20 febrero 2015

Predicación 28.12.2014 ¨ LO MEJOR DE UN AÑO ¨

“… No amen al mundo ni nada de lo que hay en él. Si alguien ama al mundo, no tiene el amor del Padre.  Porque nada de lo que hay en el mundo —los malos deseos del cuerpo, la codicia de los ojos y la arrogancia de la vida— proviene del Padre sino del mundo.  El mundo se acaba con sus malos deseos, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre...” 1 Juan 2:15-17 (NVI)


Todos dicen que el tiempo se va volando, y es raro quien en ese tiempo complete todos los proyectos deseados por hacer, incluso habrá quienes digan que no hicieron nada de lo que deseaban realmente hacer. Sin embrago ante la primicia catastrófica de un solo año más de vida se activa inevitablemente el top ten (las 10 primeras) de las cosas que haríamos con el tiempo contado de vida.

Todo esto resulta irónico, juntar en una lista las 10 cosas que amarías finalmente hacer en la vida no refleja una lista de valores sino una lista de egocentrismos banales. Si no me crees busca a 10 amigos o amigas y pregúntales las 10 cosas que harían en un año antes de morir… veras en sus respuestas una variada forma de expresión frustrada, ante tal impulso forzado, la gente pierde todas las caretas y deja ver su verdadero ser.



Estamos hablando de la frustración. Si el mundo se termina en una semana… serías capaz de hacer lo que antes no te atrevías. Si tenías un amor frustrado… irías corriendo a decirle cuanto lo amabas, si fuiste un tacaño… irías a comprar eso tan costoso que te dolía comprar, si fuiste un moralista… irías a cometer actos que la sociedad antes te lo impedía, etc.
Si todos en el mundo tuviesen que realizar los deseos del corazón en un solo año, es seguro que el mundo entraría en un caos peor que la misma catástrofe predestinada. Porque aunque todos en el mundo aparentemos ser felices no lo somos, esa lista de las 10 cosas que no has hecho lo demuestra. 

El mundo deslumbra y ofrece miles de cosas, si no ubicas el valor de lo que deseas en función tuya, de los demás y de Dios, la pelea por ese puesto será feroz, algunos venden su alma con tal de llegar muy arriba y para continuar arriba el costo es escalofriante e inhumano.  Para llegar a un lado debes traicionar otro lado.

Visto así de manera global, el cosmos o universo no fue ordenado para darte la felicidad, el mundo funciona en pro de alimentar deseos que culminan en frustraciones. Aun en los terrenos religiosos.
La Biblia va mucho más lejos que yo… la Biblia nos desea un feliz siglo…“… No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta…” Romanos. 12:2 (RVR 1960)
La NVI dice:  “…
no te amoldes a este mundo… “Yo diría: De todo lo que hiciste este año para ti y para el mundo… ¿que resulta o nutre en tu renovación espiritual?


Y si se terminara el mundo en unos días o más… y no hicieras los deseos de tu corazón, sino las cosas que amas… Si prevalece tu amor por el mundo en lugar de tu amor por Dios… sería lo mismo que estar en contra de Cristo.

Lo extraño del caso es que no necesitamos un Apocalipsis para comprobar estas teorías. Al final del mundo estarías haciendo las cosas que amas… lo importante es ubicar si lo que amas tanto obedece primordialmente en el reino de Dios o si lo haces en el reino del mundo actual.  Saber que eres hijo(a) de Dios, linaje escogido y separado para su reino te da una gran ventaja.



Veámoslo en esta escala: “- Si hoy es 1 de Enero del 2015… y se te informa que el mundo se terminara el 31 de Diciembre del 2015… debes saber que de esto habrá gente que se dará por enterada justo el 30 de Diciembre del 2015, es decir un día antes, es eso mismo que tu sabes desde el día primero… ¿Qué harías ese día final?

La respuesta es… las cosas que amas…

“No amen al mundo ni nada de lo que hay en él. Si alguien ama al mundo, no tiene el amor del Padre.”
1 Juan 2.15 (NVI)


El caso es que amamos a Dios, amamos a lo seres que están a nuestro lado, amamos servir en el ministerio de Cristo. En teoría, nuestros últimos días de vida estaríamos haciendo justamente eso. Es posible que pasaríamos la mayor parte del año haciendo lo que amamos y no lo contrario.



Revisa este año que voló… - sabes que… - el mundo se termina este 31 de Diciembre… no del 2015 sino del 2014. Te lo digo porque mañana no se nos es garantizado en vida terrenal. Es posible que antes del fin del año no caiga un meteorito gigante que destruya la población de la tierra, pero si es posible que tu vida se consuma inesperada e irremediablemente, en ese caso habrás desperdiciado 364 días de amor y servicio que no podrás retribuir de forma alguna, habrás demostrado que esa falta de amor te alejaba de la gloria del Padre. No tendrás forma alguna de comprobar nada más sino tu amor por el mundo en días, semanas y meses de adoración y apego a tus propios intereses personales. 


Si el mundo nos avisara que moriremos en un año, seríamos “afortunados”… eso lo puede pensar una persona que no está en el amor de Cristo, sino en el amor al mundo cuyo destino depende de la falsa suerte. El mundo nos da un año o un mes o un día para arrepentirnos y hacer las 10 cosas que jamás hicimos en una vida… ese caos solo nos permitiría hacer lo que amamos y deseamos y no lo que corresponde al reino de Dios.  En contraste Dios nos da toda una vida para realizar lo que amamos si es que lo deseamos en Cristo. Porque una vez que damos ese primer paso y es real, las demás cosas se añaden por sí mismas.



Todo esto que les planteo no es del todo hipotético, si alguien se asusta de morir sin haber hecho lo que tanto amó está ya en desgracia, no por el miedo a morir sino por la deshonra de haber puesto el amor y el servicio a Cristo en segundo, tercer o en “n” plano.
Ahora bien… somos – en el sentido bíblico – santos o separados para el reino de Dios, no somos monjes beatos ermitaños, no podemos ser los héroes de la novela… Dios no desea que hagas un acto heroico y estoico de salvación y auto redención, una vida ajena al mundo no es posible sino bajo la sombra de las alas del Señor por medio de su espíritu. Quiero decir que es Dios quien nos redime y santifica no porque seamos buenos todo el año ni por que jamás matamos una mosca, sino meramente por su gracia y perdón.
Para los que sienten tranquilidad con este mensaje, estoy seguro que pueden colectar todo lo que hicieron con amor en este año y ofrendarlo con alegría a Dios. Y sé que este año continuaran haciendo lo que tanto aman en el amor de Cristo pese a que se termine o no el mundo. Lo que haces lo logras por el poder de su mano y la guía de su voz.
            


(Escrito: C.zar © SdeC Comunidad Cristiana Interdenominacional / Imagen cortesía de ©Corbis)

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