duda no tiene cabida, donde las acciones que poco trascienden en el sano desarrollo de una iglesia representan solo algo que hacer en ella, un tiempo que llenar en nuestras vidas que pretender ser espirituales. Pero también hablamos de la visibilidad, pues el mundo necesita más que nunca de algo real, y si el cristianismo es algo pasajero, algo de moda, algo que hacer con tu vida, una reflexión sobre el amor de Dios, un lugar al que voy con la pareja, o a convivir con la gente.. jamás dará los frutos que esperamos ver.

No hablo de pararnos en las esquinas a orar para que todos vean, no de pararse en frente a solo hablar del amor incondicional de Dios para no asustar a los traumados, no hablo de poner en las redes sociales una reflexión poética sobre Dios, hablo de ser reales y visibles, de no solo describirse sino de ser practicantes, hablo de profesionalismo y excelencia, porque el mundo no está para el encanto del ilusionismo, lo superficial quedó atrás, los extremos están en la punta de la realidad, el mundo en que vivimos requiere de un Dios real, que por un lado solo ven a un Dios irreal y por otro lado tiene un mundo catastróficamente real que urge de soluciones.

Este sermón está inspirado en el Salmo 65, que dice: “A ti, oh Dios de Sión, te pertenece la alabanza. A ti se te deben cumplir los votos, porque escuchas la oración. A ti acude todo mortal, a causa de sus perversidades. Nuestros delitos nos abruman, pero tú los perdonaste. ¡Dichoso aquel a quien tú escoges, al que atraes a ti para que viva en tus atrios! Saciémonos de los bienes de tu casa, de los dones de tu santo templo. Tú, oh Dios y Salvador nuestro, nos respondes con imponentes obras de justicia; tú eres la esperanza de los confines de la tierra y de los más lejanos mares. Tú, con tu poder, formaste las montañas, desplegando tu potencia. Tú calmaste el rugido de los mares, el estruendo de sus olas, y el tumulto de los pueblos. Los que viven en remotos lugares se asombran ante tus prodigios; del oriente al occidente tú inspiras canciones de alegría. Con tus cuidados fecundas la tierra, y la colmas de abundancia. Los arroyos de Dios se llenan de agua, para asegurarle trigo al pueblo. ¡Así preparas el campo! Empapas los surcos, nivelas sus terrones, reblandeces la tierra con las lluvias y bendices sus renuevos. Tú coronas el año con tus bondades, y tus carretas se desbordan de abundancia. Rebosan los prados del desierto; las colinas se visten de alegría. Pobladas de rebaños las praderas, y cubiertos los valles de trigales, cantan y lanzan voces de alegría. Tal tamaño de Dios refleja en el lector una determinación extrema, esa forma en que Dios se describe aquí y ese sorprendente efecto que logra en el lector son lo que me llevo a las preguntas iníciales, si Dios es real en tu vida, debe ser tú realista también. No pintes tu vida con esta palabra si no será algo real, pues de lo contrario será una ilusión, y tendrás que escaparte constantemente de una iglesia real y de un Dios contundente, que es un Dios bueno, si… poderoso también, pero que no lo verás jamás si su palabra entra por tu oído y sale por el otro.

Un sentido de radicalismo y visibilidad invade nuestras vidas, si somos de Dios no debemos escondernos, si somos de Dios no debemos escaparnos estratégicamente en el anónimato, si somos de Dios no podemos provocar la ilusión de ser una iglesia pues se vuelve irreal con la práctica, si eres de Dios no puedes seguir sin hacer nada. Una iglesia real y radicar es visible principalmente desde el punto de vista cristiano, es decir que efectivamente seremos quienes decirnos ser si somos realizadores de lo que escuchamos y predicamos.

Cuando lo que más deseamos es ser visiblemente cristianos, por otro lado existen cosas que son tan visiblemente horrendas que desearíamos no verlas, como el horror de las guerras, la ambición, los robos, atracos y secuestros, las injusticias sociales, las enfermedades, el pecado… son tan visibles que las vemos en todos los medios disponibles, son una realidad. Yo sé que hay cosas muy visibles en las iglesias, sabemos perfectamente cuál es el hermano que no hace nada, sabemos cuál es el que no lee la biblia, el que no sabe orar, hemos identificado al más promiscuo, al más callado, al que mas critica o al que menos propone. Pero esa visibilidad no nos es útil para nada, si no es ese un ejemplo de cristianos real no debe robarnos la atención.
La real actualidad nos dicta que hay motivos más importantes que esos, más urgentes, y que se requiere de tu postura más radical posible.

¡Dichoso aquel a quien tú escoges, al que atraes a ti para que viva en tus atrios! Saciémonos de los bienes de tu casa, de los dones de tu santo templo…

Dichoso tu si ves que:
-El tiempo en que hacías las cosas a medias para Dios ha pasado.
-El tiempo de negar, renegar, quejarse y de deprimirse ha pasado.
-El tiempo de quedarse sentados ha pasado.
-El tiempo del miedo ha caducado.
-El tiempo de Dios ha llegado ya, y no puedes retrasar más tiempo tu llamado.
-El tiempo de un Dios real demanda de tu realismo, no escapismo ni ilusionismo.

Dichoso tú si distingues la realidad, dichoso si reconoces conscientemente que has sido escogido y apartado para Dios, dichoso si eres atraído irresistiblemente a la casa de Dios… dichoso si buscas su sabiduría, dichoso por tu obediencia, dichoso y privilegiado te sentirás, dichoso porque te serán saciadas tus necesidades de hogar y pertenencia, serán abundantes tus talentos en el templo.
Dichos tu porque Dios se ha manifestado en ti y fue algo real.
Dichosos los y las que saben concienmenete quien es Dios y le corresponden con tal realismo.

(Escrito: C.zar © SdeC Comunidad Cristiana Interdenominacional, Imagen cortesía de ©Corbis)

23 septiembre 2010

*Predicación 19.09.'10 ‘Por lógica Dios’

Si calculamos bien en las palabras de Jesús, podemos ver inteligencia, otros la llaman sabiduría, para mí su elocuencia peculiar al predicar es excepcional, para mi tiene tanta lógica. Mucha de esa lógica se reflejaba en la forma en que le hablaba a cada cual según lo merecía, si era a los pecadores les hablaba de perdón, si era a los esposos les hablaba de unión, si era a enfermos de su sanidad, si era a los pobres les consolaba con su reino, si era a los niños les bendecía, si era a los malvados les reprendía, aunque fueran a retarlo o tentarlo los fariseos, les denunciaba. Hoy Dios continúa hablando, pero es ahora a nosotros, y es posible que nosotros seamos de todo eso y más: A veces nos comportamos como inocentes niños, otras veces pasamos por pobrezas, en otras ocasiones pasamos enfermedad o dolor, hemos sido solteros y hemos experimentado la unión en pareja, algunas otras veces nos vemos como malvados legalistas, incluso somos capaces de actuar como adolescentes berrinchudos, nos atrevemos a tentar o a instigar a los demás con la Biblia. Sin embargo… esas han sido zonas de riesgo para todo creyente, a todo momento que experimentamos cosas buenas o malas, nos guía una voz, una lógica… ¿Nos ha acompañado la voz de Dios en esos casos? que al reconocer su ordenanza, su consejo o advertencia… nos callamos, nos esperamos, la obedecemos, nos levantamos, nos hace crecer. Por lógica, en quienes la escuchan debe aflorar ese progreso inigualable, eso te identifica como de su pertenencia, eres cristiano. Es tanta la sabiduría de Dios, su lógica ha pensado en todo y no requirió de todos los tomos o libros de la época.

¡Imagínate! El ministerio de Jesús duró solo tres años en tierra, en sus enseñanzas estaban las lógicas de Dios, cosas que su Padre lo mandó a decirnos, a anunciar principalmente su plan, dio sermones memorables, dio instrucciones a los apóstoles, supo comunicar una palabra tan densa pero comprimida en la lógica de una sencilla parábola, vio en el ser humano un sentido de comunidad, fue capaz de denunciar las irregularidades a los fariseos y maestros de la ley, vino a darnos el pan de vida, el agua viva, y su voz es muy clara para sus ovejas.

