20 agosto 2008

*Predicación 17/08/'08 “Para toda buena obra”

2 Timoteo 3: 14-17 dice:Pero tú, permanece firme en lo que has aprendido y de lo cual estás convencido, pues sabes de quiénes lo aprendiste. Desde tu niñez conoces las Sagradas Escrituras, que pueden darte la sabiduría necesaria para la salvación mediante la fe en Cristo Jesús. Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia, a fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para toda
buena obra.

No cabe duda que la Biblia es muy clara, llena de sabiduría, y sin embargo seguimos buscando, seguimos definiendo, seguimos apuntando, seguimos instruyendo, seguimos en la necesidad de explicar cada punto y coma.
a fin de que todos estemos listos para hacer cosas buenas.


1 Pedro 2: 5
vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.

La iglesia debe estar siempre lista para toda buena obra, y con todo y eso, debemos definir aún mejor que es una iglesia.

Si le pregunto a cada uno de ustedes “- qué es para ti la iglesia”, estoy seguro que encontraremos diversas respuestas…Más si preguntará “-qué no es la iglesia,” las respuestas serían aún más variadas, ya que generalmente las personas saben más de lo que no desean ver o tener que de lo que si desean. Y usando las referencias bíblicas
(1 Cor 11,18; 14,4.5.12.19.23.28.33-35) se hace la referencia de la iglesia como una asamblea o reunión de cristianos para realizar un servicio religioso. Más por otro lado hace referencia al cuerpo de Cristo… sabiendo que existían varias regiones o países evangelizados.

- En otras palabras, la iglesia como edificio, asamblea o institución está al servicio de la comunidad o a nuestro servicio… como tal, la iglesia es reflejo de lo que somos todos como grupo.
- Ahora bien, pasando a un plano menos físico, la iglesia no está a nuestro servicio, sino que estamos nosotros al servicio de un ministerio de Cristo y formamos parte de un cuerpo donde Cristo es la cabeza y cada uno de nosotros es una parte funcional o disfuncional del grupo. Por lo que el resultado de ese conjunto de ideas estará listo o no para toda buena obra.

Es entonces que por un lado está el plano físico en donde convivimos e interactuamos juntos para un propósito, y por otro lado está el plano trascendental, en donde cumplimos un propósito mayor al nuestro.


Lograr convivir con Dios y/o en una congregación es en teoría fácil, más fácil si sueles separar esos dos aspectos en tu vida, como se hace con el trabajo, la familia, etc… pero la iglesia es algo más, ya que llevar a la práctica estos dos aspectos de la iglesia, el personal y el espiritual son tarea que requiere de una conciencia divina, un poderoso discernimiento y sobre todo una entrega fiel a Dios sin perder la autenticidad de la personalidad.

Es decir, no se trata de formar parte de un grupo en donde todos somos iguales y se condicione el comportamiento de las personas obligándolas a ser o actuar de determinada forma a fin de aparentar ser una iglesia modelo, con reglas impuestas y marcado orden. No, lo ideal es que cada quien tenga criterio y conocimiento de lo que es bueno y lo que es malo…
Resulta incómodo y complicado tratar de crear un criterio en personas adultas, esa etapa se forma naturalmente en la infancia y con una buena educación,
el criterio de una iglesia y del comportamiento en la misma o fuera de ella, bien pueden ser inculcados en las enseñanzas bíblicas, pero… quien hace la obra y quien provoca el cambio y el crecimiento es Dios mismo, eso… en quiénes se lo permiten.

