04 diciembre 2014

Predicación 30.11.2014 ¨TU LENGUAJE CON DIOS¨

Génesis 17: 1-8 (NVI)

La comunicación que logró el patriarca hebreo Abraham con Dios es extraordinaria. Nosotros como comunidad o iglesia logramos comunicación congregacional con Dios,  los líderes nos facilitan o entorpecen esta conexión, por lo tanto es sumamente primordial tu comunicación personal con Dios.
El perdón de Dios para los humanos comenzó hace miles de años… tal vez con Abraham,. Cuando una persona perdona a otra, se reinicia la comunicación entre ambas personas. Similares cosas ocurren cuando Dios nos perdona, e incluso nos bautiza con un nuevo nombre…  Pero, ¿En realidad logras dicha comunión, o solo aceptas su perdón y su bautizo y te das la vuelta?

Ciertamente les aseguro que el que no entra por la puerta al redil de las ovejas, sino que trepa y se mete por otro lado, es un ladrón y un bandido. El que entra por la puerta es el pastor de las ovejas. El portero le abre la puerta, y las ovejas oyen su voz. Llama por nombre a las ovejas y las saca del redil. Cuando ya ha sacado a todas las que son suyas, va delante de ellas, y las ovejas lo siguen porque reconocen su voz. Pero a un desconocido jamás lo siguen; más bien, huyen de él  porque no reconocen voces extrañas.  Juan 10: 1-5 (NVI) / Yo soy el buen pastor; conozco a mis ovejas, y ellas me conocen a mí,  así como el Padre me conoce a mí y yo lo conozco a él, y doy mi vida por las ovejas.  Tengo otras ovejas que no son de este redil, y también a ellas debo traerlas. Así ellas escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño y un solo pastor. Juan 10: 14-16 (NVI) / Ya se lo he dicho a ustedes, y no lo creen. Las obras que hago en nombre de mi Padre son las que me acreditan,  pero ustedes no creen porque no son de mi rebaño.  Mis ovejas oyen mi voz; yo las conozco y ellas me siguen.  Yo les doy vida eterna, y nunca perecerán, ni nadie podrá arrebatármelas de la mano.  Mi Padre, que me las ha dado, es más grande que todos; y de la mano del Padre nadie las puede arrebatar.  El Padre y yo somos uno. Juan 10: 26-30 (NVI)

INTRODUCCIÓN:
En previas predicaciones aborde el tema de lo que nos motiva a ser buenos y en lo que nos motiva a entrar a la tierra prometida. Una vez dentro formamos parte del pueblo de Dios, somos ovejas de su redil. ¿Es posible oír la voz de Dios similarmente como lo hacía Abraham, los profetas o apóstoles?

Los verdaderos adoradores están lejos de no creer en el mensaje de Dios, pero al mismo tiempo creen estar lejos de oír la voz de su espíritu. Algunos incluso creen estar lejísimos de desarrollar algún ministerio, predicación, evangelismo, e incluso se sienten incapacitados de orar, alabar u ofrendar.   

Conozco pocas personas que dicen no creer en Dios, pero la mayoría dice creer, sin embargo no se involucran en las cosas de Dios, y eso es porque no escuchan la voz de Dios, simplemente no son parte del rebaño, son ovejas regadas por todo el mundo. En cuanto a nosotros los fieles creyentes, lo inaceptable es pretender oír la voz de Dios, y peor aun oír su voz e ir por otro lado.

TEMA:

A Dios nadie lo ha visto, nadie podría sondear sus ideas y nadie sabe cómo es físicamente. Muchas personas, aun las más creyentes de la fe cristiana consideran que eso será posible solo hasta cruzar el umbral de la vida terrenal. Aun así, uno de los anhelos más intensos que podría experimentar un seguidor de Cristo es alcanzar y tocar a Dios, ver su gloria y escuchar su voz, pero a veces las palabras y las acciones actorales estorban. Tratemos de regresar a la inocencia, como un infante que aun sin un lenguaje aun desarrollado, anhela alcanzar a Dios con sus manitas y dando saltos urgentes hacia el cielo. Solo necesita dos o tres silabas para cantar al Dios que ama.

En la búsqueda de desarrollar esta emoción, nos hemos atrevido a experimentar en ciertas disciplinas sensoriales. Meditación, lectura, artes, humanismo, etc. En algún momento de todos esos descubres que Dios no estaba lejos, no estaba inaccesible, no estaba complejamente incrustado en las artes, las lecturas, el humanismo o en la meditación. No estaba en la intricada búsqueda de la perfección mental o emocional.

Dicen que cuando dejas de buscar algo, eventualmente aparece por sí mismo. Pues bien, solo así se puede encontrar a Dios... No me malinterpreten, todos están buscando a Dios, sin embargo Dios está aquí… Si no lo ves o no lo sientes es precisamente porque lo estas buscando dentro, arriba, abajo, en las gente, en los lugares, en las cosas, y lo mas curioso de esto, es que Dios está aquí, pero cuando lo buscas por ejemplo en las personas… tu solo ves a la persona, cuando lo buscas en la iglesia… tu solo ves la iglesia, cuando lo buscas en la Biblia… tu solo ves texto, cuando lo buscas en la música… tu solo ves melodía, etc.

Para ilustrar esto te daré un ejemplo: Vayamos a tu habitación… tu cuerpo está rodeado de cosas, lo más próximo a tu cuerpo es la ropa, luego está la ropa de cama, luego la cama, luego la cabecera, la cómoda, tal vez luego este una silla, un espejo, una puerta, un closet… después están las otras habitaciones, los patios, las calles, los vehículos, colonias, ciudades, naciones, nubes y cielos. Dentro de tantas cosas haz buscado a Dios de diversas formas, personas y latitudes. Es más usual que a tu regreso te encuentres de nuevo solo en tu habitación. Día con día suceden implosiones y explosiones indistintas en tu búsqueda por Dios. En un buen día percibes roces luminosos de su encuentro y es común que ocurran durante un servicio religioso. Te queda en el paladar un buen sabor de boca que se diluye inevitable en las horas y días siguientes. Solo hay un lugar al que regresas casi todos los días del año… ese lugar es tu habitación. Sin embargo observa que estas rodeado de muchas cosas aun, no estás solo… están todas las cosas que roban tu atención.  Dios está ahí contigo, solo que estas cansado de buscarlo afuera, y ya solo en tu habitación estas distraído por lo que te rodea.

Yo soy una persona que se distrae con facilidad, por lo tanto debo poner especial atención a una sola cosa. Para mí las palabras salen sobrando a la hora en que deseo alcanzar a Dios, ni siquiera un canto o una oración logran hacer lo que un solo anhelo aislado de todos los demás anhelos logra comunicar y conectar con Dios. El detalle esta en el “abstracción” que significa hacer a un lado diversas propiedades especifica de algo y reflexionar únicamente en su propiedad principal. Esto se logra en la alabanza y la adoración, en especial en el cantico nuevo, dirigido en total atención y abstraído de otras ideas ajenas al amor que sientes por tu creador.   

La forma más sencilla de conectar con Dios es amándole… Si te gusta el canto, la forma más sencilla de conectar con Dios es en la alabanza, y no me refiero a la industria comercial de la música cristina… No, me refiero por ejemplo a un cántico nuevo. Si tú tienes el anhelo de oír a Dios, es algo tan sencillo de lograr: Primero que nada debes aislar todo otro anhelo, segundo debes colocar tu mente y corazón en el amor que sientes por tu creador, tercero emite una nota con tu voz, luego otra nota… y así cuantas notas logres entonar. No debes apartar de tu mente a Jehová y al amor que sientes. Si tu alabanza esta en Cristo tienes en mente a tu libertador, si tu alabanza esta en el espíritu tu mente está en tu esperanza.