Una cosa que llamó mi atención por unos días fue la parábola del funcionario que no quiso perdonar, la leí y es tan lógica su enseñanza: -dice de un rey… que en el momento de hacer cuentas, llama a un hombre, funcionario… si, pero endeudadísimo y sentenciadísimo a pagar pero ya, con esclavo, esposa, hijos y lo que fuera. Después de rogar se le perdonó la deuda y se le dio la libertad. Pero al salir se topa con un compañero que le debía una pequeña cantidad, este estrangulándolo le pedía que pagara. Al rogarle al funcionario una prórroga, este no se la da y lo hace encarcelar. Esa acción enfureció tanto al rey que ordenó el castigo y la cárcel hasta que pagara. (Léela completa en Mateo 18:23-35)
Este es el tipo de lecturas que entendemos con relativa sencillez, (el perdón es algo tan valioso y tan inmerecido, que no perdonar a otros que nos lo pidan sería ilógico para Dios)
Aunado a ese tema sobre la lógica de Dios estaba el siguiente verso sobre el divorcio (Mateo 19:1-11) Llamó mi atención la lógica de Jesús al tratar el tema, siendo posible la separación de una pareja solo bajo circunstancias excepcionales… Para determinar esas circunstancias hay que usar la lógica, pues nos toparemos en disyuntivas modernas, y aplicar en todo una lógica clave. ¿Pero cuál lógica? Pues la de Dios, la que leemos en su palabra y que interpretaremos con dones espirituales.

No tenemos por qué estar confundidos, perdidos o desorientados. Para seguir esa lógica debemos reconocer su voz.
Estaba muy determinado a tratar estos temas para ustedes, pero la lógica de Dios me movió a otros versos. ¿Cómo entender el perdón o la separación? Se fijan que en el evangelio de Mateo estos temas están juntos. El perdón seguido de la separación, suena a algo “sano.” El orden de Dios es lógico y sano, indudablemente para provocar el bien, (ejemplo de una situación dolosa o de repudio: veo, vivió, experimentó, juzgó lo bueno, desechó lo malo, disculpó y me separó.) lo contrario es: “…la separación primero y al final las disculpas por las canalladas…” Hagamos las cosas con orden.

La lógica de Dios es muy bien resumida en la boca de Jesús, mi interés por descubrir algo más en su palabra me llevó a otro libro, en Juan 10:1-5 »Ciertamente les aseguro que el que no entra por la puerta al redil de las ovejas, sino que trepa y se mete por otro lado, es un ladrón y un bandido. El que entra por la puerta es el pastor de las ovejas. El portero le abre la puerta, y las ovejas oyen su voz. Llama por nombre a las ovejas y las saca del redil. Cuando ya ha sacado a todas las que son suyas, va delante de ellas, y las ovejas lo siguen porque reconocen su voz. Pero a un desconocido jamás lo siguen; más bien, huyen de él porque no reconocen voces extrañas.

Su palabra nos cuenta que somos como ovejas, nos basamos en el hecho de que no nos pertenecemos, sino que somos de Dios, y que lo que hacemos es por medio de su poder. Dicho concepto es difícil de entender o asimilar para muchos, pues todo tenemos un sentido de pertenencia propio, un concepto aun mas difícil de entender que el anterior es el hecho de que si no somos del Señor, ni somos de nosotros mismos, somos de algo mas… de quien nos ha robado por maldad.
Que importante es reconocer su voz, y saber diferencias en estos días de mensajes ajenos, pintados de evangelio. Si no somos de Él, seremos del ladrón, al salir del cómodo redil, por palabra, por aliento, por ayuda o comida diremos antes de dar un paso afuera: “-¿Dónde está el lobo?... ¿Diríamos eso por inseguridad? Porque estamos confundidos, desorientados… perdimos el rastro. Diremos: - ¿Dónde está Dios…? ¿Dónde está el buen pastor?... ¡A penas lo escuchaba hace unos minutos que salí de la reunión de oración¡… ” ¿Qué paso?¿Dónde estoy?
Pon atención, escucha la voz de Jesús, ¿Le reconoces...? Mucho oído hermanos (as), si no somos de Él no reconcomeremos su voz, seremos engañados por cualquier mensaje o persona, aun seremos atrapados por carismáticos representantes de su ministerio, aun podríamos cambiar su plan por metas bien intencionadas, por llamados ilógicos. Pero cuando estés frente al hocico del lobo, la inconsciencia o la falta de conocimiento no te justifican ante su plagio y apetito. En cambio si eres de Dios, ante Él te justificara una perfecta e intachable conciencia de pertenecía. Sus hijos(as) no pasan peligros, desconfianzas ni corrupción, ni seducción, no son engañados porque escuchan la voz de su guía. Juan 10:5 Jesús les puso este ejemplo, pero ellos no captaron el sentido de sus palabras.

En esta parábola la lógica de Dios se asoma impresionantemente, es tan fundamental que sea entendida por el bien de todos los que la escuchan, que Jesús mismo debe explicarla con lujo de detalles:

Juan 10:7-10 «Ciertamente les aseguro que yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que vinieron antes de mí eran unos ladrones y unos bandidos, pero las ovejas no les hicieron caso. Yo soy la puerta; el que entre por esta puerta, que soy yo, será salvo. Se moverá con entera libertad, y hallará pastos. El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia.
Más claro no pude ser, Jesús mismo se da a conocer como el camino seguro al buen pastor y padre celestial, nosotros somos las personas que tenemos libertad de ir en busca de su palabra y regresar salvos y con plena abundancia, porque nos guía y da seguridad el pertenecer a Él. También Jesús tiene la potestad de denunciar que en el pasado no fue así, sino que la intención del mal era el robo movido por intereses personales o la corrupción, lo que causaba el disgusto de los judíos que deseaban incluso apedrearlo, pues no lo consideraban el Mesías, sino un endemoniado… y vemos en ello el efecto que tiene el no distinguir la voz correcta, ya que seguían ellos el mensaje corrompido entonces. Eso entristecía a Jesús, era ver con sus ojos como el ladrón se llevaba a las personas, y las manipulaba a su antojo. “- a los suyo vino y no le recibieron…” pero a la vez la esperanza nacía al ser Él el portador del mensaje de Dios por medio de su voz. Una lectura de este evangelio que sobrevive hasta hoy nos brinda grandes bendiciones. Sus sacrificios no fueron en vano. ¿Hemos presenciado también nosotros como el ladrón se lleva a las personas? con atracciones pasajeras, con mensajes alucinantes, con disfrazado amor humanista. Lo hemos visto aun en personas que amamos, en amigos, en familiares, en hermanos(as) de la fe. En este punto debemos saber reconocer la voz del buen pastor, llamándonos a cada uno por nombre y dictándonos al oído la lógica del Padre en lo que debemos hacer, hacia donde debemos ir, a donde no ir y por donde regresar. Y otra cosa es recocer lo que somos, quienes son los que trabajan en su ministerio y quien o que es el ladrón.

Continua la escritura en Juan 10: 11- 15 …Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas. El asalariado no es el pastor, y a él no le pertenecen las ovejas. Cuando ve que el lobo se acerca, abandona las ovejas y huye; entonces el lobo ataca al rebaño y lo dispersa. Y ese hombre huye porque, siendo asalariado, no le importan las ovejas. »Yo soy el buen pastor; conozco a mis ovejas, y ellas me conocen a mí, así como el Padre me conoce a mí y yo lo conozco a él, y doy mi vida por las ovejas.
El encargado del rebaño no es el pastor en esta parábola, el trabajador voluntario o asalariado servidor de un ministerio se reflejan en este mensaje como un ser humano, que no solo no es perfecto, sino que no sería capaz de dar la vida, ni su tiempo o trabajo, ni su dinero, ni su futuro o bienestar por alguien más… Por lo que nos advierte a no poner de lleno la confianza en los servidores, porque ellos o nosotros fungimos solo para facilitar el acceso a Jesús, que te da entrada al Padre, pero en circunstancias poco favorables o vánales somos capaces de abandonar la iglesia con diversas excusas. Nos lávanos las manos fácilmente, y borrón y cuenta nueva, no sentimos absoluto remordimiento por las personas que dejamos o por las que a futuro podríamos ayudar. Sin embargo si podemos confiar plenamente en Jesús, que dio su vida por nosotros, a Él le pertenecemos, no a nadie más, el jamás nos abandonará y mucho menos cuando se acerque el lobo. Así que no te separes ni un día de su voz, porque nadie pondrá las manos al fuego por ti.

Termina el pasaje en Juan 10:16 y 18 …Tengo otras ovejas que no son de este redil, y también a ellas debo traerlas. Así ellas escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño y un solo pastor. Por eso me ama el Padre: porque entrego mi vida para volver a recibirla. Nadie me la arrebata, sino que yo la entrego por mi propia voluntad. Tengo autoridad para entregarla, y tengo también autoridad para volver a recibirla. Éste es el mandamiento que recibí de mi Padre.»
Amor es lo que destila de estas últimas frases, tanto del Padre como de Jesús, quien nos comparte que es libre de dar su vida por nosotros y que el Padre por ello lo ama, y que tiene el poder o potestad de recuperar su vida. Les comunica a sus seguidores de la época que hay más gente adelante, a futuro… que también debe ir a rescatarles. Esos somos todos, ¿Fuiste tú un día el rescatado… lo será mañana otro también? No lo sé.