Después de todo, qué es Seguidores de Cristo y quiénes son sus sacerdotes?
Después de todo, ¿qué es Apolos? ¿Y qué es Pablo? Nada más que servidores por medio de los cuales ustedes llegaron a creer, según lo que el Señor le asignó a cada uno. Yo sembré, Apolos regó, pero Dios ha dado el crecimiento. Así que no cuenta ni el que siembra ni el que riega, sino sólo Dios, quien es el que hace crecer. El que siembra y el que riega están al mismo nivel, aunque cada uno será recompensado según su propio trabajo. En efecto, nosotros somos colaboradores al servicio de Dios; y ustedes son el campo de cultivo de Dios, son el edificio de Dios. 1 Cor. 3:6-9

Porque todos tenemos o hemos estado en los peores momentos, todos tenemos un pasado, ¿es justo preguntar de qué lado estás? No, sino.. de que lado deseas continuar.
“- No encajo en la iglesia: dicen que soy un tonto, un niño, un promiscuo, un hablador, un energúmeno, que todo me lo tomo a pecho, dicen que no hago nada, que ya estoy grande o viejo, que soy muy nuevo, que no tengo la experiencia, que muy sanguíneo, que muy colérico… Dicen esto y lo otro… pero tu también lo dices, y te lo dices a ti mismo en el espejo, y lo que es peor… se lo restriegas a todos los demás con tu ejemplo. ”Pero ojo, ha llegado el momento de que se lo digas al único ser que puede cambiar esos patrones de conducta.”

Nuestra iglesia no es la única que sufre de un “acomodo” de personalidades, de una “adaptación” colectiva y de un crecimiento como cuerpo de Cristo.

El mundo está lleno de diversas iglesias, sectas y denominaciones, hay miles, y dentro de cada una se afilian y coexisten millones de personas de múltiples culturas, afinidades, y creencias. Podríamos decir que al cabo de más de 2,000 años de la llegada de Cristo, la empresa eclesiástica ha crecido y se ha desarrollado enormemente. Podríamos decir que el mundo es un universo de posibilidades en conocimiento y aún en religión.

Nuestro pequeño mundo, o nuestra pequeña iglesia (SdeC) es una más de las tantas iglesias que luchan por hacer la diferencia, tiene sus “particularidades” que la hacen diferente a las más comunes, y también afloran sus tradiciones enriquecidas por varios antecedentes denominacionales del pasado.

Trataré de aclarar unos puntos sobre las personas que visitan o están en la iglesia y sobre el propósito de la iglesia como institución.

1.- Toda persona que llega a una iglesia:
- El individuo que está genuinamente interesado en seguir una vida dentro del cristianismo, sabe y adquiere todo buen conocimiento, aplicándolo en su vida y en su entorno.
- El individuo que no está genuinamente interesado en seguir una vida dentro del cristianismo, sabe y adquiere todo buen conocimiento para su uso personal.

No es necesario que te identifiques, solo mira los frutos de tu estancia en la iglesia, y eso te servirá para ver si tu interés es genuino.:
(después de todo… por sus frutos los conoceréis)

2.- Toda iglesia que llega a la vida de una persona:
- La iglesia que está genuinamente interesada en la salvación de las personas, sabe y está consciente que su labor es puramente educativo en el evangelio de Cristo (principalmente) No impone sus ideas, sólo predica libremente.
- La iglesia que no está genuinamente interesada en la salvación de las personas, sólo está enfocada en vanagloriar su espacio, su denominación y a su credo, impone su propia ley (usando la ley de Dios) a los miembros para mantener su buen estatus.


Ahora bien, si aún tratas de identificarte con algún lado o aspecto:
(Como miembro o visita de la iglesia… y como parte de la iglesia…)

Es importante personalizar este mensaje. Tal vez la idea de dos lados, dos actitudes, una buena otra mala, den a la idea de que estoy hablando de dos cosas separadas, y no es así… la idea es que todos hemos sido buenos y malos, hemos dado buenos y malos testimonios.
Cuado se esta en un momento cumbre del camino con Cristo, resulta tentador ver que en tu “crecimiento espiritual” otros no van al mismo ritmo o velocidad que tu, y los ves que se quedan atrás, por ser faltos de conciencia o cocimiento o que son impudencia. Pues fíjate bien, porque se correo el riego de juzgarlos.
Debemos ver que el crecimiento lo da el Señor, y que hemos sido separados para hacer cosas grandes en el nombre de Cristo. Bien, eso no te da más que la autoridad de ser el mejor de los ejemplos.

