07 agosto 2008

*Predicación 27/07/'08 “Venciendo la guerra espiritual”

Jesús Y Beelzebú (Mateo 12:22-29) Un día le llevaron un endemoniado que estaba ciego y mudo, y Jesús lo sanó de modo que pudo ver y hablar. Toda la gente se quedó asombrada y decía: ¿No será éste el hijo de David? Pero al oírlo los fariseos, dijeron “Éste no expulsa a los demonios sino por medio de Beelzebú, príncipe de los demonios, Jesús conocía sus pensamientos, y les dijo: “Todo reino dividido contra sí mismo quedará asolado, y toda ciudad o familia dividida contra sí misma no se mantendrá de pie” Si Satanás expulsa a Satanás, está dividido contra sí mismo, ¿Cómo puede entonces, mantenerse en pie su reino? ¿Ahora bien, si yo expulso a los demonios por medio de Beelzebú, los seguidores de ustedes por medio de quien los expulsan? Por eso ellos mismos los juzgarán a ustedes. En cambio si expulso a los demonios por medio del Espíritu de Dios, esto significa que el reino de Dios a llegado a ustedes. ¿O cómo puede entrar alguien en la casa de un hombre fuerte y arrebatarle sus bienes, a menos que primero lo ate? Solo entonces podrá robar su casa.

Todo reino dividido esta perdido, tarde o temprano caerá. La división causa enemistad, pérdida, derrota, debilidad, nos expone al enemigo.

Satanás nos ata para poder robarnos lo que Dios por su gracia nos ha dado, el pecado no confesado nos ata, la incredulidad a la palabra de Dios nos ata, el caer en la tentación nos ata, el orgullo y la vanagloria nos ata, la rebeldía nos ata, la desobediencia nos ata.

Su enemigo del Diablo (1 Pedro 5:8-9) Practiquen el dominio propio y manténganse alerta. Su enemigo el diablo ronda como león rugiente, buscando a quien devorar. Resístanlo, manteniéndose firmes en la fe, sabiendo que sus hermanos en todo el mundo están soportando la misma clase de sufrimientos.

Características del Diablo (adversario o enemigo, acusador, engañador, mentiroso, tentador, maligno, ladrón, asesino de almas)

Parábola del sembrador (Mateo 13:18-23) Escuchen lo que significa la parábola del sembrador. Cuando alguien oye la palabra acera del reino y no la entiende, viene el maligno y arrebata lo que se sembró en su corazón, esta es la semilla sembrada junto al camino. El que recibió la semilla que cayó en terreno pedregoso es el que oye la palabra e inmediatamente la recibe con alegría, Pero como no tiene raíz, dura poco tiempo. Cuando surgen problemas o persecución a causa de la palabra, en seguida se aparta de ella. El que recibió la semilla que cayó entre espinos es el que oye la palabra, pero las preocupaciones de esta vida y el engaño de las riquezas lo ahogan, de modo de que ésta no llega a dar fruto. Pero el que recibió la semilla, que cayó en buen terreno es el que oye la palabra y la entiende,. Esta sí produce una cosecha al treinta, al sesenta y al ciento por uno.

Jesús sana a una mujer encorvada (Lucas 13:10-16) Un sábado Jesús estaba enseñando en una de las sinagogas y estaba allí una mujer que por causa de un demonio llevaba dieciocho años enferma. Andaba encorvada y de ningún modo podía enderezarse. Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer quedas libre de tu enfermedad. Al mismo tiempo, puso las manos sobre ella, y al instante la mujer se enderezó y empezó a alabar a Dios. Sin embargo a esta mujer, que es hija de Abraham, y a quien Satanás tenía atada durante dieciocho largos años.

La armadura de Dios (Efesios 6:10-18) Por último, fortalézcanse con el gran poder del Señor. Pónganse toda la armadura de Dios para que puedan hacer frente a las artimañas del Diablo Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales. Por lo tanto, pónganse toda la armadura de Dios, para que cuando llegue el día malo puedan resistir hasta el fin con firmeza. Manténganse firmes, ceñidos con el cinturón de la verdad, protegidos por la coraza de justicia, y calzados con la disposición de proclamar el evangelio de la paz. Además de todo esto, tomen el escudo de la fe, con el cual pueden apagar todas las flechas encendidas del maligno. Tomen el casco de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios. Oren en el Espíritu en todo momento, con peticiones y ruegos. Manténganse alerta y perseveren en oración por todos los santos.

Dios nos ha dado armas espirituales para defendernos y protegernos de Satanás

  • El cinturón de la verdad, (Nos protege de la mentira del Diablo)
  • La coraza de justicia (Nos protege nuestro corazón por la salvación)
  • El calzado del evangelio (El predicar el evangelio nos fortalece)
  • El escudo de la fe (Nos guarda de la incredulidad o duda)
  • El casco de la salvación (Nos protege nuestra mente de la condenación)

Y para atacar y vencer a Satanás nos dio

  • La espada del Espíritu que es la palabra de Dios (Por medio de la lectura, la meditación, el conocimiento de su palabra podemos derrotar a nuestro adversario.


Recuerda que Jesús ya venció a Satanás en la cruz, al resucitar al tercer día nos dio la victoria. Y Satanás ya no tiene parte ni suerte con la iglesia de Dios, porque nuestra fe nos da la victoria.

(Escrito: Pedro © SdeC Comunidad Cristiana Interdenominacional, Imagen cortesía de ©Corbis)