Podría ser que si, no lo sé a ciencia cierta. Por mucho que tengamos ahora este mensaje de Juan 10 que leímos y que entendimos con plena claridad, el deseo humano se mueve de maneras volátiles, es como la bruma en la mañana, un día dice que sí y otro día que no. Un día mí pasión en la puerta del rebaño es tal que mis ganas están al 100 por ciento, y otro día sería capaz de tirar el rebaño por la ventana. Por ello tal vez la Biblia advierta: “- que muchos de ellos son llamados, pero pocos los escogidos…”
El caso es que todos tomemos el lugar que nos corresponde y en el cual somos llamados. Dios tiene su lugar, Jesús ha tomado su lugar… los trabajadores también… si faltara que las ovejas aun no escuchan la voz del buen pastor, serán robadas indudablemente. Y somos tan testigos de eso como lo fue Jesucristo.
Nos resta tomar especial cuidado en el mensaje que debemos dar y oír: Con seguridad… si, pero también con guía divina, con firmeza y autoridad… si, pero también con cautela, amor y empatía, con liderazgo… si, pero también con humildad. Con dominio propio… si, pero sujetos también a su guía y voz inconfundibles. Escuchado su voz, por lógica Dios no nos abandonara jamás.

DLB

(Escrito: C.zar © SdeC Comunidad Cristiana Interdenominacional, Imagen cortesía de ©Corbis)

31 agosto 2010

*Predicación 29.08.'10 ‘Seguidores y líderes de Cristo’

Yo he notado tres tipos de personas que se involucran en el llamado de Dios en una iglesia:Las que trabajan bien, las que trabajan mal, y las que no trabajan. Los que trabajan bien o mal estarán siempre demandándole a los que no trabajan para que se pongan las pilas, los que trabajan bien pedirán cuentas a los que trabajan mal, y los que no trabajan se quejaran de los que trabajan mal o incluso criticaran a los que trabajan bien. Pero es momento de romper con ese cerrado concepto de liderazgo, porque no trae nada positivo.

La sola palabra ‘Liderazgo’ dá de que hablar y pensar, llegan a la mente conceptos diversos que definen fácilmente la idea… “- que si esto que si lo otro, que si tiene sus bemoles, que si es una gran responsabilidad, etc.” Hasta ahí todo bien… en un momento llega el llamado de Dios a la vida de una persona pro-activa, y con el llamado llegan también como de rayo un montón de pensamientos y sentimientos ricos en pesimismo, la mente pone en juego las metas personales que se ven amenazadas por el llamado de Dios al trabajo en la iglesia, provocando una explosión de sentimientos que afectan incluso al cuerpo, pasan saliva por la garganta de manera dificultosa, tiemblan las manos o se acelera el latir de un corazón nervioso por el compromiso en puerta… indudablemente el “quehacer” en la iglesia es algo de ponerse a pensar, la mayoría de los files a la iglesia no van más lejos porque prefieren no pensar. En otro extremo, los llamados al liderazgo experimentan también la traición del pensamiento, la ambición por el poder, la manipulación de las personas, la sobre estima de una embestidura, etc. Usualmente relacionamos a un líder con el concepto de santidad, si no somos líderes exigimos perfección a quienes lo son, y si somos líderes exigimos de los demás la comprensión. Pero es mejor olvidarse de esos viejos conceptos, podríamos en su lugar comenzar a disfrutar el sabor del liderazgo que trae generosa sabiduría, múltiples aprendizajes y herramientas de vida que llevan a la paz y a una relación con Dios rica en experiencias. Un liderazgo llevado por Dios conduce a sitios jamás soñados, y un liderazgo llevado por caminos turbios conduce al exterminio del espíritu y el alma, a la mala salud y a la depresión. Si no somos líderes, nos visualizamos en meros espectadores y eso hace que tengamos un concepto de las cosas más bien frío y sin censura, es un lugar en las gradas donde aplaudimos o a abucheamos a los líderes, a los gobernantes, a los administradores, a los maestros, a los jefes, a los padres o hermanos mayores. Ser lidere es de miedo o de flojera, pensamos que un líder puede cometer errores garrafales, puede comprometer su imagen, se debe a la decencia, a la inteligencia y a la renovación, pero sobre todo se debe y se entrega a Dios… y todos esos factores provocan en los meros espectadores miedo y/o respeto, critica y/o alago, flojeras y/o dependencias. Pero si somos realistas, hay que reconocer que la causa de un líder es un objetivo bueno y digno de alcanzar, a donde va la persona o que lo llevo a ser líder es lo que determina ante Dios y su propia conciencia el verdadero rostro de su alma. Sin un certero análisis del llamado de Dios, podríamos llevar la palabra por caminos no planeados a razón del verdadero evangelio, ¿A dónde vas a llevar el llamado de Dios? Por el camino que has trazado y planeado, acaso no lo llevarías ni a la esquina, o tomaras el consejo del maestro, del real sacerdocio que está en Cristo Jesús. Pero no deseo abrumarte demasiado con lo anterior, este sermón está diseñado para enfocar el liderazgo en algo mucho más básico y fundamental que lo anterior. Veremos un ejemplo de liderazgo en la vida de Moisés, y cómo un error invisible para él, fue visible para otro líder que supo dar pie al futuro de la iglesia como hoy la conocemos.

Durante este sermón, me gustaría que visualizaras tu vida en dos lados…¿Cómo sería tu vida siendo líder de una iglesia? Reflexiónalo ampliamente. Todos los pensamientos que llegan a la mente describen claramente las intenciones de tu corazón, contéstate a ti mismo: ¿te ves huyendo de eso... o te ves planeando ideas…? ¿Acaso te ves aprendiendo urgente y vorazmente la sabiduría de Dios o te ves en las bancas de atrás de la iglesia? ¿Te ves con un micrófono, instrumento musical o biblia en las manos… o ves a los demás con esas cosas en las manos? He aquí una respuesta que trae luz, el llamado llegó o llegará indudablemente, ¿será atendido o desatendido? no lo sé… pero, lo importante por ahora es: 1.- que debes identificar cuál es el llamado y 2.- debes saber determinar el número aproximado de personas a las que dirigirás tu trabajo. Tú eres o serás llamado al liderazgo, y la cantidad de personas a tu cargo será lo que varíe con el tiempo o el lugar, algunos serán líderes exclusivos de su vida y de su familia o amigos (as), otros serán líderes de grupos pequeños, otros de grupos mayores. Algunos serán líderes de iglesias con ministerios especiales y otros de iglesias comunes. Lo más bello del asunto es que todos aquí serán líderes. El solo hecho de asistir a una iglesia es aceptarlo de alguna manera, y frecuentar con gusto las reuniones donde se estudia la palabra de Dios es más que eso, es encaminar tu llamado a lugares jamás soñados de la sabiduría, caminos constantes, la fresca y diaria renovación, la salud y estabilidad espiritual y los dones o capacidades del Espíritu de Dios.
Todo eso atrae el corazón de un líder en potencia.

El punto más destacable de un liderazgo para Cristo o su ministerio es determinar la causa, Cristo desea salvar al mundo del pecado, sus líderes tienen como objetivo llevar su palabra a los demás. Como fue el caso ejemplar de Moisés… si leemos todo el capítulo de Éxodo 18 encontraremos un ejemplo de liderazgo incomparable guiado por el plan de Dios. He aquí unos extractos de esos versos: “…Todo lo que Dios había hecho por Moisés y por su pueblo Israel, y la manera como el Señor había sacado a Israel de Egipto, llegó a oídos de Jetro, sacerdote de Madián y suegro de Moisés… Jetro fue al desierto para ver a Moisés, que estaba acampando junto a la montaña de Dios… Moisés salió al encuentro de su suegro, se inclinó delante de él y lo besó. Luego de intercambiar saludos y desearse lo mejor, entraron en la tienda de campaña. Allí Moisés le contó a su suegro todo lo que el Señor les había hecho al faraón y a los egipcios en favor de Israel, todas las dificultades con que se habían encontrado en el camino, y cómo el Señor los había salvado.” Éxodo 18: 1- 8

En este orden, la vida de un líder tiene antes un comienzo y luego un desarrollo y finalmente un deber, o dicho de otra forma, primero es rescatado de la muerte por pecado (es salvo), luego se aparta o separa para Dios tomando como crecimiento y nutrición las enseñanzas y guías del Espíritu Santo y el fortalecimiento del espíritu culmina con un propósito y un fin… que predique a Jesucristo llevando la semilla. Hagámonos a la idea de que esa labor no es solo de un líder, sino que es labor de todo creyente convertido a Cristo, tampoco es labor solo de algunos líderes. La idea de una iglesia donde el líder es un asalariado servidor eclesiástico que se para en frente y da de comer a sus feligreses que se concretan a dar dinero y reflexionar intrascendentemente en lo que se les predica, eso no es realista del todo, aunque ese estilo de vida puede arrojar algún tipo de valores, no construye hermanos(as) en la fe que tengan capacidades de liderazgo propio y menos de liderazgo social. No sabe cómo alimentarse, no sabe cómo resolver problemas, no sabe ni orar ni escudriñar la biblia, no sabe más que abrir la boca y demandar alimento, soluciones, oraciones y resultados... eso es solo un espectador en el mundo, oirás de ellos sola aplausos o abucheos.