CONCLUSIÓN:

Existen bases dogmáticas y útiles que nos dan pie a encontrar comunión con Dios, aun así todos debemos encontrar nuestra voz, un lenguaje propio y único que logre asimilar una conexión directa con el espíritu de Dios. Solo así se pueden desarrollar las circunstancias realistas de un creyente. Podrías copiar y experimentar en la forma en que tu hermano(a) en Cristo dice lograr una conexión. Para la obra de Dios podrías aspirar a ser el mejor pastor, el mejor músico, el mejor evangelista, el mejor maestro etc… Pero solo será realista si encuentras tu propia voz en la intimidad total y motivada por el anhelo de escuchar la voz de Dios.

(Escrito: C.zar © SdeC Comunidad Cristiana Interdenominacional / Imagen cortesía de ©Corbis)


Escritura base: “…Cuando Abraham tenía noventa y nueve años, el Señor se le apareció y le dijo: —Yo soy el Dios Todopoderoso. Vive en mi presencia y sé intachable. Así confirmaré mi pacto contigo, y multiplicaré tu descendencia en gran manera.  Al oír que Dios le hablaba, Abram cayó rostro en tierra, y Dios continuó:  —Éste es el pacto que establezco contigo: Tú serás el padre de una multitud de naciones.  Ya no te llamarás Abram, sino que de ahora en adelante tu nombre será Abraham, porque te he confirmado como padre de una multitud de naciones.  Te haré tan fecundo que de ti saldrán reyes y naciones. Estableceré mi pacto contigo y con tu descendencia, como pacto perpetuo, por todas las generaciones. Yo seré tu Dios, y el Dios de tus descendientes. A ti y a tu descendencia les daré, en posesión perpetua, toda la tierra de Canaán, donde ahora andan peregrinando. Y yo seré su Dios...” Génesis 17: 1-8 (NVI)


 

10 noviembre 2014

Predicación 26.10.2014 ¨ LA CONQUISTA DEL AMOR ¨

1 Corintios 13Números 13 - La definición de amor es subjetiva a la mente de las personas y a lo que estimula dicho sentimiento. De una mente desequilibrada surge un amor desquiciado, obsesivo y egoísta. De una mente madura surge amor seguro y confiable, de una mente hambrienta surge un amor acaparador, de una mente solitaria surge un amor necesitado… y así podría seguir definiendo el amor según el proceso mental que está pasando cada individuo… tan cotizado es el amor que solemos buscar lo mejor de dicha gama, usualmente lo llamamos “el amor verdadero” y al parecer no nos permitiremos ser felices hasta encontrarlo.

Oh decepción, la idea que nos han vendido, para sacar ventaja de esta falsa primicia: al parecer debemos antes preparar las condiciones y el ambiente a fin de buscar y recibir amor, debemos estar bien físicamente, debemos tener solvencia económica, debemos tener un nivel cultural adecuado según lo que ambicionamos tener. Una vez llegado a la cima del amor  procuramos a toda cosa no bajar ni el nivel ni los estándares conseguidos.

El amor termina por devorarnos, de repente perdemos incluso las falsas primicias, ya no sabemos que queríamos, donde y con quienes estamos, y hacia donde nos dirigimos. En ese momento llegan primicias de segunda, deseamos re-inventarnos para provocar cambios y aprendemos a improvisar la vida como venga. Reaccionamos ante el amor y al afecto de los demás según el estado emocional del momento.

Podrías, has estado o estarás en un atolladero confundido por causa del amor que tienes y deseas recibir, es tan intenso y presente su dominio terrenal que ha esclavizado la mente de incontables almas desorientadas por su poder de atracción.  

Tanto la infelicidad en nombre del amor como sus falsas interpretaciones románticas y modernas son carne de cultivo para parásitos populares como novelas, películas insulsas, canciones rosas, millones y millones en papel, chocolates y un sin número de elementos habidos y por haber. Su efecto es tan aterrador que muchos han huido ante su poder, optando por la soltería, el amor ahora es mejor recibido en forma de un celular, mascotas y mucha comida chatarra.

Estamos escamados y acobardados ante la traición de los amigos, estamos sorprendidos de la sobrevaloración de la belleza física sometida en pro del amor y el sexo. Por sobre todo estamos desequilibrados como comunidad porque todo eso está presente en nosotros mismos y a nuestro alrededor.

El amor se ha vuelto barato como un producto chino, se puede comprar, se puede vender, se puede dar o negar, es chantajista como el amor de una madre, es obligado como el amor de un hermano, es condescendiente como el amor de un infeliz, se puede disfrazar de mil sentimientos, se puede ambicionar y confundir, puede ser muchas cosas y mas… pero sobre todo se puede idolatrar.

Ante tales revelaciones debemos entender por ahora que el amor como nos lo presentaron no era amor después de todo. (Colosenses 13) Los creyentes de la fe cristiana hemos conocido el amor en la figura real de Dios y es incomparable a eso que pensábamos que era el amor. Si no lo podemos ver o entender ahora no importa, todo en este mundo pasa y todo es sumamente banal, pero cuando te destruya su poder dominante y sea desenmascarado sabrás que ya no tienes porque someterte ante el mal llamado amor.

Te voy a decir una cosa que podría bloquear o destapar tu mente… “Solo Dios es amor” fuera de ese amor todo lo demás es banalidad, y como tales deben ser asumidas. El amor de Dios solo puede ser entendido de primera mano por medio del Espíritu santo de Dios y no de segunda mano en las diversas formas que el mundo lo presenta, o incluso como nos lo han presentado los demás, el amor según la definición humana resulta banal. Los creyentes de la fe cristiana estamos en la conquista de dichas banalidades porque ya no estamos esclavizados a ellas, somos hijos de Dios que se nutren de su amor y crecen con fuerza.

Nosotros somos o fuimos conquistados por el amor de Dios, una conquista que costo muy cara, una conquista que costo tiempo, una guerra que fue a muerte. Sabemos eso… y nosotros podemos trasmitir a los demás de ese amor a fin de que sean conquistados también por ese amor. No debemos tener miedo y debemos entender que la gente que aun no conoce el amor de Dios de primera mano están ahora expuestas al amor que esclaviza sus voluntades. No es leche y miel lo que consumen sino un veneno que mal hemos llamado amor.

En el relato que leímos en el libro de Números, podemos notar que la cobardía se apodero del pueblo, preferían continuar en el amor que sentían por sus esclavitudes a seguir adelante por el amor verdadero. Necesitaban ser conquistados y consumidos por el amor a Dios a fin de probar lo que es bueno (leche y miel)

“…Allí estaban también Josué hijo de Nun y Caleb hijo de Jefone, los cuales habían participado en la exploración de la tierra. Ambos se rasgaron las vestiduras en señal de duelo…”  Números 14:6-7 (NVI)  “…La tierra que recorrimos y exploramos es increíblemente buena.  Si el Señor se agrada de nosotros, nos hará entrar en ella. ¡Nos va a dar una tierra donde abundan la leche y la miel!
 Así que no se rebelen contra el Señor ni tengan miedo de la gente que habita en esa tierra. ¡Ya son pan comido! No tienen quién los proteja, porque el Señor está de parte nuestra. Así que, ¡no les tengan miedo!
Números 14:8-9 (NVI)

Somos nutridos y crecidos en amor, pero aun nos cuesta mucho asimilar que ahora es Dios quien espera que sus hijos comiencen a actuar según su amor, y aun mas difícil de asimilar es que nos toca ir a ver la tierra prometida, ir a conquistar el amor, e ir a ocupar el espacio que ha robado. Con ello no me refiero a cosas físicas sino a personas y bendiciones.

