23 julio 2014

Predicación 25.05.2014: Titulo - IMPORTANTE: Lea las instrucciones ante de…


Un corazón dispuesto es completamente capaz de recibir el mensaje más justo que pudiese siquiera imaginar. Aunque aparentemente sabes o crees saber cómo hacer las cosas en tu casa, en tu iglesia o en tu trabajo, nunca está de más leer y leer las instrucciones. Aunque un hogar, una iglesia o un trabajo no tienen un manual de usuario, la vida ha ido marcándote el paso,  y existen parámetros establecidos a prueba y error.  ¿Sabes lo que te arde, lo que te alivia… sabes cuándo callarte, sabes cuándo no opinar y cuándo ser oportuno?

El ser humano puede experimentar durante su corta vida diversas etapas de madurez. Los niños son como una esponja que recibe y recibe conocimientos,  su disponibilidad a escuchar es asombrosa, sus ojos están continuamente en asombro, sus oídos alertas, sus graciosas y pequeñas manos disfrutan la textura de las cosas. Sus padres esperan que descubran lo mejor de la vida. 

Nosotros vamos perdiendo esa inocente capacidad de percepción. Nos volvemos  meticulosos, críticos, egocéntricos y recelosos. Cerramos nuestros parámetros y nos concentramos casi únicamente en  lo que antes aprendimos con tanto dolor.   

Mis queridos hermanos, tengan presente esto: Todos deben estar listos para escuchar, y ser lentos para hablar y para enojarse; pues la ira humana no produce la vida justa que Dios quiere.  Por esto, despójense de toda inmundicia y de la maldad que tanto abunda, para que puedan recibir con humildad la palabra sembrada en ustedes, la cual tiene poder para salvarles la vida. 
Santiago 1:19-21 (NVI)

Perdemos mas al no oír que al hablar, ganamos mas escuchando que interviniendo. Si en un grupo de personas te detienes a percibir cada una de las expresiones que notas de los demás, abrirás un mundo enorme de sabiduría. En cambio nos ponemos en modo de alerta, en lucha por estar ad hoc . ¿De qué nos estamos perdiendo en la vida?  Eso jamás lo sabrás. Pero si te preguntas: “… ¿Por qué otros parecen estar tan conformes, otros parecen ser felices con lo que tienen y nada más, otros parecen haber alcanzado un estado de plenitud no verbal? ¿Y yo, por más que lucho, aprendo, hago y deshago… no mas no doy una?...”  La razón es lo alto de tu voz y lo estrecho de tus oídos. Y si, por sostener un plato, te estás pidiendo de toda la balilla.

Si no podemos mantener la boca callada, menos podemos despojarnos de lo poco que creemos haber logrado… y eso… aunque pueda resultar complicado de ver… es pecado. 
“…Tu, el que si fue pero no estaban…”
“… Tu, el que lo hizo bien pero nadie reconoce tu bondad…”
“… Tu, el que se los advirtió a todos pero nadie te hizo caso…”
“… Tu, el único de todos que cumple, esta… y que hace las cosas por adelantado…”
“… Tu, el más organizado, estudiado, culto… que no le debe nada a la vida… y que estanos obligados a respetar…”

TODOS: Tu, pastor, amigo (a) , hermano (a) , trabajador (a), cristiano (a)… Despójate,   arráncate lo que sabes y te ha hecho tan invulnerable, tan necesario, tan “Tu”… porque te has pasado de la raya sin saberlo. Si eres listo, cierra la boca y abre los oídos, por tu propio bien y el de tu familia, amigos, hermanos… ¡cállate ya y abrázalos! Si buscas en verdad lo bueno, deja tu enojo, tu comportamiento reservado, las críticas con fines de manipulación, chantaje emocional, falsa tristeza, auto-culpabilidad, auto-sacrificio, comportamiento obsesivo… deja el sabotaje de tu felicidad y da un paso adelante callándote la boca. Todo esto solo logra acercarte al pecado en abundancia, todo esto y más, logra que no estés alerta para lo que si importa, tu salvación y la de tus mas próximos.

Yo he oído mucho la frase “- Míralo, calladito calladito… pero cuando habla (… )“ 
Esto es fruto de la atención, de escuchar antes de hablar, de actuar con cautela… pero no tiene nada que ver con ser humilde, ni bueno, ni salvo. La mente esta mas despierta, tanto que se grita así misma.  Y si esa mente y corazón no estaban despojados en realidad, es como si no dejara de hablar por mi mismo en toda ocasión.

La idea que deseo que comprendamos es más profunda… es sobre la humildad de corazón en aras de recibir los mensajes de Dios a fin de nuestro propio bien y de los demás. La idea es callar el orgullo para dar paso a una sabiduría desconocida aun por nuestra edad y aplastada por lo que nos orgullecemos de saber hasta hoy, es como haber ganado mucho conocimiento pero nada de utilidades para el espíritu. 

La salvación es un hecho, porque ahogando el orgullo se destapa la oportunidad de aprender sin fines egocéntricos, se pierde la necesidad de pecar porque descubrimos lo sencilla que se vuelve la vida junto a la sabiduría del mensaje de salvación.  De repente, lo que tanto nos pesaba antes… ahora es carga ligera. Lo que nos quitaba el sueño era un conocimiento extraño que ahora es absurdo, lo que antes me hacia daño ahora es algo que no tiene importancia. Ahora pienso y siento diferente, porque me calle, me despoje, y entro en su lugar un mensaje que causa ese efecto esperado por Dios para mí.
 


(Escrito: C.zar © SdeC Comunidad Cristiana Interdenominacional / Imagen cortesía de ©Corbis)

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