De hecho, debemos acostumbrarnos a una idea más realista, los líderes de una iglesia debemos serlo todos, en este punto deseo diferenciar entre líder y administrador, si bien la iglesia no debe verse como una empresa, cada parte tiene su labor en ella y la naturaleza de su labor define su acción. Este es solo un tipo de liderazgo que resulta práctico. Si lo visualizáramos de manera gráfica, veríamos que es como un ruedo, los participantes son los toreros que se lanzan al ruedo, y vencen con destreza ejemplar al cornudo, los espectadores son los que prefieren mirar y no meten un pie al ruedo. El líder de una iglesia mira su corazón y se involucra de corazón con los demás, porque el Espíritu Santo le dicta esas acciones, un administrador se concentra aparte en las cosas prácticas para la organización de una iglesia física. Pero hay un lugar para todos en una iglesia, y dependerá de ti y de tu relación con Dios y con los demás definir ese estatus, sea que sepas o no tu lugar en la iglesia, al menos debes saber que si eres de Cristo, tu liderazgo existe desde en ti y para ti y desde en ti hacia fuera. Así es, sin tu percibirlo, mucha gente hace caso de tu ejemplo, pone atención en lo que dices o escribes, se fija de quien eres amigo y de quien no, determinan de ti un lugar en la iglesia, y pasan desapercibidas múltiples lecciones de vida que alimentan las decisiones de otros. Pero de nuevo lo digo, no deseo abrumarte con ese aspecto tampoco.

Muchos miembros de iglesias no se visualizan como líderes, dejan cargas a otros miembros de sus iglesias o dejan el trabajo evangelístico a personas que según ellos están preparadas para esa labor. ¡Imagínate si Moisés hubiera pensado igual! Y mira que no la tenía nada fácil, en cambio nosotros que gozamos hoy de plena comodidad, conocimiento a la mano, facilidad de transporte, accesibilidad de medios… nos atrevemos banalmente a rechazar liderazgos en Cristo, decimos que somos seguidores de Cristo, a veces de cerca a veces de lejos… pero jamás en pleno liderazgo. Cuando no nos visualizamos como líderes de nada, ni de nuestras vidas siquiera, sentimos un vacío, y lo llenamos con algo, lo que sea… el asunto es no sentirnos aburridos. Algunos somos muy capaces de substituir el liderazgo en Cristo por cosas del mundo, por gente que estimula y motiva mejor lo que deseamos tener o hacer. Moisés pudo seguir siendo un rey, y quedarse a disfrutar de sus riquezas, de su familia y de su país, sin embargo el es un caso perfecto de liderazgo, muy común al de Jesucristo… fue tomado por Dios en su plan que se ejecutó paso a paso (conocemos la historia: un hombre que había perdido su mismísimo origen, su nación, despojado de su reino, perdido y puesto en las peores de las circunstancias… toma como líder la voz de Dios y cumple sus mandatos, logra ejecutar el poder y voluntad de Dios de manera impresionante y sobrenatural, cumple como liberador del pueblo judío, y también es capaz de trasmitir la voz de Dios a su pueblo, dando sus mandamientos). Podemos comparar el caso con Jesús, y son muy similares…¿Podríamos comparar tu caso personal con el de ellos? Tu reino es tu vida, tu nació es el mundo, obedecer el llamado te colocará en cierta forma en una sitúan precaria o contra el mundo, eres tomado por Dios, sigues sus ordenanzas, y finalmente logras ejecutar su poder y voluntad.

Hay gente que es líder de su vida, es líder en su casa, es líder en su trabajo o escuela, es líder en la iglesia… también hay gente que carece de alguno de los anteriores. Donde no es líder se apoderará de un liderazgo, o si fracasa en algún aspecto de su vida, reclamará frustrado un espacio que alguien le arrebató. Y sigo abrumándote… mejor sigamos con el esquema positivo: Si el liderazgo que llevas actualmente, en tu vida, familia o iglesia no es motivo de alegría, esa es una señal, un aviso que te debe llevar a revalorar en lo que haces, aun mas en la iglesia, pues es una bendición ser seguidor y líder de Cristo, si en cambio crees que es una maldición, o que es algo de ponerse a pensar, pues algo está mal. Ubícalo de la siguiente manera: De parte de Dios tenemos salvación y una labor que hacemos por amor, voluntad y sentido común, su plan de salvación es motivo de gran alegría y gozo, la promesa es que seremos llevados a lugares eternos, de paz, amor pleno y ninguna necesidad. Tal magnitud de salvación es digna de un servicio integro, de reconocimiento y alabanza. En el caso de los judíos, Jetro, el suegro de Moisés daba muestras de alegría por la liberación del pueblo. “…Jetro se alegró de saber que el Señor había tratado bien a Israel y lo había rescatado del poder de los egipcios, y exclamó: «¡Alabado sea el Señor, que los salvó a ustedes del poder de los egipcios! ¡Alabado sea el que salvó a los israelitas del poder opresor del faraón! Ahora sé que el Señor es más grande que todos los dioses, por lo que hizo a quienes trataron a Israel con arrogancia. Dicho esto, Jetro le presentó a Dios un holocausto y otros sacrificios, y Aarón y todos los ancianos de Israel se sentaron a comer con el suegro de Moisés en presencia de Dios.” Éxodo 18: 9- 12

¿Qué sigue luego de la liberación y nueva vida? Sigue la toma de poderes… el liderazgo.En lo que leemos, luego de las hazañas logradas, Moisés tubo a su tutela miles de personas, el atendía sus problemas caso por caso personalmente, el pueblo esperaba y formaba línea, y Moisés daba su consejo. Ahora bien, la Biblia nos muestra un estilo de liderazgo que Moisés adoptó, pero al final del día era obvio que no terminaría con los asuntos y necesidades de la gente, así que día con día llegaban en línea a pedir, pedir y pedir… tal demanda estaba sobre estimada. “…Al día siguiente, Moisés ocupó su lugar como juez del pueblo, y los israelitas estuvieron de pie ante Moisés desde la mañana hasta la noche. Cuando su suegro vio cómo procedía Moisés con el pueblo, le dijo: —¡Pero qué es lo que haces con esta gente! ¿Cómo es que sólo tú te sientas, mientras todo este pueblo se queda de pie ante ti desde la mañana hasta la noche? —Es que el pueblo viene a verme para consultar a Dios —le contestó Moisés—. Cuando tienen algún problema, me lo traen a mí para que yo dicte sentencia entre las dos partes. Además, les doy a conocer las leyes y las enseñanzas de Dios.” Éxodo 18:13-16

Jetro sugiere a Moisés una nueva forma de liderar: —No está bien lo que estás haciendo —le respondió su suegro—, pues te cansas tú y se cansa la gente que te acompaña. La tarea es demasiado pesada para ti; no la puedes desempeñar tú solo. Oye bien el consejo que voy a darte, y que Dios te ayude. Tú debes representar al pueblo ante Dios y presentarle los problemas que ellos tienen. A ellos los debes instruir en las leyes y en las enseñanzas de Dios, y darles a conocer la conducta que deben llevar y las obligaciones que deben cumplir. Elige tú mismo entre el pueblo hombres capaces y temerosos de Dios, que amen la verdad y aborrezcan las ganancias mal habidas, y desígnalos jefes de mil, de cien, de cincuenta y de diez personas. Serán ellos los que funjan como jueces de tiempo completo, atendiendo los casos sencillos, y los casos difíciles te los traerán a ti. Eso te aligerará la carga, porque te ayudarán a llevarla. Si pones esto en práctica y Dios así te lo ordena, podrás aguantar; el pueblo, por su parte, se irá a casa satisfecho… Moisés atendió a la voz de su suegro y siguió sus sugerencias… Más tarde Moisés despidió a su suegro, quien volvió entonces a su país. Éxodo 18: 17-27