Si las estadísticas no fallan: 2 de cada 12 personas lo logran… De los doce exploradores (en la historia de Números) solo dos se atrevían a ir más lejos de las convencionalidades, habían sido conquistados por el amor de Jehová y ahora ellos estaban dispuestos a conquistar impulsados y confiados en las promesas de su Dios. Habían cruzado la puerta que guía hacia la tierra prometida, no solo se quedaron parados bajo la puerta, no solo contemplaron el terreno de lejos, sino que pisaron el verde pasto y probaron los jugosos frutos de la presencia de Dios.    

El mundo, aun las personas que amamos y nos aman idílicamente, podrían hacernos ver a Dios y sus promesas y a sus ministerios como un sueño que meramente nos consuela de las desgracias humanas, incluso nos hacen creer que la iglesia podría ser un sencillo lugar para relajarnos y hacernos los buenos por un rato. Bajo tales insistencias, nosotros podríamos sufrir del estancamiento y bloqueo de lo que supuestamente es el amor y todo lo que nos esclaviza al mundo. Después de todo todos deseamos la felicidad, solo que ese espejismo es brillante en medio del desierto lleno de pesimismos.

Pero una persona que busca lo auténtico debe adentrase para saber de primera mano y que no le cuenten. Mi consejo es que dejes que el amor de Dios termine por conquistarte, se valiente y descuélgate de las falsas ideas sobre el amor. Solo el amor de Dios es real y tiene para ti una condición de plenitud eterna.

(Escrito: C.zar © SdeC Comunidad Cristiana Interdenominacional / Imagen cortesía de ©Corbis)
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Referencias Bíblicas:

Si hablo en lenguas humanas y angelicales, pero no tengo amor, no soy más que un metal que resuena o un platillo que hace ruido. Si tengo el don de profecía y entiendo todos los misterios y poseo todo conocimiento, y si tengo una fe que logra trasladar montañas, pero me falta el amor, no soy nada. Si reparto entre los pobres todo lo que poseo, y si entrego mi cuerpo para que lo consuman las llamas, pero no tengo amor, nada gano con eso. El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. El amor no se deleita en la maldad sino que se regocija con la verdad.  Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor jamás se extingue, mientras que el don de profecía cesará, el de lenguas será silenciado y el de conocimiento desaparecerá. Porque conocemos y profetizamos de manera imperfecta;  pero cuando llegue lo perfecto, lo imperfecto desaparecerá.  Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño; cuando llegué a ser adulto, dejé atrás las cosas de niño.  Ahora vemos de manera indirecta y velada, como en un espejo; pero entonces veremos cara a cara. Ahora conozco de manera imperfecta, pero entonces conoceré tal y como soy conocido. Ahora, pues, permanecen estas tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor. Pero la más excelente de ellas es el amor.
 1 Corintios 13 (NVI)

El Señor le dijo a Moisés: «Quiero que envíes a algunos de tus hombres a explorar la tierra que estoy por entregar a los israelitas. De cada tribu enviarás a un líder que la represente...”
Números 13:1-2 (NVI)  / “…Cuando Moisés los envió a explorar la tierra de Canaán, les dijo: «Suban por el Néguev, hasta llegar a la montaña. Exploren el país, y fíjense cómo son sus habitantes, si son fuertes o débiles, muchos o pocos. Averigüen si la tierra en que viven es buena o mala, y si sus ciudades son abiertas o amuralladas. Examinen el terreno, y vean si es fértil o estéril, y si tiene árboles o no. ¡Adelante! Traigan algunos frutos del país.» Ésa era la temporada en que maduran las primeras uvas. Los doce hombres se fueron y exploraron la tierra, desde el desierto de Zin hasta Rejob, cerca de Lebó Jamat. Subieron por el Néguev y llegaron a Hebrón, donde vivían Ajimán, Sesay y Talmay, descendientes de Anac. (Hebrón había sido fundada siete años antes que la ciudad egipcia de Zoán.) Cuando llegaron al valle del arroyo Escol, cortaron un sarmiento que tenía un solo racimo de uvas, y entre dos lo llevaron colgado de una vara. También cortaron granadas e higos…” Números 13:17-23 (NVI)  / Al cabo de cuarenta días los doce hombres regresaron de explorar aquella tierra… Pero el pueblo que allí habita es poderoso, y sus ciudades son enormes y están fortificadas… Números 13:25 y 28 (NVI / “…Caleb hizo callar al pueblo ante Moisés, y dijo: —Subamos a conquistar esa tierra. Estoy seguro de que podremos hacerlo.  Pero los que habían ido con él respondieron: —No podremos combatir contra esa gente. ¡Son más fuertes que nosotros!  Y comenzaron a esparcir entre los israelitas falsos rumores acerca de la tierra que habían explorado…”  Números 13:30 y 32 (NVI)


14 octubre 2014

Predicación 28.09.2014: PRACTICANDO LA BONDAD

Ser una buena persona en nuestra era moderna es intrincado. La vida nos ha puesto soluciones prácticas y simples para cumplir relativamente con esta lógica moral, sin embrago dicha relatividad no es consecuente del todo con los mandamientos supremos de Dios. Nuestra aparente bondad da como resultado la paz temporal de nuestras conciencias. Podríamos actuar bondadosamente con el fin de satisfacer las lógicas morales sociales, pero no siempre ese deseo nace del corazón que es bondadoso, sino que parte de un corazón atormentado por las consecuencias de la culpa y otros factores diversos. Pon los pies en la tierra y el espíritu en las cosas de Dios. 

“… El Señor tu Dios te hará entrar en la tierra que les juró a tus antepasados Abraham, Isaac y Jacob. Es una tierra con ciudades grandes y prósperas que tú no edificaste, con casas llenas de toda clase de bienes que tú no acumulaste, con cisternas que no cavaste, y con viñas y olivares que no plantaste. Cuando comas de ellas y te sacies, cuídate de no olvidarte del Señor, que te sacó de Egipto, la tierra donde viviste en esclavitud...” Deuteronomio 6: 10-12. (NVI)

Nosotros heredamos una moral educativa relativamente buena, heredamos una religión fundada en la muerte y conquista de miles de personas, disfrutamos de una modernidad colectiva que se hace de la vista gorda ante la desdicha de millones. Me atrevo a decir que efectivamente hay mucha gente buena en el mundo pero son pocas las personas que practican la bondad por amor.

“…me porte bien en el pasado… precisamente para que en el futuro nadie tuviese algo que reprocharme”  Esa es una motivación respetable, pero no es la ideal. “… no me junto con personas indeseables… para que nadie me compare con las mismas” Esta es una motivación extrema que no te aleja del pensamiento humano calumnioso. “Yo cumplo con ir a la iglesia cada domingo, realizo mis ofrendas, predico el evangelio, y hago todo lo posible por cumplir con mi Señor pues no deseo condenarme” Si bien esta es una motivación intensa y radical, pero tampoco es la ideal.