En estos momentos podemos sentir que nuestra responsabilidad como iglesia es ser ejemplo de la verdad, y en base a esa responsabilidad podríamos adjudicarnos la idea de imponer la ley de Dios en los más rebeldes, en los más pecadores, en los más desordenados y deshonestos. Pero no es así, aunque a veces lo pareciera, en realidad la intención es más sana y menos inquisidora, y la verdad es que no hay justos ni aún uno. Todo mensaje que se expresa aquí, está siendo ministrado para ustedes, pero ya fue ministrado en el portavoz, y aún así… es una persona falible.

Nosotros traemos el pecado a la iglesia, nosotros visualizamos nuestros testimonios en la sociedad y en la iglesia, nosotros dejamos que los demás piensen de nosotros lo que les dejamos ver. Consecuentemente, las personas que no pueden formarse un criterio propio, y nos están observando, juzgarán el cristianismo basado en lo que ven de la iglesia que se los esta presentando. Con está delicada norma social, podríamos caer en la trampa de una iglesia visualmente perfecta, teóricamente cristiana, pero sin amor.

Si una de tus metas a corto plazo es proyectar una iglesia auténticamente cristina, mi consejo es que comiences con tu vida, con tu actitud hacia los demás, y por sobre todo, motivado por el amor al prójimo.

Se una persona “limpia” para Dios y para ti mismo, luego como resultado de eso la gente verá tus testimonios y se convertirán… (si, por gracia de Cristo: tu familia, amigos y otros, llegarán a Cristo movidos por la curiosidad de lo que bien representas). En cambio, si dices practicar el cristianismo y afloras otra actitud contrastante al cristianismo, tu testimonio no dará buenos frutos para Cristo y serás cortado.

La iglesia como idea de una institución digna es muy buena, pero los miembros son quienes la corrompen. El cristianismo como la fe en Dios es una obra divina, pero las personas no la viven en Dios.

Seguidores de Cristo es una iglesia con varios propósitos, uno de ellos, el principal es llevar o trasmitir las buenas nuevas que son de salvación para todos, esto para que vivas en el evangelio, para que tú te desarrolles como hijo de Dios y estés listo pata toda buena obra.
La iglesia somos todos los que compartimos este propósito, los que no… están rellenando la iglesia he involuntariamente están dando formas para mejorar este propósito.
Tú decides que lado alimentas más, tu decides que testimonio deseas dar y porque. Aquí no se le impone ninguna ley a nadie, eres tú mismo quien debe imponer la ley de Dios en ti mismo de forma voluntaria, esa es la magia de creer en un Dios que nos ama y nos deja decidir libremente.

Se ha dicho varias veces que somos guarda de nuestros hermanos, y es verdad, sin embargo te voy a dar una fórmula más fácil… “se guarda de tu salvación, se guarda de tu testimonio, sé celoso de tu relación con Dios, y como unció y lógico resultado serás automáticamente guarda de tu hermano, serás fruto vivo y fiel ejemplo, serás estandarte y embajador de Dios aquí en la tierra. Como único resultado lógico de tu apego a Dios la iglesia que hoy habitas será reflejo y testigo de la voz de Dios. Como único resultado de éste fruto las personas se acercarán a Cristo pues han visto y confirmado la luz y sal que eres y que das sabor a este mundo.

Nuestra iglesia (SdeC) está creciendo, los exhorto a seguir, no para que digan que ésta es una iglesia “echa y derecha… como Dios manda” sino que sea una iglesia para complacer a Dios y para estar siempre listos para toda buena obra.

“Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.”
Mateo 5:16

DLB

(Escrito: C.zar © SdeC Comunidad Cristiana Interdenominacional, Imagen cortesía de ©Corbis)

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