Este es un modelo de liderazgo incluso adoptado recientemente por grandes empresas con objetivos lucrativos, como iglesia podemos adoptar dicho patrón, solo que hay que observar con cautela algunos puntos importantes. Uno es que no somos una empresa y que no somos una iglesia que ambicione deseos comunes al mundo. Otro es la delegación, vemos que no cualquiera es nombrado, sino que debía elegir gente capaz y temerosa de Dios, que aman la verdad y aborrezcan la avaricia y por sobre todo lo anterior esta el hecho de que debían ser entrenados en la ley de Dios y sus enseñanzas, lo que nos lleva a nosotros como cristianos a comprender la figura de Cristo y la gracia de Dios, visto así no es tan difícil delegar, lo complicado es encontrar apoyo de personas que deseen aprender y trabajar. Dios hace el trabajo sencillo—: Pondré mis leyes en su corazón, y las escribiré en su mente. Después añade: Y nunca más me acordaré de sus pecados y maldades. Y cuando éstos han sido perdonados, ya no hace falta otro sacrificio por el pecado. Hebreos 10: 16-18 / ¿cuál es el mandamiento más importante de la ley? —"Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente" Éste es el primero y el más importante de los mandamientos. El segundo se parece a éste: "Ama a tu prójimo como a ti mismo." De estos dos mandamientos dependen toda la ley y los profetas. Mateo 22:36-40
Dichos factores de entendimiento bíblico son los que dan pie a una capacidad de liderazgo. Si son buenas las intenciones de un líder, este se concentrará también en la obediencia. La ley de Dios es algo que se escribe en la mente, no es conocimiento general de los creyentes.

Ahora bien, al comienzo de este escrito les decía que todos somos llamados a ser líderes, y mi propuesta, (más corta que la de Jetro) es que consideres antes de todo ser líder de tu vida, es decir… si permites que el espíritu de Dios reine y guíe tu vida, aprenderás a tomar decisiones por ti mismo sin la ayuda constante de tus líderes, tú aprenderás muy pronto a tener dominio propio, amor y otras muchas cualidades y valores importantes para un cristiano, sea o no que llegues a ser un líder, al menos facilitaras mucho la obra de Dios al tomar tú el dominio de tus acciones, emociones y deseos. Con una vida correcta se es líder indirectamente de quienes te observan, con tu familia o tus más allegados, o tus conocidos o gente de la escuela o trabajo. Dentro de la iglesia el liderazgo va mas allá que el buen ejemplo, pero es consecuencia de lo anterior. Ahora bien el consejo de Jetro para Moisés fue delegar con instrucción, quien decide tomar un tipo de liderazgo dentro de la iglesia, debe saber que es importante respetar el pacto con Dios. No importa realmente si tienes a tu cargo a una persona o a una docena o a cientos o miles… si en tu corazón guardas los decretos de Dios, sabrás que es primordial. La sabiduría esta ligada con la palabra de Dios, solo basta leer los proverbios para confirmarlo.
El siguiente es un verso que compartí muchos días atrás de que terminara esta palabra sobre el liderazgo y el ejemplo de Moisés y su suegro Jetro, y descubro y confirmo con alegría el mensaje que Dios me envió, el cual resume en lo que sigue: - Fíjate bien, si haces tuya la palabra de Dios y atesoras sus mandamientos; si tu oído inclinas hacia la sabiduría y de corazón te entregas a la inteligencia; si llamas a la inteligencia y pides discernimiento; si la buscas como a la plata, como a un tesoro escondido, entonces comprenderás el temor del Señor y hallarás el conocimiento de Dios. Porque el Señor da la sabiduría; conocimiento y ciencia brotan de sus labios. Él reserva su ayuda para la gente íntegra y protege a los de conducta intachable. Él cuida el sendero de los justos y protege el camino de sus fieles. Entonces comprenderás la justicia y el derecho, la equidad y todo buen camino; la sabiduría vendrá a tu corazón, y el conocimiento te endulzará la vida. La discreción te cuidará, la inteligencia te protegerá. Proverbios 2:1-11

Finalmente me quedo con una idea concreta, los seguidores y líderes de Cristo son personas honestas, llevadas por la guía directa de la sabiduría de Dios, con un grado de inteligencia suficiente para discernir cada paso con cautela, han entendido la equidad y la justicia no como el mundo la entiende, no por una necesidad… sino como Dios la decreta. Son personas contentas con su trabajo, son cristianos que se alegran en el camino, con fuerza, seguridad, valentía y determinan así mismos decisiones centradas en una visión mayor a la propia.

(Escrito: C.zar © SdeC Comunidad Cristiana Interdenominacional, Imagen cortesía de ©Corbis)

30 junio 2010

*Predicación 27.06.'10 ‘Enemigos inseparables’

Mateo 13: 24- 30 y 26-42 dice: Jesús les contó otra parábola: «El reino de los cielos es como un hombre que sembró buena semilla en su campo. Pero mientras todos dormían, llegó su enemigo y sembró mala hierba entre el trigo, y se fue. Cuando brotó el trigo y se formó la espiga, apareció también la mala hierba. Los siervos fueron al dueño y le dijeron: "Señor, ¿no sembró usted semilla buena en su campo? Entonces, ¿de dónde salió la mala hierba?" "Esto es obra de un enemigo" , les respondió. Le preguntaron los siervos: "¿Quiere usted que vayamos a arrancarla?" "¡No! —les contestó—, no sea que, al arrancar la mala hierba, arranquen con ella el trigo. Dejen que crezcan juntos hasta la cosecha. Entonces les diré a los segadores: Recojan primero la mala hierba, y átenla en manojos para quemarla; después recojan el trigo y guárdenlo en mi granero." » Una vez que se despidió de la multitud, entró en la casa. Se le acercaron sus discípulos y le pidieron: —Explícanos la parábola de la mala hierba del campo. —El que sembró la buena semilla es el Hijo del hombre —les respondió Jesús—. El campo es el mundo, y la buena semilla representa a los hijos del reino. La mala hierba son los hijos del maligno, y el enemigo que la siembra es el diablo. La cosecha es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles. »Así como se recoge la mala hierba y se quema en el fuego, ocurrirá también al fin del mundo. El Hijo del hombre enviará a sus ángeles, y arrancarán de su reino a todos los que pecan y hacen pecar. Los arrojarán al horno encendido, donde habrá llanto y rechinar de dientes. Entonces los justos brillarán en el reino de su Padre como el sol. El que tenga oídos, que oiga.
Esta puede ser una reseña del final del mundo, y de las intenciones del bien y las del mal por sobre la humanidad, es claro que ambas fuerzas tienen poderío sobre los destinos de las personas, y son clarísimas las consecuencias. Esta parábola nos hace distinguir la fatídica relación dual de la vida (lo que está dormido y lo que está alerta, lo que se hace de día y lo que ocurre en la noche, el blanco y el negro, lo bueno y lo malo, lo derecho y lo zurdo, el arriba y el abajo… el cielo y el infierno) y de la relación que guardan ambos destinos que crecen juntos. Esta relación es duradera, larga y tediosa, es llevada hasta los últimos tiempos. Algunos de nosotros podríamos sentirnos de un lado o del otro en esta corta gama de opciones, o haber elegido… sin embargo algunos guardan relaciones estrechas con la maldad y con la bondad al mismo tiempo. En su corazón crecen sentimientos buenos y malos, ellos no cosechan en abundancia porque matan la buena cosecha al intentar retirar la mala hierba. Muy pocos, han descubierto esta extraña relación de dualidad, ven esta complicidad y tienen una ventaja muy alta por sobre los que aun la ignoran. En este punto yo te preguntaría: ¿Qué quieres de la vida? Y si lo sabes… ¿Estás dispuesto a ir por ello?

Esta muy claro que debemos estar del lado del bien, y que ese lugar está en la luz de Dios, quien nos lleva a ese estado de búsqueda por la verdad, dándose a conocer o revelándose a nosotros por medio del Espíritu Santo. O sea es Dios mismo que nos guía hacia él por todos los medios perceptibles, que se sensibilizan o se agudizan cuando le aceptamos. Ya no es ese Dios ambiguo, lleno de contrariedades ilógicas literales, ya no es Dios una figura dominante demandando forzosamente nuestra atención. No... Tenemos y gozamos de una relación llevada por el Espíritu Santo y sostenida o justificada por su hijo Jesucristo… pero a fin de cuentas es una relación. Los seres humanos mantenemos otras relaciones también; sociales, laborales y familiares, pero tenemos otra relación también con nuestro enemigo natural, es el enemigo que heredamos también. Como nuevos hijos de Dios, nuestro Padre está en correlación casi infinita con un enemigo del pasado, Dios es el bien… y necesariamente a su lado está siempre el mal. Nosotros, por ser salvos del pecado y de la muerte no estamos exentos del mal.