Las personas que practican ciertas bondades siempre serán puestas en la relatividad de otras personas que practican otro tipo de bondades. Las comparaciones jamás son justas o realistas. Una persona que es buena para desprenderse de riquezas podría relativizar esa acción en otra persona que no da sino que guarda su dinero. Y la persona que es buena ahorrando bienes, podría relativizar esa acción por encima de aquellos que despilfarran. Esto inicia una cadena interminable de comparaciones sociales.

Hermanos, si alguien es sorprendido en pecado, ustedes que son espirituales deben restaurarlo con una actitud humilde. Pero cuídese cada uno, porque también puede ser tentado.  Ayúdense unos a otros a llevar sus cargas, y así cumplirán la ley de Cristo.  Si alguien cree ser algo, cuando en realidad no es nada, se engaña a sí mismo.  Cada cual examine su propia conducta; y si tiene algo de qué presumir, que no se compare con nadie.  Que cada uno cargue con su propia responsabilidad.  El que recibe instrucción en la palabra de Dios, comparta todo lo bueno con quien le enseña. Gálatas 6: 1-6


La peor manera de justificar nuestros errores, faltas y debilidades personales es señalando las ajenas.  Ni aun los que se creen más buenos tienen la destreza de criticar sin salir lastimados. Aun así existen en efecto los que nos comparten enseñanza con plena seguridad de haber cumplido fielmente con lo que pregonan, justificados por su honestidad y rectitud. No te lo dicen por criticarte sino por instruirte y son ejemplo de lo que instruyen en ellos mismos, y lo han logrado por medio del Espíritu Santo y no por méritos propios… De hecho, quienes pueden presumir de esto han intentado en el pasado formas de ser buenos sin éxito, y no fue sino hasta que sometieron su humanidad a la ley de Cristo en que experimentaron libertad de carga mundana, habiendo respirado la instrucción directa del espíritu.
 
No podemos depender de la herencia que nos deja la moral social colectiva, debemos ir mas allá y adentrarnos en la bondad que nos pide practicar el Señor.  Somos libres por medio de Jesucristo, pero sería muy bello experimentar esa libertad.  Así que avancemos a lo que sigue para nosotros.

Si bien heredamos tierra, también hemos heredado otra cosa muy importante para descubrir la bondad como fruto del espíritu de Dios. Pero debemos adéntrarnos a ello, si no leemos la Biblia o no la entendemos fácilmente, solemos escucharla al menos, esto por boca de otras personas que preparan ese festín de palabras. Lo más común es que nos prediquen sobre la importancia de ser buenas personas. Y por muy elocuente e inspirador que pudiese ser un mensaje, al final lo que importa es como se digiere en tu mente dicho mensaje.

Puede que nos ofrezcan el mejor de los consejos, pero si por alguna causa enteramente personal o social el mensaje se diluye con motivaciones mundanas, no terminara causando un efecto ni propósito determinado por Dios, sino que será determinado por lo que abunda en tu corazón justo en esos momentos precisos. Es decir, que un corazón en cuyo espacio existe un objetivo ajeno a los propósitos divinos, solo producirá cosas alejadas de Dios, aun en cuanto el objetivo personal sea bueno. Las cosas que motivan al corazón a cambiar y ser mejores no siempre son inspiradas por Dios, sino por un deseo interno y personal, y en cada caso es diferente.

No se engañen: de Dios nadie se burla. Cada uno cosecha lo que siembra.  El que siembra para agradar a su naturaleza pecaminosa, de esa misma naturaleza cosechará destrucción; el que siembra para agradar al Espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna.  No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos.  Por lo tanto, siempre que tengamos la oportunidad, hagamos bien a todos, y en especial a los de la familia de la fe. Gálatas 6: 7-10

Entendamos que deberemos pasar ese escalón que es lo naturalmente bueno para subir a niveles jamás imaginados. Bondad amorosa y humilde emanan del espíritu para cosechar lo que trasciende, lo eterno y tangible en el reino de Jesucristo.

Dice una canción: “También la belleza encochina la casa” Quiere decir que aun las acciones “buenas” terminan por fastidiarnos, porque las desilusiones son resultado de tus motivaciones originales y no se revelan sino hasta el final. Al final se cosecha lo sembrado, pero que tal si no tienes conciencia de lo que es bueno según las cosas de Dios y no según las cosas naturalmente buenas del mundo? Estarías perdido y te darías cuenta hasta el final cuando ya no hay nada que hacer porque has sido expulsado… Saldrás gritando y reclamándole al Señor diciendo “ ¿!Pero si no me la partí haciendo cosas buenas!? ”  No te hagas… estabas sembrando fuera del pozo… hacías surco pero echabas la semilla afuera como quien practica onanismo. La gracia fue que tenias las tierras y la semilla, tu acto de bondad fue hacer el surco, pero sembraste sin amor a Dios, tus flores que apestan y tus frutos que se pudren son resultado de tu egocentrismo e inconsciencia espiritual, el recuento de tus daños se te cargan en tus emociones.   

“…un día soñé que sería doctor… estudié y lo logré… fue el orgullo de mis padres, la envidia de mis amigos y el atractivo de hombres y mujeres… conforme comencé a dar consulta tras consulta termine odiado a los enfermos… en medio de mi frustración descubrí con claridad lo que había motivado mi deseo… “ Podemos ver en este caso que es bueno ser doctor, si… solo que lo que define al final las bondades de ser doctor son sus motivaciones.

Los cristianos no deberíamos ser motivados por los proyectos de bondad social o personal, sino que nuestro motor es llevado por la voz del espíritu de Dios. Leamos como se despedía Pablo generalmente en sus cartas:
“… Hermanos, que la gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con el espíritu de cada uno de ustedes...” Gálatas 6: 18 (NVI) / “…Que la gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos ustedes.” 2 Corintios 13: 14 (NVI) / “…La gracia sea con todos los que aman a nuestro Señor Jesucristo con amor imperecedero.” Efesios 6 :24 (NVI) Así se despedía Pablo de las iglesias porque reconoce lo esencial en la vida del creyente. GRACIA Y ESPÍRITU.  No les decía… “…que tengan suerte bye, que les den un aumento, que encuentren el amor de sus vidas, que ya no los persigan sus acusadores, que se la pasen chévere con los amigos… y nunca cambien, son lo máximo”

¿Que estas buscando en el pueblo de Dios? Entre nosotros esta la presencia de Dios… pero también ente nosotros y en ti mismo están los objetivos que motivan tus acciones.

“… Teme (respeta) al Señor tu Dios, sírvele solamente a él, y jura sólo en su nombre. No sigas a esos dioses de los pueblos que te rodean,  pues el Señor tu Dios está contigo y es un Dios celoso …” Deuteronomio 6: 12-15. (NVI)

Algo muy esencial para entender la bondad que viene de Dios y no del mundo es lo que la motiva. Yo deseo ser una buena persona primeramente para agradar a mi Dios, ¿y quién o qué es tu Dios? Eso lo podrás identificar sabiendo a quien o a que has estado complaciendo todo este tiempo. Al identificar lo que te motiva sabrás qué es lo que ha estado destruyendo lo poquito o mucho que aprendes o escuchas en la iglesia sobre la bondad por medio de la palabra de Dios.

¿Qué mata el mensaje?  Todo lo que te motiva, menos Dios.

IDENTIFICA:
porque querías asistir ese domingo…
porque querías llegar a tiempo a la iglesia…
porque querías cantar bien sus alabanzas…
porque querías ofrendar…
porque querías que ya terminara la reunión…
porque donaste esa cobija…
porque le diste ese consejo…
etc…

Si lo hiciste para quedar bien con tu pareja, amigo, familiar o conocido – Tu ídolo ha sido el/ella. Si lo hiciste para que no te regañaran, por la iglesia, por tu comunidad  – La sociedad es tu freno. Si lo hiciste por pasar un rato, matar el tiempo, presión social, culpa. - No había Dios en lo que hacías en lo absoluto.

Las personas verdaderamente buenas o que practican la bondad saben  que Dios es el centro de todo lo que hacen, dicen y escuchan. Ya sea que sean buenas evangelizando, predicando, ofrendando, o incluso son puntuales… lo esencial de sus buenas acciones están centradas todas en el tiempo y visión de Dios y no en la de las personas.

“…Miren que les escribo de mi puño y letra, ¡y con letras bien grandes!  Los que tratan de obligarlos a ustedes a circuncidarse lo hacen únicamente para dar una buena impresión y evitar ser perseguidos por causa de la cruz de Cristo. Ni siquiera esos que están circuncidados obedecen la ley; lo que pasa es que quieren obligarlos a circuncidarse para luego jactarse de la señal que ustedes llevarían en el cuerpo. En cuanto a mí, jamás se me ocurra jactarme de otra cosa sino de la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo ha sido crucificado para mí, y yo para el mundo.  Para nada cuenta estar o no estar circuncidados; lo que importa es ser parte de una nueva creación…”  Gálatas 6:11-15 (NVI)
Dicha creación eres ahora tu que buscas y practicas la bondad, ya no eres una persona haciendo el bien, sino un hijo de Dios practicando el bien según la medida y motivación de Dios por medio de su espíritu.

(Escrito: C.zar © SdeC Comunidad Cristiana Interdenominacional)


05 agosto 2014

Predicación 3.08.2014: UN TIEMPO CERCA DE DIOS.


1 Samuel 28 / Jueces 16

En ocasiones los seres humanaos nos habituamos al desarrollo de las cosas… vemos nacer, vivir y morir. Durante el nacimiento todo es un éxtasis, algo nuevo ha entrado y está llenando sumamente nuestro existir, conforme pasan las horas, los días, los meses y los años, dicha relación puede crecer significativamente, y estando en la cima algo extraño sucede. Piensas que haz llegado al tope, que no hay nada más. Bajo dicha conclusión se tiende a bajar de la cima… abandonando lentamente una relación que un día lleno enormemente tu existir. Es una pena porque ahora tienes un faltante muy grande en tu corazón, lo más probable es que lo llenes de una serie de cosas comunes.

Lo que debo remarcar especialmente es que de este “proceso” de olvido o alejamiento no nos damos cuenta. Más aun en la relación que tenemos con Dios, no tenemos la más mínima conciencia de lo infinitamente lejos que estamos o nos alejamos de su presencia espiritual. Para que te des una idea… haz memoria… ¿Recuerda aquel momento en que sentiste que el corazón te explotaría? Ese día estabas adorando u orando a Dios… sentiste vívidamente que Él tocó tu corazón con la delicadeza de un cuchillo que atraviesa la mantequilla, solo que su mano atravesó una piedra. Ahora compara ese momento inexplicable con la última gran fiesta con tus amigos, compara ese momento con la última gran película que viste, con la última canción que te sacudió, compara ese o esos momentos con el primer beso de amor, con la primera vez que lograste conectarte por ti mismo al internet… con la satisfacción de recibir un dinero por tu trabajo. Pues bien, tú mismo podrás deliberar el resultado, dicha comparación nos ubica exactamente en la posición de que tan lejos estamos de Dios y que tan cerca estamos de nuestro mundo propio.

En resumen: Si antes buscaste y tenías a Dios tan cerca de ti que admiraste su gloria espiritual… (ya sea por una hora, un día, un mes o un año) Ahora ya no, ya no le buscas con el mismo fervor de antes y ya no lo tienes cerca de tus expectativas de vida común. El éxtasis pasó y probaste ir a la cima. Otras cosas provocan en ti el éxtasis... Pero, ¿Llegará el momento en que este hecho golpee tu vida tan fuerte que caerás al suelo suplicando de nuevo la atención del creador?

Como un rey, que conquistó y dio libertad, tu relación con Dios algún día fue cercana y poderosamente sensible a su presencia. Hoy ya no es así, aunque tu creas que sí. Un rey que se aleja de Dios sabrá tarde o temprano que su reinado está gobernado por otras fuerzas. Algo que el rey no desea comprender es que la tierra donde cree que es el gobernador ni siquiera es de él y la gente que el cree gobernar no son de su pertenencia. Por lo que la expulsión y derrocacion es inminente.  Ese día llorara y crujirá sus dientes de impotencia.

Pero no deseo enfocarme en ese tipo de “conquistadores” sino en las personas que se dan cuenta antes y justo a tiempo para poder ubicarse en un reino imperecedero.  Durante un momento de lucidez, notamos que nos hemos alejado de Dios, en dicho caso lo primero que debería venir a nuestro corazón es un sentimiento de enorme soledad. Una tristeza casi inconsolable. Podría usted ver que el máximo amor de su vida se esta alejando de usted,  y lo que es peor, se esta dando cuenta que es usted quien se aleja, construye y pelea incluso por poner  distancia entre los dos. Mucho ha oído y ahora sospecha que Dios no es quien los cristianos dicen representar. Pero ahora se ubica usted mismo en algún lugar lejano de lo que se supondría es estar en la presencia espiritual de su creador. La causa o las causas pueden ser diversas y complejas, digamos por ahora que este alejamiento ha sido por motivos circunstanciales y no circunstanciales.

Recordemos la historia del gobernador Sansón… el amor y deseo que sentía él por Dalila pudo ser poderoso, tanto que él le confió a ella la raíz de su relación con Dios. En algún punto Sansón el gobernador y poderoso varón se alejo de Dios y Dios de él. Sansón revela a Dalila la fuente de su poder, secreto que le confió justificado por su amor… Así es, el amor que tenemos por el mundo, el dinero, el trabajo, la ciencia  e incluso por las personas (amigos, familia y pareja) es capaz de cegarnos. Un desequilibrio o desbalance de estas relaciones mundanas actúan en contra del reino de Dios y somos nosotros mismos quienes decidimos que tanto tiempo pasamos o no pasamos con el creador de esas cosas.

Esto es cuando las bendiciones substituyen al dador de dichas bendiciones.  Estar bien pude hacernos sentir superiores e independientes. Desde el punto de vista moderno esto es normal y correcto, el éxito amerita celebrarse, ¡Usted merece disfrutar lo que tiene…! ¿Y si eso significa desatender tu relación con Dios… y si eso significa desatender al pobre… y si eso significa idolatrar y defender lo que ahora tiene? ¡Que le vamos a hacer! Esto último es el primer escalón hacia abajo. Tu bajada será indolora, incluso divertida, satisfactoria… porque no amas ni amaste a Dios, solo creíste amarlo, fue solo un lapsus emocional. Solo deseabas saber que se siente estar en la cúspide espiritual, solo buscabas una experiencia que substituyera por un tiempo los faltantes emocionales y no espirituales de tu vida.   