1ª Pedro 5:8 y 2ª Corintios 4:4 dice: Practiquen el dominio propio y manténganse alerta. Su enemigo el diablo ronda como león rugiente, buscando a quién devorar /El dios de este mundo ha cegado la mente de estos incrédulos, para que no vean la luz del glorioso evangelio de Cristo, el cual es la imagen de Dios.
Dios se libró del maligno siglos atrás, pero somos nosotros los que lo correlacionamos infinitamente con él. No podemos concebir un mundo donde todo está bien, todo es correcto, nada es insano… es una relación codependiente, aunque nos libráramos del mal, siempre estaríamos hablando de él, lo traemos a la mesa, lo llevamos a la cama antes de dormir, lo tenemos en todos los tamaños para poder llevarlo si hace falta. Nunca nos libramos de eso, porque lo necesitamos a la hora que deseamos portarnos mal.

Por supuesto un cristiano no se puede dar esos “lujos,” es un asco, hasta a Dios le dan asco los tibios (por decirles de alguna manera cordial,) que en realidad adulteran el plan de Dios… que están sentados junto a Dios y de la mano y por otro lado le rozan la pierna al diablo con el dedo pequeño. Y por supuesto que todos coqueteamos con el mal, con diversas formas que nos llevan a pecar, como las mentiras, habladurías, desprestigios, degradaciones, indiferencias, rencores, falta de compromisos, burlas, alegrias malsanas, fraudes, robos, corrupciones, idolatrías, enajenaciones... etcétera (solo por mencionar algunas.) Pero si no nos sentimos aludidos o acusados, decimos “- el que esté libre de pecado que tire la primera piedra.”

En esta correlación (bien con mal), nos han hecho creer que el pecado sigue ahí, que la tentación jamás terminará, que el camino con Jesús será casi intransitable, que los dolores de cabeza no cesaran. Y al mismo tiempo nos dicen que somos libres, que no hay felicidad y paz más plena que la que da el Señor. De nuevo se asoma la tramposa dualidad… dos estados de ánimo que experimentamos a causa de la relación que conservamos con el maligno. Es peligroso porque podemos caer en un círculo de actitudes y repetir un patrón erróneo de conducta… por un lado tengo al Dios del bien y por el otro al Dios del mal. “- Ambos están a mi servicio si cumplo con ellos puntalmente mis obligaciones.”

Es un espejismo, ni Dios ni el mal trabajan así, ni para ti. Haz hecho cosas malas y lo sabes, haz tenido pensamientos traicioneros, (tu sabes lo que practicas) ya no te interesa superarlo, aprender y conocer más de Dios, escondes tu lado malo, lo enmascaras, lo justificas de manera astuta, pero esa imagen se puede caer con un solo comentario. Y el mal, que conduce las malas lenguas no se detendrá para usar a un tercero que te destapara dejándonos ver tu rostro real.

Todo esto suena muy fatídico, muy dramático… pero es el caso que nos pasa a todos, en distintos niveles morales y en diversas escalas normativas. Claro que el pecado es lo que es y el perdón también, solo que de manera codependiente y dual no cumplen con sus objetivos primordiales. El pecado no va de la mano del perdón, son solo dos pasos que se dan en determinado momento de la vida. Dios, por ejemplo, perdona al corazón arrepentido, y ese arrepentimiento se comprueba al soltar tu el pecado, al dejar esa co-dependencia. De otra forma, si regresamos al pecado del cual decimos estar arrepentidos, entonces solo le mostramos a Dios el amor que tenemos por la maldad. Es difícil este concepto si lo comparamos, por ejemplo con el pecado de la mentira, algunos de nosotros mentimos con diestra facilidad, otros mentimos ocultando actitudes privadas, algunos mienten “sanamente” para no crear daños ajenos a terceros a sí mismos. En cambio pocos han matado o robado, aunque según se, también se puede matar con un comentario o robar la paz de alguien con una broma, ¿Se puede amar a alguien sembrando la insatisfacción, el rencor, el olvido? ¿Se puede amar a Dios y sostener una relación aparte con el pecado? No, nuestra meta es ser buenos y mejores día con día, hasta llegar a la estatura del barón perfecto.

Jesús compara el reino de Dios como el de un campo, como la acción de sembrar y cosechar. En esta parábola… ¿Qué tipo de semilla eres? ¿A la hora de cosechar, de qué lado estarás…? o ¿Acaso no se te reconocerá de un lado, porque vives en ambos? ¿De qué lado crees o pretendes estar? Todas las personas que le damos asco a Dios generalmente estamos en ese tibio y mediocre estándar de vida “x” y decimos “- que estamos en un proceso de crecimiento,” estamos metidos en la iglesia, somos los que usualmente vivimos en dos mundos. Por otro lado está la mala hierba, los que no creen o practican el bien mediante las verdades bíblicas, o que se declaran ateos o que desertan de labores ministeriales, ellos han dado su postura abierta a lo que desean en la vida. Los declarados cristianos han decidido marchar bajo los estatutos de Dios, pero algunos guardan una relación con su mejor amigo (Jesucristo) y con su mejor enemigo (el diablo) son los que no están felices hoy.

Si no cosechamos o vemos a otros cosechar, nos sentimos con la obligación de hacer algo, nos podemos volver demandantes. Esa extraña sensación de insatisfacción ministerial, es un nerviosismo o cosquilleo intuitivo, “que nos obliga a hacer algo por los pecadores, debemos traerlos al camino del bien, de alguna forma debemos decirles lo retorcidos que se encuentran, lo poco que prosperaran si continúan del lado del mal.” Pero mucho ojo… Nuestro trabajo no es definir lo que es el pecado, nuestra labor es ser buenas personas, sin embargo le damos mucha importancia al pecado y al maligno, siendo que en los tiempos modernos podemos definir mucho mejor los parámetros del bien y los del mal. Pero fíjate bien, la gente que tiende a ser buena no suele tachar a la gente que tiende a hacer cosas malas. Solo la gente mala juzga gente mala. Esto para que los demás no presten atención a sus pecados, o a su falta de compromiso o a su poca actividad ministerial, su posición es estratégica, acusan para que se enfoque la atención en los pecados de otros. ¿Acaso crees que apuntando las fallas de los demás no se descubrirá la mala hierba en ti?

El compañero, enemigo y maligno es parte de nuestra vida cotidiana cuando no podemos concentrarnos en hacer el bien, porque nos pasamos pensando en lo malo que es el mundo y los pecadores que son los demás, “lo que los demás deberían hacer para que la iglesia sea exitosa.” El comportamiento de los demás no debería ser un tema que nos obsesione, no debe ser un tema de conversación ni estar a la vista. El pecador y sus pecados son asunto de su propio arrepentimiento solamente. Juntas las personas que buscan a Dios nos reunimos para invocar la presencia de Dios, aprender de su palabra y orar… cualquier otra meta para una iglesia es irrelevante o secundario. Dominar al enemigo, significa olvidarlo, no tomarlo ni en cuenta. Reconozcamos la razón de ser buenos…  leamos en Lucas 10:17.20 —Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre. (le dijeron los discípulos) —Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo —respondió él—.Sí, les he dado autoridad a ustedes para pisotear serpientes y escorpiones y vencer todo el poder del enemigo; nada les podrá hacer daño. Sin embargo, no se alegren de que puedan someter a los espíritus, sino alégrense de que sus nombres están escritos en el cielo.

La bondad nace de la satisfacción de saberse uno en conformidad con Dios, (lo destaco y los subrayo) La bondad nace de la satisfacción de saberse uno en conformidad con Dios, la bondad no es el lustre del alma, ni mucho menos la practica pretenciosa de limpiar las almas de los demás. Ese no es nuestro trabajo ni debemos sentir placer al hacerlo. Las acciones de los demás las vemos como responsables o irresponsables. Nosotros que aparentemente vivimos con el bien de un lado y el mal del otro, traducimos las cosas a pecadores o no pecadores. A todo lo bueno le vemos lo malo, y a todo lo malo le vemos lo bueno… y esto es porque tenemos amistad con ambos recursos, (sacamos del bien lo peor, y del mal lo aun mas peor) Por eso, aunque Dios nos dio poder, dominio propio y muchas otras capacidades ministeriales, el se encarga de la guerra, jamás nos mandara a atracar a nadie, antes bien Dios nos da la conquista. Como una gran bendición, pero… ¿Qué hacemos con esas bendiciones, a donde las conducimos, como las canalizamos una vez que las tenemos? Si aun tenemos relaciones íntimas, escondías y truculentas con el mal, esas bendiciones son orilladas a un lugar non-grato.