Este es el caso de miles de personas que se acercan a una iglesia, por un día, un mes o un año… no saben que se acercaron a una iglesia y no a Dios. Alejarse luego no representa ningún dilema o problema, porque jamás amaron a Dios, solo simpatizan con la idea.

No fue así para el rey Saúl o para el gobernador Sansón quienes amaron mucho a Dios aunque al final optaron por amar más sus bendiciones.
Podemos imaginar el terrible dolor emocional que cruzo Sansón dentro de su debilidad al sentirse fuera de la jugada. Una depresión cegada dentro de un abandono inconsolable. Igual que el rey Saúl… fue tal su sentimiento de abandono, y fue devastador cuando finalmente comprendió que había sido el mismo Saúl quien había provocado tal separación.

El máximo amor de tu vida no te habla, no atiende tu oración, no escucha tu alabanza, no acepta tu ofrenda. Como hacerlo si te has colocado en el lugar más lejano que encontraste para vivir. Que horrible depresión la que te hace caer al suelo conquistado por tu propia banalidad.

Nada ni nadie justifica tu alejamiento, digo que puede ser circunstancial o no, pero por más que ocultes tus acciones (buenas o malas) el hecho es que estas lejos de Dios. Si esa “relación” lejana que tienes con Dios no provoca en ti tristeza… déjame decirte que jamás amaste esa relación. Si por el contrario, sientes dolor por el amor lejano, ese triste sentimiento es señal de que el amor de Dios no muere aunque este desatendido. Aun en el lugar más lejano e inextensible, Dios es capaz de hacerse presente siempre y cuando le invoques y despliegues libre albedrio en dirección a tu creador.

Para todo Saúl existe un David.  Es decir, después de todo, Dios está buscando verdaderos adoradores, que le adoren en espíritu y en verdad. El atiende tu propuesta, pero si no hay una gota de amor en tu supuesto interés… nada ocurrirá que sea trascendental.

Ahora bien, tú sientes que en tu corazón existe amor. El que ama no se aleja del amor mismo, pues Dios es el amor mismo. Toma ese amor en tus manos, acércate mas y mas, buscando la presencia incomparable de Dios. Mientras más cerca logres estar de Dios mayores serán tus posibilidades de una vida plena en este mundo y por supuesto en el mundo venidero.

Por eso dicen que el primer y más importante paso es reconocer. Esa una confesión de fe:
“Señor, sé que tiendo a alejándome de ti, a veces poco a veces mucho,  no aceptaba ese hecho porque la mente juega con cartas muy validas de vida y de cotidianidades. Circunstancialmente o no, entiendo que si te amara yo en espíritu y en verdad las cosas entre nosotros serían sublimes y no monótonas. Perdóname y acércame a ti.  Aunque he tenido momentos clímax en nuestra relación, comprendo que nuestra relación no es de momentos, días o años, sino que debe estar fundada en un futuro altamente promisorio para ambos. Llevando esta oración a la realidad, digo como pacto: nada ni nadie me separa de ti… ni si quisiera yo mismo.”

(Escrito: C.zar © SdeC Comunidad Cristiana Interdenominacional)
 


23 julio 2014

Predicación 25.05.2014: Titulo - IMPORTANTE: Lea las instrucciones ante de…


Un corazón dispuesto es completamente capaz de recibir el mensaje más justo que pudiese siquiera imaginar. Aunque aparentemente sabes o crees saber cómo hacer las cosas en tu casa, en tu iglesia o en tu trabajo, nunca está de más leer y leer las instrucciones. Aunque un hogar, una iglesia o un trabajo no tienen un manual de usuario, la vida ha ido marcándote el paso,  y existen parámetros establecidos a prueba y error.  ¿Sabes lo que te arde, lo que te alivia… sabes cuándo callarte, sabes cuándo no opinar y cuándo ser oportuno?

El ser humano puede experimentar durante su corta vida diversas etapas de madurez. Los niños son como una esponja que recibe y recibe conocimientos,  su disponibilidad a escuchar es asombrosa, sus ojos están continuamente en asombro, sus oídos alertas, sus graciosas y pequeñas manos disfrutan la textura de las cosas. Sus padres esperan que descubran lo mejor de la vida. 

Nosotros vamos perdiendo esa inocente capacidad de percepción. Nos volvemos  meticulosos, críticos, egocéntricos y recelosos. Cerramos nuestros parámetros y nos concentramos casi únicamente en  lo que antes aprendimos con tanto dolor.   

Mis queridos hermanos, tengan presente esto: Todos deben estar listos para escuchar, y ser lentos para hablar y para enojarse; pues la ira humana no produce la vida justa que Dios quiere.  Por esto, despójense de toda inmundicia y de la maldad que tanto abunda, para que puedan recibir con humildad la palabra sembrada en ustedes, la cual tiene poder para salvarles la vida. 
Santiago 1:19-21 (NVI)

Perdemos mas al no oír que al hablar, ganamos mas escuchando que interviniendo. Si en un grupo de personas te detienes a percibir cada una de las expresiones que notas de los demás, abrirás un mundo enorme de sabiduría. En cambio nos ponemos en modo de alerta, en lucha por estar ad hoc . ¿De qué nos estamos perdiendo en la vida?  Eso jamás lo sabrás. Pero si te preguntas: “… ¿Por qué otros parecen estar tan conformes, otros parecen ser felices con lo que tienen y nada más, otros parecen haber alcanzado un estado de plenitud no verbal? ¿Y yo, por más que lucho, aprendo, hago y deshago… no mas no doy una?...”  La razón es lo alto de tu voz y lo estrecho de tus oídos. Y si, por sostener un plato, te estás pidiendo de toda la balilla.

Si no podemos mantener la boca callada, menos podemos despojarnos de lo poco que creemos haber logrado… y eso… aunque pueda resultar complicado de ver… es pecado. 
“…Tu, el que si fue pero no estaban…”
“… Tu, el que lo hizo bien pero nadie reconoce tu bondad…”
“… Tu, el que se los advirtió a todos pero nadie te hizo caso…”
“… Tu, el único de todos que cumple, esta… y que hace las cosas por adelantado…”
“… Tu, el más organizado, estudiado, culto… que no le debe nada a la vida… y que estanos obligados a respetar…”

TODOS: Tu, pastor, amigo (a) , hermano (a) , trabajador (a), cristiano (a)… Despójate,   arráncate lo que sabes y te ha hecho tan invulnerable, tan necesario, tan “Tu”… porque te has pasado de la raya sin saberlo. Si eres listo, cierra la boca y abre los oídos, por tu propio bien y el de tu familia, amigos, hermanos… ¡cállate ya y abrázalos! Si buscas en verdad lo bueno, deja tu enojo, tu comportamiento reservado, las críticas con fines de manipulación, chantaje emocional, falsa tristeza, auto-culpabilidad, auto-sacrificio, comportamiento obsesivo… deja el sabotaje de tu felicidad y da un paso adelante callándote la boca. Todo esto solo logra acercarte al pecado en abundancia, todo esto y más, logra que no estés alerta para lo que si importa, tu salvación y la de tus mas próximos.

Yo he oído mucho la frase “- Míralo, calladito calladito… pero cuando habla (… )“ 
Esto es fruto de la atención, de escuchar antes de hablar, de actuar con cautela… pero no tiene nada que ver con ser humilde, ni bueno, ni salvo. La mente esta mas despierta, tanto que se grita así misma.  Y si esa mente y corazón no estaban despojados en realidad, es como si no dejara de hablar por mi mismo en toda ocasión.