Yo recomiendo que te separes del mal completamente. De otra forma siempre estarás asociando y maximizando y rodeando todas las cosas buenas que llegan a tu vida con el mal. en Mateo 12: 22 - 28 dice: Un día le llevaron un endemoniado que estaba ciego y mudo, y Jesús lo sanó, de modo que pudo ver y hablar. Toda la gente se quedó asombrada y decía: «¿No será éste el Hijo de David?» Pero al oírlo los fariseos, dijeron: «Éste no expulsa a los demonios sino por medio de Beelzebú, príncipe de los demonios.» Jesús conocía sus pensamientos, y les dijo: «Todo reino dividido contra sí mismo quedará asolado, y toda ciudad o familia dividida contra sí misma no se mantendrá en pie. Si Satanás expulsa a Satanás, está dividido contra sí mismo. ¿Cómo puede, entonces, mantenerse en pie su reino? Ahora bien, si yo expulso a los demonios por medio de Beelzebú, ¿los seguidores de ustedes por medio de quién los expulsan? Por eso ellos mismos los juzgarán a ustedes. En cambio, si expulso a los demonios por medio del Espíritu de Dios, eso significa que el reino de Dios ha llegado a ustedes.

Es por eso que digo que el mal se ataca con el bien, nunca el mal podrá ser atacado con otra maldad. El único que puede pasar por encima de los malos es la ley, voluntad y juicio de Dios, no la nuestra. Si algún bien deseas para tu hermano, no hables mal de él, no trates de cambiarlo ni de juzgarlo, eso no te corresponde… Antes bien pide a Dios conforme a su perfecta voluntad por su actitud. Si no amas a tu hermano, tu actitud para con el se reflejará en tu forma de proceder. Y esa es la mala hierba que crece de noche, cuando duerme tu conciencia. Salmos 37:1-4 dice: No te irrites a causa de los impíos ni envidies a los que cometen injusticias; porque pronto se marchitan, como la hierba; pronto se secan, como el verdor del pasto. Confía en el Señor y haz el bien; establécete en la tierra y manténte fiel. Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón.

Estas en el reino de Dios, comienza a visualizarte como una simple semilla, que crece indudablemente, y que a tu lado crece a la par de ti una rama experta y trepadora. No te corresponde retirarla, ni cambiarla, ni moldearla, ni alimentarla, ni canalizarla. El reino de Dios se compara con algo mayor a tu deseo de cambiar el mundo, esta relación que tiene el ser humano con Dios, con el arado y con el enemigo está siendo trabajada hoy mismo, son los últimos tiempos…y creo que la mala hierba está siendo retirada actualmente. ¿Cuál es tu papel en esta cosecha? La semilla eres tú, no eres el terreno, ni eres el sembrador, no eres el que cosecha ni eres el maligno… tu eres una semilla sembrada que será cosechada… si sabes tu destino, y estas seguro de el… entonces… ¿puedes gozarte al respecto? O ¿Insistes en tomar el papel que no te corresponde?

La buena semilla, los hijos(as) de Dios, las personas que practican la bondad, suelen continuar hacia delante hasta formar el trigo, fruto de un crecimiento. En cambio el malo se estanca. Se supone que un cristiano es bueno, pero muchas veces también se estanca, después de vivir y superarse del pecado y ser perdonado, piensa que una vez resuelto su estatus espiritual a llegado al final de la cosecha, a la orilla del terreno, si mira bien verá que solo ha terminado un surco. “Aun hay trabajo por hacer” y todo cristiano debería sentir animo y no desánimo al oír lo que acabas de leer, ¿Sientes tu continuas ganas de continuar? O estas ciclado en algo…
Muchos se quedan en ese exitoso punto, parados con orgullo a la orilla del terreno, pero eso no es bueno, ya que solo han terminado un aspecto de sus vidas, y dicen: “- ya estoy en Cristo, ya la libré”, y adoptan una contra… obviamente estará en contra del mal, pero también se ponen en contra de los que son malvados (inocentes o no, conscientes o no.) ¿En contra de quien estás tu... en contra de ti mismo, en contra de su hermano, en contra de Dios o en contra del enemigo? Ya sea baja autoestima, desamor o pecado, lo mejor es la claridad y tomar un lado solamente. Todos nosotros a la vez que somos parte de una cosecha que crece con el bien y el mal, a su vez somos una tierra y una cosecha y un fruto. Si no sabes responder a la pregunta… mira tu persona, la siembra, mira tu tierra, tu arado, mira el camino que estás dejando, se ha marcado. Algunos van dejando un camino delgado, su terreno es plano (solo pasa el sonido hueco de la indiferencia.) Algunos van dejando caminos rectos, profundos, pronunciados y firmes. Otros dejan caminos irregulares, pareciera que fueron rayados con crayolas por niños de kínder. Todas esas huellas son la imagen de tus acciones, visibles o no para ti… serán importantes en algún momento de la vida, lo serán aun mas a la hora de que el segador recoja la siembra. ¿Te distinguirán los segaderos como el trigo… o verán sobre ti una mala hierba?
Para ayudarte a responder esta pegunta, responde a lo siguiente: ¿Que estás haciendo y a cuantas personas estas afectado con tus acciones diarias o con tu indiferencia?¿Qué relación guardas con Dios, acaso es menor que la relación que tienes con el enemigo?

Jesús trae libertad… o sea la no-correlación o co-dependencia ni con el pecado ni con el enemigo. No lo necesitamos para nada, es imposible atacar mal con mal. Es el momento de tomar esa libertad y comenzar a vivirla. Ya no es momento de experimentar en terrenos insospechados ni en caminos corruptos. Ya no podemos seguir experimentado en lugares negativos y opuestos a Dios, porque hemos y fuimos declarados sus hijos, y estos van por sus caminos usando recursos de justicia y paz, amor y fe, sabiduría y discernimiento.

Finalmente, lee 1ª Juan 3:19-20 En esto sabremos que somos de la verdad, y nos sentiremos seguros delante de él: que aunque nuestro corazón nos condene, Dios es más grande que nuestro corazón y lo sabe todo. No dudes más y confía en Dios, deja de buscar los recursos del mal para resolver cosas del bien, confía un poco más en ti mismo, debes saber que eres de la verdad, de las semillas que dan trigo, que cada acción que realizas la estás llevando a cabo en el reino de Dios, y si aun así, tu corazón mismo te hace dudar de lo anterior, debes saber que Dios vera por ti siempre, ese es el poder de Dios por sobre el maligno, y ese es el dominio propio en acción.

(Escrito: C.zar © SdeC Comunidad Cristiana Interdenominacional)

10 junio 2010

*Predicación 23.05.'10 ‘La fe es un milagro.’

Cuando era muy joven no sabia explicar lo que es la fe, solo me remetía a dar una popular definición que se describe en la biblia. Mi intuición me dictaba que YO debería tener fe en Dios… pero jamás me pregunte si Dios tendría fe en mi. Es curioso como nuestra posición es siempre de mi hacia a fuera, nunca es de Dios hacia mi. ¿Que tiene Dios para mi? ¿Cómo suplirá Dios mis necesidades? Pero pregúntate también… ¿Qué puedo ofrecerle a Dios? ¿Cómo colaborare en los asunto de Dios? ¿Deseo y estoy preparado para la buena obra?Un amigo un día me decepcionó tanto que perdí la fe en el, sus actos posteriores continuaron dictando que no sería más para mí una persona de fiar, en contraste otra nueva amistad nacía en mi vida, esta persona con su actos me hacía ver que era de fiar. Finalmente entendí que la fe no se puede explicar con llanas palabras, sino que se hace con hechos. La fe va obligadamente de la mano con las obras o hechos de las personas, la fe es para el humano el pensamiento o lenguaje de sus actitudes, y las obras son para el humano la forma física que demuestra lo anterior, al menos en hechos.

Esta “actividad” de practicar la fe es una poderosa forma que tienen los creyentes de lograr cosas que jamás imaginaron. Es decir, la fe es un asunto de la acción.
Los que no practican la fe, no me van a entender, ellos son los que dudan, desconocen la clave o el secreto que logra hacer de la palabra un hecho trascendental. Son comunes las rabietas, las quejas, los nervios, la desesperación, la decepción y la desilusión. En cambio, en los que tienen fe son comunes las alegrías, el aprendizaje, los retos, la esperanza, la confianza, la dependencia, el milagro.Como en todas las religiones, la fe tiene en su haber feligreses, TODOS sin excepción alguna levantan la mano cuando se les pregunta si son personas de fe, todos creen en Jesucristo, pero solo algunos lo pueden comprobar con hechos. Es sencillo dar testimonio y presumir de capacidades ministeriales, pero lo verdaderamente autentico es que los demás den fe de lo que sus lenguas declaran. Porque su testimonio es carta ilustre de su fe. Dios ha puesto su fe en muchos seres humanos, porque todos tienen la capacidad de llevar a cabo grandes milagros por medio de la fe.

La fe en Dios logra a su vez múltiples milagros diarios. Yo no hablo de la sanidad, de la seguridad, de la estabilidad económica, aquí me refiero más a los milagros imperceptibles por los faltos de fe, los cuales al menos deben ser notorios para los que si practican la fe.

Quien tiene fe en Dios sabe mirar escalón tras escalón un avance impresionante de actitudes. Es decir, que la fe en Dios acrecienta y perfecciona a las personas que saben creer en su Dios como él lo establece. Practican la fe porque en cada paso que dan, Dios se ha manifestado y no le son indiferentes sus lecciones.

El milagro de la fe está en cada historia bíblica, sino lo has notado leamos en Hebreos 11:1-12. Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve.Gracias a ella fueron aprobados los antiguos. Por la fe entendemos que el universo fue formado por la palabra de Dios, de modo que lo visible no provino de lo que se ve. Por la fe Abel ofreció a Dios un sacrificio más aceptable que el de Caín, por lo cual recibió testimonio de ser justo, pues Dios aceptó su ofrenda. Y por la fe Abel, a pesar de estar muerto, habla todavía. Por la fe Enoc fue sacado de este mundo sin experimentar la muerte; no fue hallado porque Dios se lo llevó, pero antes de ser llevado recibió testimonio de haber agradado a Dios. En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan. Por la fe Noé, advertido sobre cosas que aún no se veían, con temor reverente construyó un arca para salvar a su familia. Por esa fe condenó al mundo y llegó a ser heredero de la justicia que viene por la fe. Por la fe Abraham, cuando fue llamado para ir a un lugar que más tarde recibiría como herencia, obedeció y salió sin saber a dónde iba. Por la fe se radicó como extranjero en la tierra prometida, y habitó en tiendas de campaña con Isaac y Jacob, herederos también de la misma promesa, porque esperaba la ciudad de cimientos sólidos, de la cual Dios es arquitecto y constructor. Por la fe Abraham, a pesar de su avanzada edad y de que Sara misma era estéril, recibió fuerza para tener hijos, porque consideró fiel al que le había hecho la promesa. Así que de este solo hombre, ya en decadencia, nacieron descendientes numerosos como las estrellas del cielo e incontables como la arena a la orilla del mar.


Y si le seguimos leyendo veríamos milagros en Moisés, la fe de sus padres, de él mismo y de su continuo trabajo, o bien veríamos la fe de Sansón, David, José, etc. Todos esos ejemplos son de personas no tan diferentes a nosotros, si el comparativo lo hacemos con la escala que mide la fe. Ellos eran humanos también, ¿Tuvieron su chance de dudar, de cambiar de opinión, de renegar, de quejarse, de buscar una confirmación?

Si fue el caso, de todos modos tuvieron su oportunidad y luego de eso continuaron con lo que seguía… No se quedaron varados ni perdidos desperdiciando sus vidas en años y años en dudas, quejas o descontentos. No, sino que su fe logro el milagro de hacer o realizar el plan de Dios y que quedo plasmado en la historia para provecho de muchos, incluidos nosotros que hoy tomamos sus ejemplos para nuestro propio crecimiento de fe.

¿Qué hay después de tener fe? Si fue una fe auténticamente de Dios, por lógica lo que sigue es un milagro, el primero es un CAMBIO en la personalidad del creyente. Cambio de actitud en la forma de amar y reaccionar ante el mundo y sus habitantes. EL CAMBIO ES POSITIVO.

¿Qué viene después de la fe y el cambio de vida? Más milagros. Siguen las buenas obras, que son un constante, no son una moda pasajera o son “obras buenas” que se dan de vez en cuando. No, son diarias.

Al final de la ecuación están los resultados; ‘tú mismo califícate’ Analiza desde el día que comenzaste a creer que Dios existía y que estaba llamando a tu corazón.
- Un día ya no dudas que Dios existe. - Lo aceptaste, según las creencias de quienes te acercaron a los pies de Cristo.
- Comenzaste a ver cambios en ti
- Comenzaste a ver a los demás con otros ojos
- Notaste un interés irresistible por ayudar a los demás
- De repente te viste envuelto en múltiples actividades religiosas
(Hasta aquí todo marcha muy bien)
- Pero ya era mucho, te viste en la necesidad de retroceder solo un poco
- Lo primordial en tu vida cambia cada año, o cada mes…
- Ya no es necesario tu afán por la iglesia
- Ya no soportabas a algunos de tus compañero, y como tu trabajo es voluntario.
- Buscas y encontraste de nuevo una forma o duda que te hace cuestionar de nuevo a Dios o a su iglesia o a sus ministros.
- Ya planeas en dejar tu ministerio, tiene que haber una forma de salir sin ser señalado como un traidor, pecador. Funciona mas ser la parte dañada.
- No hayas como salirte, ya optas por simplemente tomar la mejor de las escusas.
- Estás fuera, pero contrario a tu pensamiento, te sientes libre otra vez.
- Haz encontrado otra forma de creer en Dios que no le quita nada a tu estilo de vida.
- Eres capaz, incluso de creer en un Dios que está de acuerdo en todo con tu estilo de vida ideal.
- Llegan nuevos Dioses, nuevas filosofías o pensamientos que también se adaptan a ti.
- Un día descubres que ya eres indestructible, ya eres como Dios.

Algo paso en esta ecuación, creo que todos los hombres y mujeres de fe han pasado por algunas de estas etapas. Algunos están pasando por alguna de ellas. Es muy inteligente y astuto saber distinguir esas etapas de la vida, pero es más conveniente y sabio corregirlas. Porque la fe no lleva a esos caminos. La fe nos conduce a Dios.
- Encuentra tu camino mirando los actos de tus palabras, mirando el hecho de tus proyectos, ve el resultado de tus sueños y metas… ¿Ves algo bueno, algo excelente o algo inmejorable? Si en todo eso no vez la mano de Dios a tu lado… regresa cuanto antes.

La fe sin obras es hueca” es a veces ese triste resultado en la ecuación. Leemos Santiago 2:14-24 Hermanos míos, ¿de qué le sirve a uno alegar que tiene fe, si no tiene obras? ¿Acaso podrá salvarlo esa fe? Supongamos que un hermano o una hermana no tienen con qué vestirse y carecen del alimento diario, y uno de ustedes les dice: «Que les vaya bien; abríguense y coman hasta saciarse», pero no les da lo necesario para el cuerpo. ¿De qué servirá eso? Así también la fe por sí sola, si no tiene obras, está muerta. Sin embargo, alguien dirá: «Tú tienes fe, y yo tengo obras.» Pues bien, muéstrame tu fe sin las obras, y yo te mostraré la fe por mis obras. ¿Tú crees que hay un solo Dios? ¡Magnífico! También los demonios lo creen, y tiemblan. ¡Qué tonto eres! ¿Quieres convencerte de que la fe sin obras es estéril? ¿No fue declarado justo nuestro padre Abraham por lo que hizo cuando ofreció sobre el altar a su hijo Isaac? Ya lo ves: Su fe y sus obras actuaban conjuntamente, y su fe llegó a la perfección por las obras que hizo. Así se cumplió la Escritura que dice: «Le creyó Abraham a Dios, y esto se le tomó en cuenta como justicia», y fue llamado amigo de Dios. Como pueden ver, a una persona se le declara justa por las obras, y no sólo por la fe


Como buen matemático, la comprobación de un problema arroja un resultado REAL e innegable. Mi fe es hueca…porque mis hechos dictan una actitud opuesta a lo que digo creer o predicar. Siempre he dicho que un resultado por extraño que este sea no necesariamente es malo de saber. El saber lleva a la luz de la verdad una realidad plausible y lista y puesta en bandeja de plata para poder arreglarla, tratarla o mejor aun curarla.

Como cada domingo, se que la palabra de Dios llega, entra por los oídos y se deposita en las mente… pero yo pido que no busques en Dios ni en su palabra un mero alivio, como se que sentirás ahora…busca una CURA definitiva de tus males o errores.

Si tu fe es hueca, porque tus hechos son innegablemente opuestos a lo que clamas creer…pues cúrate y pídele a Dios ser ese remedio definitivo para tu actitud. Si tu fe no ha sido hueca porque lo que haces predica perfectamente lo que dices creer… Entonces no te quejes, ni dudes, ni reniegues. Una docena de milagros deben estar ocurriendo en tu vida que testifican innegablemente sobre la magnitud de la fe que has sabidos cosechar cada día a cada paso y en cada escalón.


(Escrito: C.zar © SdeC Comunidad Cristiana Interdenominacional, Imagen cortesía de ©Corbis)