La idea que deseo que comprendamos es más profunda… es sobre la humildad de corazón en aras de recibir los mensajes de Dios a fin de nuestro propio bien y de los demás. La idea es callar el orgullo para dar paso a una sabiduría desconocida aun por nuestra edad y aplastada por lo que nos orgullecemos de saber hasta hoy, es como haber ganado mucho conocimiento pero nada de utilidades para el espíritu. 

La salvación es un hecho, porque ahogando el orgullo se destapa la oportunidad de aprender sin fines egocéntricos, se pierde la necesidad de pecar porque descubrimos lo sencilla que se vuelve la vida junto a la sabiduría del mensaje de salvación.  De repente, lo que tanto nos pesaba antes… ahora es carga ligera. Lo que nos quitaba el sueño era un conocimiento extraño que ahora es absurdo, lo que antes me hacia daño ahora es algo que no tiene importancia. Ahora pienso y siento diferente, porque me calle, me despoje, y entro en su lugar un mensaje que causa ese efecto esperado por Dios para mí.
 


(Escrito: C.zar © SdeC Comunidad Cristiana Interdenominacional / Imagen cortesía de ©Corbis)

Predicación 23.03.2014: DE COMÚN ACURDO.

Esta es de por sí una predicación extraña, está inspirada en un ángel, pero no es cualquier ángel… este ángel es ejecutor de las consecuencias negativas del ser humano, la justicia de Dios es absoluta, y a su gracia estamos amparados muchos por voluntad propia, como por voluntad propia millares han decidido no habitar bajo sus alas ni aceptado la sangre de Cristo que cubre multitud de pecados.

…Y tenían sobre sí al ángel rey del abismo, cuyo nombre hebreo es ‘Abaddon’, en griego ‘Apollyon’ y en latín tiene el nombre de ‘el Exterminador.’Apocalipsis 9:11 (Vulgata)

…Un estremecimiento invade a los muertos,  a los que habitan debajo de las aguas.  Ante Dios, queda el sepulcro al descubierto;  nada hay que oculte a este destructor. Job 26:5-6 (NVI)

…Convocó entonces Moisés a todos los ancianos israelitas, y les dijo: «Vayan en seguida a sus rebaños, escojan el cordero para sus respectivas familias, y mátenlo para celebrar la Pascua. Tomen luego un manojo de hisopo, mójenlo en la sangre recogida en la palangana, unten de sangre el dintel y los dos postes de la puerta, ¡y no salga ninguno de ustedes de su casa hasta la mañana siguiente! Cuando el Señor pase por el país para herir de muerte a los egipcios, verá la sangre en el dintel y en los postes de la puerta, y pasará de largo por esa casa. No permitirá el Señor que el ángel exterminador entre en las casas de ustedes y los hiera. Éxodo. 12:21-23 (NVI)

… Todo eso les sucedió para servir de ejemplo, y quedó escrito para advertencia nuestra, pues a nosotros nos ha llegado el fin de los tiempos. Por lo tanto, si alguien piensa que está firme, tenga cuidado de no caer. Ustedes no han sufrido ninguna tentación que no sea común al género humano. Pero Dios es fiel, y no permitirá que ustedes sean tentados más allá de lo que puedan aguantar. Más bien, cuando llegue la tentación, él les dará también una salida a fin de que puedan resistir. 1 Corintios 10: 11-13 (NVI)


La sangre de Cristo nos cubre y nos salva de la destrucción, pasa de largo el exterminio, Dios no ejecuta condena sobre sus hijos e hijas. Ciertamente esta verdad y esta promesa nos hacen sentirnos fuertes y seguros.  Con todo y esto, estamos obligados al pacto que Dios ha hecho con nosotros y al acuerdo que tenemos nosotros con Dios. Una tentación se manifiesta, y esta nos da señal de que la destrucción sigue latente fuera del amparo de su sangre protectora.  Yo podría cubrir mí puerta de la sangre salvadora de Cristo, pero podría no vivir dentro de esa casa y sufrir del exterminio.

Inspirado en estas escrituras, un director de cine realizó una película surrealista, donde un grupo de burgueses se ven (sin razón alguna) imposibilitados de poder salir de una casa, poco a poco van perdiendo todos los modales y desesperados comienzan a mostrar comportamientos atroces. El Ángel Exterminador. (MEX. 1962)

No podemos salir de la casa durante el exterminio.  ¿Te imaginas una semana encerrado en una casa con doce personas más? Una docena de personas, cada una con su particular carácter, pronto todos pierden la pose, todos sentirán hambre y sed, pronto algunos darán ideas para poder sobrevivir y así mismo otros argumentarán esas ideas… ¿y si dura más que una semana el encierro? Hasta los más nobles se convertirán en bestias. Unos en su locura escaparan del lugar cometiendo suicidio, otros buscarían razones y culpables para explicar tal encierro. Al final veríamos a cada quien tal y como es, probados nuestros corazones y desabrigados del mundo.   

Esta situación se puede ver dentro del hogar, en un salón de clases, en una iglesia. Superficialmente todos actuamos según las reglas sociales, pero en cuanto nos encrespan, salimos… pero no todos pueden salir de sus casas y escapar de sus padres, no todos pueden escapar de sus trabajos, no todos pueden escapar de su propio gobierno. Los que lo hacen: solteros adinerados sin apego a la familia, millonarios que las pueden todas, extranjeros exiliados y mojados que lo apuestan todo a la suerte… si, y aun ellos perderían su pose ante el exterminio. Los que viven pegados a la familia, al trabajo, al país porque no pueden o no quieren salir, se ven obligados a convivir entre sí. Y es aquí en este punto en el que se puede probar la razón verdadera por la cual somos cubiertos por la sangre de Cristo, y no salir de casa sino hasta pasado el exterminio.   

Les daré un ejemplo sencillo, esta es una carta de un personaje ficticio que vivió en casa pero que no se amparo a la sangre y no supo convivir en grupo, sino que tomo las riendas de su existencia y salió a probar suerte en la vida: 

Querido diario: ¿Soy Egipcio o soy Israelí? ¿Qué representó por fuera y que representó por dentro? Por fuera podría dar a la idea de ser una buena persona, bajo los parámetros de una sociedad ordenada que no le hace mal a nadie, pero a las primeras de cambio aflora mi verdadero yo, el que no tolera el pacto que Dios ha hecho para mí y que desobedece el acuerdo que hice con Dios antes. No deseo sentirme obligado a realizar más que los deseos propios del estilo de vida que he pintado para mi mismo… Soy del pueblo de Dios (Israelita) pero vivo en Egipto. Es decir, soy de Cristo, acepté el nuevo pacto,  pero vivo en Monterrey, una gran ciudad que tiene para mí, infinidad de estilos de vida. Para ser sincero, me siento más obligado a divertirme con mis amigos, en mi hogar y con mis padres, a mis metas personales, etc... me obligan mas esas cosas que efectuar algún servicio para el ministerio de Cristo, “al menos soy honesto” No soy como los hipócritas feligreses, que aunque no faltan un domingo a la iglesia, estoy seguro que bajo el agua y donde nadie mira harán peores cosas que yo.” No me juzguen, no soy mala persona, pero bajo circunstancias críticas…. Wow… por la histeria sería capaz de aplastar a alguien en caso de incendio, no dudaría en robar por hambre, o mentir por dinero… es decir, todos somos parte de la corrupción… ¿no es así? Pero sé que Dios no dejara que lleguen a mi tales tentaciones, porque por ahora, y gracias a que Dios me ha bendecido enormemente, tengo dinero, amor y trabajo. A mi manera alabo a Dios, no en su casa o bajo su pacto, pero si bajo el régimen de mis condiciones laborales, familiares y sociales. Después de todo, el está en todas partes, no creo que llegue a mi tal exterminio, esa es ahora mi fe. 

Esta carta refleja el momento exacto en que una persona rompe con su entorno, pero es una ilusión su escapismo. Rompe con sus padres para entrar a otro encierro, la soltería, rompe con la soltería para entrar al yugo, rompe con el yugo para entrar al divorcio, rompe con un trabajo para apegarse a otro, rompe con un amigo para atarse a otro, rompe con una religión para entrar a un estilo de vida, filosofía moderna u otra, rompe con un vicio y se hace de otro, etc… ese es el encierro del que no podrá escapar nunca por sus propios medios.

Lo ideal sería aprender a sobrevivir en su propio ambiente. En cuyo caso la meta es desarrollar valores para sobrevivir plenamente en su entorno mismo, por ejemplo la armonía, el bien y la justicia, que puede llevar a la paciencia, la honestidad y la bondad. Cero cinismos, crueldad y egoísmo. Sin embargo el mundo nos hace creer que podemos salirnos del lugar en el que no sabemos convivir, nos hace creer que podemos romper con nuestro círculo, “…¿yo no tengo porque soportar esto?...” Pero al salir vamos a otro círculo, hasta llegar al aislamiento mental y desquiciante. Así que no logrará construir algo sólido, negando y negando constantemente que estemos todos obligados a convivir como humanos, y los creyentes estamos obligados (de común acuerdo) a convivir como cristianos.

Los creyentes sabemos que solo la sangre de Cristo es la que nos reconcilia con Dios, es entonces que rompemos con todo tipo de esclavitud. En Dios se termina todo lo del mundo, las cosas viejas pasan y no se repiten eternamente como círculos. Esa es la única forma de escapar del exterminio mental que nos estresa día con día. 

“…Ya tengo mi vida cubierta con la sangre de Cristo, pero convivo con personas que no me hacen plenamente feliz. ¿Qué puedo hacer? “
1.- Considera que las personas con las que estas jamás serán como tú deseas que estas sean. 
2.- Trata de ser sincero sin ser cínico, practica la honestidad y la bondad.
3.- No trates de escapar, es inútil. Busca un punto en el que todos estén de acuerdo.   

PONGÁMONOS DE ACUERDO.
Un acuerdo es, en derecho, una decisión tomada en común por dos o más personas. También se denomina así a un pacto, tratado o resolución de organizaciones… Es la manifestación de una convergencia de voluntades con la finalidad de producir efectos vigentes. El principal efecto del acuerdo es su obligatoriedad para las partes que lo otorgan naciendo para las mismas obligaciones y derechos. Es válido cualquiera que sea la forma de su dedicación, con un objeto cierto y que no sea imposible.

Estas palabras llaman totalmente mi atención:
- Derecho (orden de la conducta humana en sociedad)
- Decisión (producto final del proceso mental-cognitivo)
- Común (de Comunidad que comparten elementos en común)
- Pacto (convenio o tratado solemne, estricto y condicional)
- Convergencia (Unión de dos o más cosas que confluyen en un mismo punto)
- Voluntades (que se expresa de forma consciente / para decidir y ordenar la propia conducta)
- Vigencia. (Periodo de tiempo en vigor o en uso)
- Obligatoriedad (de cumplir o hacer una cosa)
- Posible. (que puede ser, existir o suceder)

Nosotros hicimos un acuerdo con Dios, y él con nosotros, pero también resulta que mientras se efectúan por completo los tiempos de su palabra, debemos estar en esta casa, de la cual no tendría sentido huir. Tomemos en cuenta una cosa, la salvación que se efectúa en Cristo no es solamente contra el exterminio, también causa su sangre un efecto entre nosotros al momento de que cohabitan en un mismo sitio. 

“…El Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, y los muertos en Cristo resucitarán primero. 17 Luego los que estemos vivos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados junto con ellos en las nubes para encontrarnos con el Señor en el aire. Y así estaremos con el Señor para siempre. 18 Por lo tanto, anímense unos a otros con estas palabras.” 1 Tesalonicenses 4:16-18 (NVI)

Si crees que estas en Cristo, cubierto por su sangre y bajo su techo quiere decir que existe en ti el ánimo y la espera. Quienes están a tu lado podrían percibir ese ánimo en ti. De no ser así, tu o las personas que están a tu lado están huyendo del amparo de esa sangre y el desánimo junto con la indiferencia crecen silenciosas, construyendo un fundamento arenoso opuesto al de Cristo. Dicho de otra forma, todos los que se alejan de Cristo (mucho, poco o más o menos) están técnicamente fuera de Cristo, están en contra misma de Cristo o jamás han sido de Cristo.

Aun cubiertos con la sangre de salvación, todo llega a nuestra puerta, como una fuerte tentación que nos puede decir: “aléjate… ya has tenido suficiente, ya eres salvo… relájate y piérdete…ven afuera… lejos de su sangre.” ¡Que miedo! Pero no… las tentaciones son extremadamente sutiles, disfrazadas de verdad, bienestar y alegría…  son como un imán difícil de ignorar, nos llama el mundo tan intensamente que opaca cualquier servicio o ministerio. Pronto le hacemos el feo a la iglesia y a sus files, su compañía no solo es indeseable, también es fanática e hipócrita. En el momento menos pensado ya estas fuera del amparo celestial, confundes los bienestares materiales, familiares y laborales con bendiciones. Pero debes saber que las bendiciones son bienes que conllevan un propósito para el orden celestial, en cambio los bienes terrenales solo traen consigo bienestares perecederos. De ellos no podríamos darnos cuenta sino hasta pasado el exterminio, donde se consumirá todo, menos las cosas y personas que el destructor no podrá tocar por causa de Jesucristo.

La intención de esta predicación no es en lo absoluto asustar a nadie, por el contrario, el apóstol Pablo dice que estas palabras deben causar ánimo entre nosotros, en todo caso la intención es remover la conciencia humana, principalmente porque bajo las cotidianidades del mundo y nuestros caminares, llegamos a avanzar tanto y tan lejos que pasamos por alto que el lugar que estamos pisando no es casa de Dios, ni es habitación de consagrados, podemos no saber que estamos saliendo de la puerta y que estaremos expuestos a fuerzas que no tienen propósitos imperecederos.  

El ángel del abismo, conocido en la Biblia como ‘Abaddon’ tiene la facultad de destruir, comienza desencadenando plagas, una a una… al principio una plaga podría ser molesta y poco dañina, pero plaga tras plagar tras plaga tras plaga… la sensación es insoportable. Sin embrago incluso la muerte huira de la humanidad. Nadie que haya vivido o viva fuera de Cristo o lejos de la puerta consagrada con su sangre, podrá salir de eso. Si hoy el mundo nos ha hecho des-holgados y que libremente podemos aislarnos de quien es una plaga para nuestra vida. El orgullo humano será puesto frente a una pared irremediable. Aunque suene a cliché religioso… diré que hoy y todos los días es momento de practicar una vida cubierta todo el tiempo y en todo lugar bajo la sangre de Cristo.

DTB.

(Escrito: C.zar © SdeC Comunidad Cristiana Interdenominacional / Imagen cortesía de ©Corbis)